015.

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Las mesas estaban forradas de vasos rojos y botellas de diferentes licores. Jungkook había estado divirtiéndose con Jason y Alex, pero los dejó solos para ir por más tragos a la cocina. En su camino a la cocina, se topó con una divertida escena.

— Vamos bebé, escápate conmigo, ¿qué dices?— El chico hacía divertidos pucheros y la chica ponía los ojos en blanco, molesta.

— Hoseok, ya estás muy ebrio.

— Anda, Jini-boo, deja al pelmazo de Jimin por mí.

— ¡Hoseok, ya!— Intentaba tirar de su cuerpo.— ¿Dónde está Jiwoo?

— Yo te ayudo.— Jungkook se acercó, tomando un brazo de Hoseok y pasándolo por sus hombros. Jinyoung le sonrió en agradecimiento.— ¿Sigue obsesionado contigo?

— Pues ya ves.— Sonrió apenada. Ambos subieron a Hoseok por las escaleras y con el chico casi arrastrando, se pusieron en busca de una habitación abierta, ya que Seokjin había cerrado la mayoría bajo llave, cuando finalmente encontraron una, lo llevaron a la cama en aquella oscuridad y lo acostaron. Hoseok empezó a murmuras palabras que no se entendían, Jinyoung le quitó la camiseta como pudo y fue a humedecerla.— Hoseok, ¿te sientes mareado?.— Preguntó mientras pasaba el pedazo de tal por su rostro y cuerpo. Hope negó.— ¿Sueño?— Asintió y Jinyoung suspiró. Jungkook la miraba desde la puerta, ella estaba pasando su mano por el cabello de Hoseok, el cual no tardó en quedarse dormido por tal gesto.— Lo mejor será dejarlo aquí, igual estaré al pendiente. Gracias, Kook.

— ¿Te estás divirtiendo?— Preguntó seguido de que cerró la puerta de la habitación.

— Sí, aunque ahora tendré que estar cuidando de este niño. ¿ Y tú?— Sonrió al bajar las escaleras.— Te vi con tus amigos, ¿la chica de los mechones es Alex, no?— Jungkook asintió y de pronto recordó lo que Alex le dijo y no sólo eso, se dio cuenta que su corazón estaba a un pulso normal. ¿Aquello realmente le había abierto los ojos? ¿ O simplemente el alcohol tenía adormecido hasta su corazón?— Es linda.

— Te manda saludos.

— ¡Fixie!— Gritó alguien a lo lejos, los dos lo reconocieron como Namjoon. Era la única persona que la llamaba así.— ¡¿Podrías venir?!

— Tengo que irme, Kookie.— Sus pasos se alejaban.— Mándale saludos de mi parte también.

Jinyoung se fue y Jungkook no hizo nada más que verla desaparecer. Se quedó ahí parado, tratando de recordar que es lo que estaba por hacer justo antes de toparse con Jinyoung y Hoseok. ¡La cocina! Sintió un leve mareo por haberlo recordado de golpe. El alcohol comenzaba hacerle efecto. Con pasos torpes que poco a poco se volvieron seguros, empujó la puerta de la cocina y entró. Dos personas se encontraban ahí, una la conocía, a la otra no.

— ¡Seokjin, me dijiste que sería algo calmado!— La pequeña chica alegaba, sentada arriba de la mesada. Ninguno de los dos se había tomado la molestia de girarse a Jungkook, quien escuchaba su aparente discusión.

— Lo sé, Hyeji, pero la gente empezó a llegar y simplemente no lo pude parar.— Seokjin se escuchaba cansado.— Y para como veo las cosas, creo que a la fiesta le queda mucho.

— Quiero irme a casa.

— Te entiendo, pero no puedo dejar la cosa sola en estas condiciones, ¿lo sabes, no?— Jin sacó unas botellas del freezer, teniéndose que girar casi por obligación, por ende, toparse con Jungkook, quien sonrió apenado.— ¡Jungkookie! ¿Cuándo llegaste?— En verdad estaba sorprendido, Jungkook iba a contestar, pero al sentir la pesada mirada de la chica sobre él, se tragó las palabras— Como sea, ¿podrías hacerme un favor?

— Eh, claro...

— Ten.— Sacó un mazo de llaves de su bolsillo y se las lanzó.— Te presento a mi prima, Kim Hyeji, una pequeña gruñona que quiere irse a su casa.— Suspiró.— ¿Podrías llevarla? Sé que es tu fiesta, pero eres en el que más confío en estos momentos.— Jungkook abrió los golpe.— Además, no es tan lejos.

