Harry tenía como meta esforzarse y ponerle empeño en su segundo año de secundaria. Pero era malditamente difícil recordar sus objetivos cuando se hallaba aburrido, presenciando una de las primeras clases aburridas. Pateaba constantemente la silla que se encontraba al frente suyo, miraba de reojo a los de su alrededor con desconfianza. Y es que las primeras clases eran siempre aburridas de por sí. Todo era acerca de introducciones ya sea de temas, cursos, profesores o algunos nuevos alumnos. Harry estaba contando los minutos y no podía esperar para encontrarse con Louis, Zayn y Liam en el descanso. Giró la cabeza hacia el último asiento para verificar si Niall seguía comiendo a escondidas. En efecto, estaba haciéndolo. Ambos tenían nuevamente diferentes aulas en cursos como matemática e historia. Y Harry, como lo sociable que era, no pudo hacer ningún amigo en las horas en donde se encontraba solo.
El chico delante suyo levantó la mano, interrumpiendo el monologo del viejo profesor.
-Disculpe profesor Bones, ¿Podría decirle a Harry que deje de patearme la silla? No puedo tomar notas.
Éste inmediatamente dejó de moverse y sintió los furiosos ojos del profesor en él, Harry Styles, la causa de la interrupción de un discurso probablemente preparado por días.
-Perdón. – murmuró, siendo objeto de burlas disimuladas y risitas ahogadas.
El viejo profesor suspiró, y sin decir nada más acerca de la molestosa interrupción, continúo su parloteo.
Harry se encogió en su asiento, y de inmediato sintió al de atrás, golpeando su silla a propósito.
Así que ahí estaba, apoyando la cabeza en su mano, observando el proyector en la pizarra en vez de al señor con arrugas de más, cuando sintió su celular vibrar en su bolsillo. Se dijo a si mismo que tendría que ignorarlo para evitar problemas, aunque la curiosidad lo había asaltado. Cabía la posibilidad de que fuese Louis porque no había parado de mensajear con él el último fin de semana. Sin embargo no quería ganarse la reputación de idiota el primer día. Los profesores eran diferentes que los anteriores, y les habían dado como regla primordial mantener los móviles fuera de la vista.
Regresó su mano a la posición inicial y ahogó un suspiro.
Ámbar giró a voltearlo y Harry le regresó la mirada. Le sonrió y Ámbar le ignoró. Le hubiese dolido en su orgullo, de no ser porque notó un leve rubor en sus mejillas.
Vale, no es que su autoestima esté por los suelos, pero saber que podía hacer sonrojar a una chica era halagador, por más que no quisiese nada con ellas.
Su celular ahora estaba vibrando sin parar, era sin lugar a dudas una llamada. ¿Quién podría ser el hijo de puta? Descartó la opción de Louis. Él no era de los que escapaban clases para molestar al resto.
Harry quiso sacar el móvil con urgencia pero una mirada del profesor le bastó para pensárselo dos veces. Fingió que se acomodaba el pantalón y volvió a sentir la mirada de Ámbar. Ella estaba con los ojos abiertos y mirándole los pantalones con reproche, y Harry se dio cuenta que quizás, de tanto que se toqueteaba el bolsillo, estaba dando a entender otra cosa.
-Mierda, no - susurró -No es lo que piensas.
Ámbar estaba más sonrojada.
-Qué asco – movió los labios sin dejar escapar sonido alguno.
-Es que me está vibrando, el móvil quiero decir. Mierda, eso sonó mal. Me estaban llamando...
-¿Harry Styles?
Harry maldijo por lo bajo y se dirigió al señor Bones.
-¿Si?
-¿Quisieras abandonar mi clase?
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I wanna be with you. | Larry Stylinson |
FanfictionCon tan solo catorce años, Harry cree firmemente que no hay persona más grandiosa que Louis. Él lo puede hacer de todo. Desde jugar magníficamente fútbol, hasta resolver ejercicios realmente difíciles de matemática en tiempos record. Pero a Louis ve...