Con mis manos temblorosas, abro la puerta de casa, entro tratando de no hacer demasiado ruido, y cuelgo las llaves en el llavero.
-Ya era hora, Rebecca y Thomas estaran al llegar- Mierda, ¡Por que nunca la suerte se pone de mi lado!
-Connor, dejame por favor- El suspira y pone los ojos en blanco, espero que me diga alguna groseria, pero para mi sorpresa no es así.
-Solo trato de llevarme bien contigo Valeria, a mi también me cansa esta situación, pero parece que tu no estas por la labor- Le miro sorprendida.
-Connor,¿Estas escuchándote?- El asiente.
-¿Qué tiene de malo que quiera llevarme bien contigo?- Río a su comentario, es patético, ¿Pero a que clase de juego cree que esta jugando?
-Connor, no se que tratas conseguir, ni se a donde quieres llegar con todo esto, pero jamás podríamos llevarnos bien- Digo sería.
-¿Por qué?- Dice levantando los brazos al aire.
-Por que tu solo te quieres llevar conmigo bien a ratos, hace cinco minutos, estabas muy ocupado echándome de casa para que pudieses tirarte a Molly, y me parece genial, pero no me vengas ahora con esta, por que no pienso entrar al tu trapo sucio.- El se queda callado, y cuando me aseguro de que no va a responder, me doy media vuelta y marcho a mi habitación, para poder ponerme el pijama y poder preparar mi cena tranquila.
De nuevo mi móvil empieza a vibrar sobre la mesita, espero que no sea Connor, estamos a tan solo centímetros, pero cuando ilumino la pantalla, es Rebecca, menudo alivio.
-¿Si?
-¡Hola Cariño!, ¿Cómo lleváis la tarde?- Miro a la puerta, Connor no esta.
-¡Genial!, hemos estado en casa todo el rato, hemos comido ensalada y filetes y hemos visto un par de peliculas- Digo tratando de no cagar la situación, y también tratando de cubrirle a el, Rebecca no quiere que Connor se vea con Molly.
-Vaya...eso es genial, ¿Estáis bien?- Ojala lo estuviésemos, pero no, ojala la que hablase al otro lado fuese mi madre, la de verdad, para poder contarle todo esto.
-Si, estamos bien, no te preocupes Rebecca, ¿Y vosotros?- Ella ríe.
- Para eso te llamaba, nos hemos entretenido con unos amigos, y no vamos a ir a casa esta noche, ¿Os importa?- ¡Mierda!, juraria que hoy es el peor día de mi vida, ¿Enserio van a hacerme pasar l noche con Connor?
-Oh, vaya, claro que no, no os preocupéis, todo estará bien- Ella ríe.
-¡Fantástico!, ¡Mañana os llevaremos el desayuno!, un enorme beso- Sonrio, tampoco puede ser tan malo.
-Un beso Rebecca- Las dos colgamos.
¿Y ahora qué?, debería ir a avisar a Connor, hay algo que tampoco entiendo de el, pero todos los sábados se queda despierto para esperar la llegada de su madre, y aunque me gustaría hacerle sufrir de esa manera y hacerle pasar toda la noche en vela, no tengo tan mal corazón para tal cosa, así que agarro mi bata del perchero y camino hasta el salón.
El esta tumbado sobre el sofá, cambiando los canales de la televisión sin decidirse por cual ver.
-¿Connor?- Digo, no se si aun esta de buen humor, o ya le ha cambiado el chip, se gira desde el sofá y me mira.
-¿Qué ocurre Valería?- Vaya, esta amable.
- Me ha llamado Rebecca, no vendrán a dormir, pero mañana nos traerán el desayuno- El me mira extrañado, y luego asiente.
-Vaya...¿Extraño verdad?- Hago una mueca y me siento en el sofá, no estoy segura de que pueda mantener una conversación normal con el, pero tratare de intentarlo.
-¿Por qué va a ser extraño?, lo están pasando bien, dijo algo de que se habían encontrado a unos amigos, y que pasarían la noche con ellos- Connor apaga el televisor y se sienta frente a mi.
-Es extraño por que mi madre nunca a dormido fuera de casa, y se que tu padre la esta haciendo muy feliz, le esta enseñando nuevas experiencias y se que van a ser muy felices, ¿Pero sabes que es lo único que me echa hacia atrás?- Le miro dispuesta a escucharle, ya que el parece que esta dispuesto a no faltarme el respeto.
-¿El que?- El sonríe.
-Nuestra relación, si ellos se casan, esto ya será oficial, tendremos que vivir juntos y convivir a la fuerza, cuando los dos sabemos que no somos capaces de pasar cinco minutos sin discutir, Valeria.- Le miró, esta en lo cierto.
-Lo se, pero no me importaría tener que aguantarte todos los días, durante el resto de los mios, tan solo por satisfacer a mi padre, el esta muy enamorado de Rebecca, y no voy a permitir que vuelva a sufrir tanto como sufrio con la perdida de mi madre- Connor se queda sin habla y me observa en silencio- Y yo tampoco he elegido esto, yo no he elegido que me toque un hermanastro tan insoportable y creído como tu, que cada vez que se dirija a mi sea para criticarme o torturarme con sus malditos insultos, y tu tampoco has elegido tener a alguien como yo de plasta, pero esto es lo que nos ha tocado, y si realmente no quieres arruinar lo que Thomas y Rebecca tienen, vas a tener que aguantarle al igual que yo- Parpadea un par de veces, y yo me trago el nudo de mi garganta que amenaza con salir.
-Vaya..- De nuevo me observa- ¿Realmente me ves así?- Asiento.
- Tu solo has conseguido que te vea de esa manera, te has dedicado a incordiarme y molestarme durante siete meses, ¿Crees que algo va a cambiar entre nosotros?, solo trata de evitarme cuando ellos estén aquí, y así evitar este tipo de situaciones incomodas.- Le miro, y se que por su mirada no va a soltar nada bueno.
-Valeria, realmente, lo siento, si te he hecho sentir asi- Niego.
- Ya es tarde para disculparte, buenas noches- Me levanto del sillón, agarro mi manta, y me voy hasta mi habitación, cierro la puerta, y me echo sobre el colchón.
Parece mentira que haya sido capaz de soltarle todo eso, y que el no haya reaccionado, y me haya pedido disculpas, si no le conociese pensaría que se esta drogando, pero se al cien por cien que eso jamás pasará, ¿Y si mañana cuando vuelva Molly a verle por la tarde vuelve a comportarse como un auténtico capullo?, si eso ocurre, perderé todas mis esperanzas puestas en el.
Trato de cerrar mis ojos y intentar dormirme, estoy totalmente agotada, sin energías algunas.
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Aprendiendo a Amar
RandomTodo comenzó en el fallecimiento de mi madre, todo era genial, yo vivía en Estados Unidos, mi padre era un hombre viudo pero capaz de todo, hasta que en un viaje a España conoció a una mujer, que le hizo colgar sus zapatos, todo seria genial, con un...