Recordatorio: una secretaria para mi prima.

Capítulo 23

CAPÍTULO 23
PRIMER ATAQUE

Jessica colgó el teléfono antes de abrir la puerta de su habitación, aquella llamada era una bomba nuclear que afectaría totalmente a la familia, en especial a su abuela. Sin embargo, antes tenía que confirmar que aquello era real antes de ir a la mansión e informar la noticia.

Algo en lo que indudablemente no era buena.

Media hora después iba junto a Irene camino a la estación, Joohyun mantenía la cabeza recostada en su hombro mientras sus manos estaban entrelazadas. El chofer iba en silencio enfocado en el camino ignorando a sus dos jefas que se encontraban en una situación extraña, pero a la vez tan familiar porque, después de todo, la fría heredera solo se mostraba tranquila cuando la chica Bae se encontraba a su lado.

No obstante, la situación no era una en la que debían perder la calma, tanto Jessica como Irene lo sabían, motivo por el cual la vicepresidenta aprovechaba a mantenerse anclada a su prima. En cuanto confirmaran lo que más temía, la prioridad sería mantener a flote a la familia.

—Hemos llegado, mis señoras.

—Wooyoung, confirma que se haya duplicado la seguridad en la mansión y termina de revisar los departamentos de todos los miembros de la familia —indicó Jessica sin moverse de la posición con Irene.

—Por supuesto, señora Jessica.

—Mándame la información a mí, Wooyoung, yo le informaré a Jessica —a completó Irene con calma soltando la mano de Jesica.

—Enterado, señora Irene. —El hombre llevó una mano a su pecho y apretó el botón del radio—. Kang-In puedes abrir la puerta, están listas.

La puerta se abrió e Irene bajó seguida de Jessica, esta vez, a diferencia de las innumerables salidas de su auto, se encontraban rodeadas del equipo de guardaespaldas de la familia Jung.

Aquellos hombres siempre habían estado al pendiente de la familia, cuidándolos desde la distancia. Aquella forma de trabajo había sido puesta por Jessica, por consejo de Irene, para que la familia Jung pudiera tener una vida mas normal, sin sentirse hostigada y en peligro. Sin embargo, tras la noticia que llevó a Jessica e Irene a la estación de Seúl en plena madrugada, la situación había cambiado.

La mansión y todos los miembros debían ser protegidos, de igual forma, sus propiedades tenían que ser revisadas al igual que los vehículos. El plan de acción había empezado en marcha antes de Jessica subiera a su auto.

—Jessica, Irene, las estábamos esperando.

Leeteuk las recibió en cuanto ingresaron, su rostro reflejaba una seriedad aplastadora, era claro que la situación era grave.

—¿Dónde está? —preguntó Irene.

Los ojos del agente se enfocaron en Jessica, apenas unas horas atrás habían decidido que hacer con el inconveniente que Minho había provocado, no obstante, ahora debían lidiar con un problema más serio.

—Acompáñenme, por protocolo, un familiar directo debe confirmar el cuerpo, pese a que toda la evidencia dicte que es él.

—¿Hay algo que se pueda identificar? —cuestionó la vicepresidenta tomando la mano de Jessica para seguir a Leeteuk.

—Muy poco, por desgracia, lo único que logramos obtener fueron...

—Irene no debería ver eso —declaró Jessica tajante al llegar al elevador.

La heredera Jung no decía aquello por cualquier cosa, Irene en su infancia había visto la matanza de la familia Bae mientras permanecía oculta, aquella experiencia había sido suficiente como para generarle un trauma de por vida.