Capítulo 1

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CAPÍTULO 1
LA TIRANA Y LA BARISTA

( La historia ha sido editada totalmente, lo que están leyendo es la edición. La trama sigue siendo la misma, sólo que existen unos ligeros cambios. )

Sus despectivos ojos observaban atentamente a la mujer que parecía estar haciendo una rabieta como una cría, sin embargo, había que recalcar que esa rabieta estaba cargada de improperios y una que otra maldición. La mujer se detuvo abruptamente, la miró de forma asesina y le mostró el dedo corazón.

—¡Espero se vaya al infierno! —gritó con rabia dándose media vuelta—. ¡Renuncio!

La mujer abrió la puerta lanzando al aire la carpeta que llevaba en la mano en el acto y salió de ahí echa una fiera. La aludida soltó un suspiro de fastidio, no esperaba que su secretaria se comportara de aquella forma y, mucho menos, que fuera tan mezquina; nada de aquello habría sucedido si la mujer hubiera hecho su trabajo en vez de estar cada quince minutos en la copiadora coqueteando con Jeno. Pero el hubiera no existe, así que no pudo quedarse callada.

Ella detestaba a las personas incompetentes.

—Es la numero cinco de lo que va del año —la voz suave, pero con un tono desaprobatorio y severo llegó a sus oídos—. Dime, Jessica, ¿qué sucedió esta vez?

Dirigió la mirada al umbral de la puerta, ahí se encontraba una castaña caminando hacia ella; iba vestida con un lindo vestido rojo que se abrazaba a sus curvas de forma elegante y sensual, su rostro estaba maquillado de forma natural y fresco que le daba una imagen hermosa. Unas gafas redondas y sofisticadas adornaban aquel rostro angelical.

Era una mujer de negocios en todo sentido.

—Era una incompetente —masculló molesta—, nunca estaba cuando se le necesitaba. Esta vez checa que en sus recomendaciones esté escrita en mayúsculas la palabra competente, no quiero otra chica inútil como esa.

Aquella declaración despectiva no sorprendió a la recién llegada, estaba acostumbrada a los comentarios desconsiderados y crudos de Jessica, por lo que aquello lo tomó con normalidad.

—Lo tendré en cuenta sí en nuestro lindo anuncio ponemos que tendrán a una tirana de jefa —dijo con ironía cambiando su semblante a uno serio—. No puedes seguir actuando de esta forma, Jess, nadie querrá solicitar una pasantía aquí por miedo a ti y eso no es bueno para la imagen de la compañía.

La mujer de nombre Jessica le lanzó una mirada mordaz, ella más que nadie sabía que sus acciones podrían dañar a la compañía y que eran una empresa muy solicitada por profesionales para hacer sus pasantías de posgrado. Sin embargo, había un ligero inconveniente: a Jessica, CEO de JBK International Corp, no le gustaba las personas incompetentes.

Y, para ella, casi todos lo eran.

Jessica Jung había nacido con un don que sorprendió a toda su familia, en especial a su padre; ella poseía un coeficiente intelectual de 158 con tan sólo seis años de edad. Eso provocó que la joven genio se fuera aislando de las personas, poco a poco dejó de tener empatía o alguna emoción más allá que el desprecio por las personas que no estaban a su nivel o que no comprendían las cosas que para ella eran más claras que el agua. Con el tiempo se percató que más que un don era una maldición.

—Eso lo tengo muy claro, pero me niego aceptar a una persona estúpida como mi mano derecha.

La castaña soltó un suspiro cansino, observó fijamente a la mujer que de sus ojos parecían destellar unas chipas de fastidio; Jessica era hermosa, con su metro sesenta y tres lucía un cuerpo esbelto y atlético, era una mujer que cuidaba mucho su imagen, razón por la cual su rostro sereno lucia delicado y estético haciendo contraste con su melena larga color caramelo. Podría pasar por una modelo a los ojos de cualquiera que no la conociera.

Recordatorio: una secretaria para mi prima.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora