I wanna be with you. | Larry Stylinson |

Capítulo 6.

Ese día Harry había abierto los ojos sin nada de ganas por ir a clases. Ese día era su cumpleaños y lo único que pedía era faltar. Era no levantarse de la cama para verle los rostros al resto. Su madre entró justo después de que su alarma sonara, fue muy cariñosa con él y le dijo que había torta como desayuno. Mientras desayunaban, Harry intentó persuadirlos de faltar a clases. Anne se veía un poco dispuesta, sin embargo Robin creía que no podía tener una inasistencia porque después se atrasaría y sería un problema con los exámenes. Harry quería decirle que de todas formas tenía problemas con los exámenes, pero solo asintió.

Llegó al colegio y al instante tubo el presentimiento de que algo desagradable iba a pasarle. No quería comenzar el día con malas ideas en la cabeza, pero la sonrisa extrañamente amigable de Jason lo hizo pensar. Jason lo odiaba desde que Harry había superado su record en campo traviesa. Siempre era parte de las burlas de Sawyer y muchas veces lo molestaba incluso más que a Niall.

Cuando estaba caminando hacia su primera clase, se topó con éste último. El rubio lo abrazó y saludó con entusiasmo, tanto así que por poco contagia al más alto.

-¿Tienes planeado hacer algo hoy?

-No...

-Sé que te gusta estar solo pero... ¿Vas a estarlo incluso en tu día?

-Ni mamá ni Robin pueden tomarse un día sin trabajo y llegarán en la noche como usualmente lo hacen... ¿Por qué no vas a la casa? Es viernes y hay mucha torta aún.

Niall rio -Harry por fin ambos ya tenemos 15 y tú no quieres hacer nada.

-Pero si con 15 uno todavía no puede hacer nada.

-De acuerdo, tienes un punto. –Niall sacudió la cabeza.

Harry sabía que Jason y Sawyer estaban tramando algo desde el momento en que pisó el aula. Ambos pararon de cuchichear cuando lo vieron. Harry pasó a sentarse en su sitio teniendo cuidado de no tropezar con ningún pie tramposo. Pasó un par de horas con la tortura en su mente, pensando en qué podría sucederle. Finalmente sonó la campana que indicaba el descanso.

En la cafetería estaba un poco más relajado. Harry miraba de un lado a otro tratando de encontrar aquel cabello castaño brillante, pero Louis no estaba por ningún lado. Harry pensó que sería fascinante que se acercara y lo abrasara felicitándolo por su cumpleaños. Pero pasaron solo unos minutos para que Harry perdiera las esperanzas. Entonces solo quería que Louis se acercase, y ya no importaba si se acordaba o no del cumpleaños.  Pero Louis jamás se acercó. Ni siquiera lo pudo divisar en su lugar de siempre, solo estaban sus amigos con un grupo de chicas a su alrededor.

-Si no quieres parecer enamorado, entonces tienes que practicar eso de las miraditas.

Harry rio avergonzadamente pero se sorprendió al ver que Niall no estaba bromeando.

-¿Hablas en serio? Ni que fuera gay.

-¿Ni siquiera por Louis?

-No. – Harry sonrió sin poder evitarlo.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?

-¡Cómo tú puedes estar tan seguro!

-Estás realmente, realmente obsesionado con Louis.

-No es cierto.

-Sí lo es, estás muy conectado a él.

-No, ni siquiera sé qué es eso.

-Cada vez que él hace algo genial contigo te la pasas toda la semana sonriendo y dándote igual si alguien te molesta, pero cuando hace algo estúpido entonces estas de un humor diferente. No te atrevas a negarlo, lo noto cada vez que me hablas de él.