Dedicado a katherineKGC
Una corriente de aire recorre todo mi cuerpo, lo que hace que me desdevele, y eso quiere decir que sea la hora que sea, no volveré a coger el sueño.
Miro mi despertador de la mesita, ¡Solo son las siete y media!, y un domingo, probablemente Rebecca y Thomas aún no hayan llegado, es muy temprano, tal vez ni siquiera estén despiertos, y eso es malo para mi, por que es tiempo que tendré que pasar con Connor a solas, y me resulta incomodo después de la discusión que anoche tuvimos.
Rezo por que no se despierte aun, y espero que hoy domingo, Dios este conmigo y me de fe para poder aguantar a todo.
Saco los pies de mi cama y los meto en mis zapatillas de estar por casa, estiro mis brazos y piernas, y me dirijo a la cocina para tomar un café.
Paso por la habitación de Connor, aún duerme, o eso creo, no consigo escucharle, cruzo el pasillo, y bajo las escaleras para llegar a la cocina.
Enciendo la luz, y saco la leche del frigorífico, saco el café y lo meto en la cafetera, solo tengo que esperar a que se haga, doiy vueltas hacia arriba y hacia abajo.
Al cabo de los minutos esta listo, y lo hecho en la primera taza que pillo, me lo tomo en total tranquilidad.
Louis dijo que me llamara para hacer el trabajo, así que esperaré, tan solo son las ocho, y el no suele madrugar, meto la taza en el lavabajillas y me voy al salón, para tumbarme en el sofá, y ver algún tipo de programa.
Reviso mi teléfono, no tengo llamadas, pero decido llamar a Rebecca para ver que tal van.
-¿Hola?- Dice al otro lado.
-¡Hola Rebecca!, buenos días, siento llamar tan temprano.
-¡Oh no te preocupes!,¿Va todo bien?- Por ahora si.
-Si, Connor creo que aún duerme, ¿Cuándo llegareis?, tengo que irme a hacer un proyecto para la universidad con Louis.
-Vete sin problemas, creo que esto va a retrasarse un poco, y no llegaremos hasta después de comer- Bufo, no me puedo creer que enserio vayan a dejarme sola de nuevo, con Connor.
-¿Pero que estáis haciendo?- Preguntó dudosa.
-Nada en especial, estamos con unos amigos de tu padre que no veía hace mucho- hago una mueca y suspiro.
-Esta bien, nos vemos luego- Ella ríe.
-Por supuesto- Las dos colgamos.
Creo que hoy tampoco va a ser mi día, sin empezamos así...
-¿Van a retrasarse?- Connor me sorprende a mis espaldas.
-¿No te han dicho que escuchar conversaciones agenas es de mala educación?- Le miro con una ceja levantada.
-Lo cierto es que si, pero me da exactamente igual, ahora responde a mi pregunta.
-Si, van a retrasarse hasta después de comer- El asiente y se entra a la cocina, yo vuelvo a girarme para seguir viendo la televisión.
Pasan las horas, y no tengo llamadas de Louis, si a las 12 no me llama, le llamare yo, el trabajo es muy importante, y no pienso echar a perder mi semestre por el, si el no quiere quedar, lo haré yo sola.
Connor no ha salido de la cocina en todo el rato, supongo que trata de ignorarme, tal y como le pedí, y eso es bueno, quiere decir que me ha tomado enserio.
Llaman al timbre, ansiosa voy a abrir esperando a que sean Rebecca y Thomas, o Louis, pero el alma se me cae al suelo, cuando Molly esta frente a mi.
-¿Esta tu hermano?- Pregunta masticando un chicle y apoyada en el marco de la puerta, asiento.- Bien, he quedado con el- Me aparto de la puerta para dejarle paso y de nuevo echo la llave.
-Esta en la cocina- Digo, ya que la chica esta algo despistada.
Ya escucho sus besos, y gemidos, me dan ganas de vomitar, no he terminado de alejarme de la puerta, cuando de nuevo, vuelven a llamar, ¡Y ahora quien es!
Abro la puerta y Louis salta a mis brazos.
-¡Sorpresa!, ¿Pensabas que iba a dejarte plantada?- Río, realmente es encantador.
-Sabia que no me dejarlas plantada Louis, nunca lo has hecho- El sonríe y vuelve a abrazarme.- Pasa- Digo cerrando la puerta a sus espaldas.
-¿Estas sola?- Niego.
-Connor y Molly acaban de subir a la habitación, ya sabes...- Me quedó cabizbaja.
-Tranquila, yo estoy aquí, lo pasaremos bien haciendo el maravilloso trabajo- Dice de manera sarcástica, yo río a su comentario.
Nos sentamos en el salón, traigo el PC y un par de zumos acompañados de unas magdalenas para comer algo.
-¿Entonces crees que lo hemos hecho bien?- Yo asiento.
-Por lo menos para aprobar, además, no hay demasiadas información que encontrar sobre este político, dudo que nadie saque mas de un siete.- El ríe.
-Cierto- Los dos reímos, escucho las escaleras crujir, Connor baja.
Miro hacia a el, esta sin camiseta, tiene un cuerpo tan definido...¡No Valeria, deja de decir tonterías.
-Vaya, no sabía que estabais los dos aquí- Dice desde la puerta de la cocina.
-Estamos haciendo un trabajo Connor- Digo seria.
- Además, yo ya me voy- Añade Louis.
-Eso seria genial, si no Valeria te aburrirá con sus charlas- ¿Perdona?, yo no aburro a nadie, ¡joder!
-¡ Calláte y sigue tirándote a la zorra de Molly!- Se queda serio.
-No hables así de ella, niña gritona, tenle un respeto- Abro la boca sorprendida, pero no tengo nada mas que añadir, Louis se despide de mi con un abrazo y lo acompaño hasta la puerta.
-Imprímelo, mañana te daré el dinero- El asiente y se despide con la mano.
Entro de nuevo en casa, aseguraría que sale humo de mis orejas.
-¿Ves lo que has conseguido?, acabas de hacer que mi mejor amigo se vaya de casa, ¡ Porque eres tan insoportable!, yo estoy cumpliendo y no te estoy molestando- Se queda parado en las escaleras y me mira, creo que va a decir algo pero solo se acerca.
-¿Qué mas te da?, tampoco estabais haciendo gran cosa ¿No?- Le miro con asco.
- Te odio- Jamás le había dicho tal cosa, pero me ha salido del corazón, es totalmente cierto, bueno no al cien por cien, pero si que empiezo a cogerle asco.
-Vaya...-Mira al suelo y después a mi.
-Así que, vete arriba y olvídame durante un buen rato- Sin decir nada solo asiente y sube las escaleras.
Suspiro y me siento en el sofá, ¿Qué estoy haciendo mal, para que todo esto me pase a mi?, nunca he dañado a nadie, nunca he pecado y ni he puesto el nombre de Dios en vano, para que todo esto este ocurriéndome a mi, dicen que todo lo malo tiene algo bueno, pero yo aún no consigo sacar algo bueno de toda esa movida.
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Aprendiendo a Amar
RandomTodo comenzó en el fallecimiento de mi madre, todo era genial, yo vivía en Estados Unidos, mi padre era un hombre viudo pero capaz de todo, hasta que en un viaje a España conoció a una mujer, que le hizo colgar sus zapatos, todo seria genial, con un...