Fix ➳ Jungkook {Save ME Book #2}

022.

Las primeras dos semanas de clases habían pasado muy lentas para Hyeji; a pesar que había sido un cambio muy radical y que ahora se llevaba muy bien con la mayoría de su clase, seguía ansiando los fin de semana para encerrarse en su habitación y tener un maratón de películas, solo ella y sus palomitas.

Por fin era viernes, sin embargo, el tiempo estaba pasando mucho más lento. Apenas salían de la tercera hora, era ya el primer descanso.

— Así que vives sola con tu primo...— Asimiló Youngmi, una de las chicas que se había hecho más cercana a ella. Era agradable y simpática.

A pesar de que Hyeji estaba cambiado, tan sólo mantenía conversaciones con personas como Youngmi: amables, simpáticas y que no fueran falsas y sólo le hablaban por que era la sensación del momento, ya que, un día lo dejaría de ser y ese día los falsos también dejarían de ser sus amigos; como ejemplo, el séquito, ellas se habían acercado el primer día con sonrisas más falsas que sus caras y al ver que Hyeji no les tomó importancia, ahora se encargaban de arruinarle su tiempo de paz.

Claro que eso era difícil.

— Sí. O algo así.— Hyeji le dio un trago a su zumo y miró a Youngmi.— Vivo en su casa temporalmente porque hay plaga en la mía, aunque la verdad es que siempre he pasado mucho tiempo ahí, so...— Sonrió al recordar las cosas locas que pasaban en esa gran y bonita casa, sobretodo los corajes que hacía Jin incluso por un mosca volando.— Y mis tíos viven ahí, sin embargo, al igual que mis padres, últimamente están yendo mucho a nuestra granja familiar.

— ¿Granja?— Youngmi fue curiosa y Hyeji asintió con una sonrisa.— ¿Y que cultivan?

— Fresas.

Los chicos de su clase pasaban por sus lados con mucha más prisa. La comida no irá a ningún lado; pensaba Hyeji al verlos casi correr. Lo malo de estar en Periodismo, es que su edificio estaba en la mera entrada de la universidad y el resto de la sociedad, en el centro. Otro de los contras, era que estaba frente a la calle y el ruido de los autos era molesto.

Entonces, surgió un pro de la nada; Hyeji estaba concentrada en escuchar la experiencia de Youngmi con las fresas, pero un sonido que se le hacía familiar, proveniente de la calle, la hizo girar la cabeza para comprobar sus sospechas, aunque eran casi nulas, se llevó una sorpresa al ver que después de todo, era lo que había imaginado.

Jungkook llegó en su increíble motocicleta, frenando en la orilla y bajando de una manera que atrapó a todas las chicas que estaban allí. A los chicos les llamó atención la motocicleta, mientras a las chicas Jungkook. Jeon se quitó el casco, lo dejó en el asiento y rápidamente empezó a buscar con la mirada a Hyeji.

— Daebak... ¿Quién es ese chico lindo? ¿Estudia aquí?— Preguntó Youngmi anonadada.— Un segundo, ¡me está viendo! No, a nosotras... Espera... ¡A ti!

— Oh dios...— Hyeji miró a otra parte justo después de que ella y Jungkook hicieran contacto visual.

De él se disparó una gran sonrisa, mientras de ella el color rojo de sus mejillas.

— ¿Lo conoces?

— ¡¡Hyeji!!— Gritó Jungkook a la vez que se acercaba con prisa. Ahora todos los de alrededor tenían su atención en Hyeji y el chico de la moto.

— Lo conoces.

Jungkook llegó hasta ellas y fue muy incómodo, de hecho. Hyeji y su amiga estaban paradas como piedra y él no sabía qué decir o cómo actuar.

— Hola.— Dijo con suave voz y la primera en contestar fue Yougmi, acción que hizo a Jeon verla tan sólo un microsegundo, porque su vista ya estaba de nuevo en la colorada Hyeji.