— Umh, pero, pero...

— ¡Gracias!— Jin ni siquiera lo dejó terminar, él ya se encontraba volviendo con el resto de la fiesta.

Jungkook se quedó mirando atónito a la puerta que se balanceaba hasta volver a su estado estático. Tragó duro y se giró para encarar a la chica sentada en la mesada. Ella lo miraba con aquel semblante serio, Jungkook no pudo hacer nada más que sonreír con nerviosismo. La chica intimidaba. Le sorprendió el hecho de que afuera había chicas con vestidos y faldas extra cortas, ella estaba con unos jeans, un suéter dos tallas más grande que la suya y con unos Converse adornando sus pies. Ahora que lo procesaba, no la había visto en ningún momento de la fiesta y estaba seguro de eso, porque la chica habría llamado la atención de todos estando así. Se impulsó, aterrizando en el piso, haciendo que su coleta larga se mueva en un gracioso movimiento y terminara sobre su rostro.

— ¿Estás bien?— Preguntó.

— Ajám.— Lo miró y empezó a caminar hacia la puerta.— Entonces, ¿me llevarás?

— Eso creo...

Jungkook no sabía lo que estaba haciendo y tampoco el por qué seguía a la chica a la puerta principal hasta terminar fuera de la fiesta y todo ese ambiente salvaje que se había creado. Ella sin decir palabra alguna fue a la camioneta de su primo, subió al asiento del copiloto y esperó a que Jungkook subiera al piloto. Lo observaba detenidamente, acción que hizo a Jungkook sentirse amenazado.

— ¿Hay algún problema? Puedo llamar a un taxi si quieres.

— No hay problema en que te lleve.— Puso el auto en reversa hasta estar en la calle.— El problema es que estoy casi ebrio.

— Entonces llamaré un taxi. Detén el auto.— Dijo alarmada.— Maldito Seokjin...— Murmuró por lo bajo.

— Estoy en condiciones de conducir, no te preocupes por eso.— Habló sin detener el auto.— Pero si hay algún policía, entonces sí, preocúpate.

— Sólo respeta los límites de velocidad.— Pidió mientras tecleaba la dirección de su casa en el gps de la camioneta.

El camino estaba siendo algo incómodo, Jungkook apretaba el volante con ambas manos y muy apenas pisaba el acelerador, mientras Hyeji miraba por las ventanas y espejos, asegurándose que no hubiera sirenas cerca. Algo bueno era que su casa estaba cerca y que estaban por llegar, estaba feliz por eso, pero no se sentía segura de dejarlo volver en esas condiciones.

— Es ahí.— Señaló la casa blanca de dos plantas y fachada marrón.

— Bonita casa.

— Digamos que a mi madre le encanta la decoración. Así como a Jin.— Jungkook sonrió al recordar a su amigo viendo catálogos siempre.— Gracias...

— Jungkook.— Sonrió, ella asintió y abrió la puerta.

— Un segundo, Jungkook, ¿él chico de la fiesta?

— El mismo.

— Oh...— Infló sus mejillas y para la sorpresa de Jungkook éstas tomaron color. Hyeji estaba apenada, había sacado al chico de su fiesta sólo por su capricho de no querer soportar el ruido y gente loca.— Feliz cumpleaños.— Dijo bajito.— Técnicamente ya no es tu cumpleaños, pero bueno, tú sabes... Mmh, eso. Tengo que irme ya. Lo siento.

— ¿Lo sientes? ¿Por qué?— Rió por lo bajo.

— Por interrumpir tu festejo, realmente no era mi intención. Pero es que,...

— No hace falta que te disculpes. La verdad, el haberte traído me vino bien. Me gustan más los ambientes tranquilos y aunque estaba disfrutando de la fiesta, me hacía falta un respiro para volver a sumergirme dentro del desastre.

— Ya entiendo... Bueno, lo mejor será que vuelvas.— Ella ya se encontraba con los pies en el pavimento.— Cuídate.

— ¡Espera!— La detuvo antes de que cerrara la puerta.— ¿Podría saber tu nombre?

Ella lo miró seria, pero con un poco de sorpresa y terminó asintiendo.

— Kim Hyeji.

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¿a esta chica también la van odiar? 😂

Fix ➳ Jungkook {Save ME Book #2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora