Capítulo 15

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CAPÍTULO 15
LOS JUNG

Hablar de los Jung era como hablar de la familia real británica en Corea del Sur; los Jung habían obtenido el éxito y el respeto del público tras ser uno de los principales impulsores de la economía del país después de los estragos de la guerra de Corea. La constructora que había iniciado por el deseo de ayudar se había convertido en una empresa que construía edificaciones en todo el mundo, además que había ampliado su sector al marco legal, finanzas, tecnológico y en la construcción naval al obtener el astillero más grande del mundo.

Así que decir que pertenecías a esa famosa familia era sinónimo de éxito y respeto, cada Jung había demostrado ser digno del apellido con sus grandes hazañas, por lo que se esperaba grandeza de todos los miembros. Aunque habían existido ciertas manchas en el pulcro linaje.

Los actuales miembros de la distinguida familia contaba con la única hija viva del hombre que fundó todo aquello: Miyoung Jung. Era una hermosa mujer adulta que había contribuido en la ampliación de la empresa al marco legal al fundar uno de los mejores bufets del país, así que ahora con sus sesenta y cinco años disfrutaba de una merecida jubilación viajando por el mundo viviendo intrépidas aventuras —después de la muerte de su esposo no quiso quedarse en el hogar que le recordaba sus años felices a su lado—, conociendo a personas increíbles que terminaban queriendo tener relación con su distinguida familia.

—No sabes lo hermoso que fue volar en globo en Gstaad, el festival fue tan hermoso que me dejó maravillada por semanas —comentó Miyoung con los ojos brillando ante el recuerdo—. Deberías ir conmigo el próximo año, querida, te aseguro que te encantará.

—Quizá pueda tomarme unas vacaciones del trabajo —opinó In-Na arreglando sus lentes—, lo consideraré.

Otra de las miembros más importante era In-Na Jung, la esposa del único hijo del gran fundador de JBK International Corp, Dong Wook Jung. In-Na fue una mujer leal y devota a su esposo hasta la muerte de este, demostró que además de ser una influenza social en carácter ambiental y de caridad era también una mujer de negocios que podía manejar la empresa que su esposo había liderado por años. Y aún ahora, con setenta años, seguía siendo la líder de JBK Group dejando la empresa principal en manos de su nieta y heredera de todo.

—Miyoung tiene razón, In-Na, deberías tomar un descanso —Suzy miró a su suegra con preocupación—. Has trabajado mucho y unos días en los Alpes Suizos serían unas excelentes vacaciones para ti.

La matriarca miró a su nuera con atención.

—Concuerdo con mi esposa, madre, deberías descansar. No he visto que hayas tomado un descanso desde la muerta de mi padre.

Miyoung observó a ese par con notorio interés, habían regresado de Japón apenas la noche anterior y se encontraba un tanto curiosa por las acciones de estos.

—En la construcción de un imperio no existen los descansos —habló Jessica desde el otro extremo de la mesa con su frialdad natural—. La abuela tomará un descanso cuando ella lo desee. Tía Miyoung, ¿ahí conociste al último cliente que me enviaste?

—Por supuesto, Arthur quería construir un hotel en aquella hermosa ciudad que lo enamoró. —La mujer mostró una sonrisa—. Te fascinará la historia.

—Ya lo creo —contestó la heredera con desinterés.

En el escalafón más alto de la familia se hallaba Jessica Jung, la actual heredera a todo el imperio familiar. Aquella misántropa mujer había nacido con una inmensa inteligencia que la había llevado a tener un IQ de 158 a temprana edad, poseía doctorados en ingeniería aeroespacial, además de masters en administración y negocios internacionales. Había demostrado ser una digna heredera al ampliar el imperio a américa latina y lograr tener pase al mercado chino que había cerrado sus puertas a negocios coreanos.

Recordatorio: una secretaria para mi prima.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora