Capítulo 6

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CAPÍTULO 6
UN CAMBIO EN LAS AGENDAS

—Juegas bien para ser un niño.

Nicolas levantó la mirada del tablero para ver el rostro de la mujer con la extraña vestimenta blanca, sus ojos se posaron en los fríos ojos que observaba con atención el tablero, su ceño fruncido era una muestra de que tan centrada estaba en el juego.

—Lo sé —murmuró bajando la vista al tablero—, suelo jugar mucho con el conserje en el receso o con el abuelo Hae en el hospital.

Aquella deprimente declaración lo puso nervioso, levantó la vista dudosa topándose con la fría mirada de Jessica, esta lo observó unos segundos que se sintieron horas antes de bajar la vista al tablero.

—Es bueno que tengas conocimiento de esta clase de juegos —contestó con calma—. Debo admitir que me has sorprendido.

La calma con la que le habló logró relajarlo, no estaba acostumbrado hablar con las personas y que estas fueran amables con él, regularmente los niños se acercaban a él con curiosidad, pero al ver lo raro que era se alejaban, así que no tenía tantos amigos como la mayoría de niños a su edad. Su única amiga era su madre, Minho y Ailee. Estos últimos no se burlaban de él por no tener un padre.

—Dime, ¿fue un niño o a una niña a quien golpeaste?

Aquella pregunta lo tensó, levantó la vista hacia la mujer y la encontró absorta en el juego, apretó sus manos con nerviosismos agachando la mirada a estas.

—Un niño...

—Uhm, espero que hayas sido tú el que ganó la batalla —movió una pieza e hizo una mueca—, porque sería muy decepcionante saber que un debilucho me ha ganado.

Nicolas observó el tablero y sonrió, Jessica había caído en su trampa y sabía que lo había hecho porque la había aprisionado tanto para que sólo tuviera ese movimiento.

—Jaque —tomó la pieza y tiró la reina de la acaramelada—, he ganado por lo que no tengo que responder a su pregunta.

La mujer mostró una media sonrisa cargada de emoción y asombro, la razón era muy simple, aquel niño la había obligado a jugar en serio y pese a eso le había ganado la partida. Jessica era una mujer competitiva a quien le gustaba los riegos de la negociación y el placer que experimentaba al ser la ganadora, por eso era tan buena como CEO, sin embargo, el ser vencida por primera vez había despertado un sentimiento de emoción.

Aquel niño era interesante.

—Ese es un buen argumento —Jessica le tendió la mano y sonrió levemente—, ha sido divertido jugar contigo.

Él observó la mano con duda, aquello significaba que el agradable momento que pasó jugando había llegado a su fin y era momento de decir adiós. Tomó la mano de la mujer y se la estrechó, esta hizo el agarre fuerte y lo miró con seriedad.

—Necesitas ejercitar la mano —soltó su mano y se levantó de la banca—. Un saludo fuerte demuestra poder. Siempre que estreches la mano con alguien intenta ser tú quien maneje el saludo y no la otra persona.

Nicolas frunció el ceño.

—¿Qué clase de consejo es ese?

—Uno que te servirá de grande, ahora que te he dejado ganar me debes un favor y...

—Pero yo gané limpiamente —señaló el tablero con escepticismo—, la acorralé.

—He dicho que te dejé ganar —recalcó ignorando el tablero—. Lo importante ahora es que debemos ir con tu madre, dije que arreglaría todo este problema y es lo que voy hacer.

Recordatorio: una secretaria para mi prima.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora