Sabía que eso de que estaba enamorado de mi era mas que una tonteria, Connor duerme con sus brazos rodeados a Molly.
No pienso llorar, ni tampoco pienso volver a escuchar ninguno de sus cuentos, Harry y el son tal para cual, pero por lo menos Harry me remueve las tripas, cosa que Connor no.
Cierro la puerta tratando de no hacer ruido, y voy a mi habitación.
Me pongo mi pijama y guardo mi ropa bien colgada en el armario, estoy tan nerviosa que no puedo pensar en nada más que Estados Unidos, bueno y en lo buen mentiroso que Connor está echo.
Son las cuatro de la madrugada, cuando oigo voces en el interior de casa, me asusto, puede que alguien haya entrado, así que a toda velocidad salgo al pasillo.
Connor y Molly discuten en la puerta de la habitación, me escondo en mi habitación sin cerrar la puerta, y se que escuchar las conversaciones agenas es de mala educación pero esto promete.
-¡Maldita sea!, ¡Eres un hipócrita Connor Wells!- Grita Molly alzando sus manos.
-¡No es verdad!, ¡No te he prometido nada!, ¡Te dije que no sabia si esto iba a salir bien!- dice el alzando el tono en cada palabra.
-¡Pues ya ves!, ¡No ha salido nada de bien!- Dice ella gritando a la vez que su voz empieza a rasparse, ¿Que habra pasado?
-Deberias irte, despertaremos a Valeria- Dice el rebajando su tono.
-¡Me importa una mierda tu patética hermana!- Me apetece salir y gritarle que no soy ninguna patética pero quiero ver la reacción de Connor.
-¡No hables así de ella!, ¡Tu eres mas patética por creer que realmente ibamos a volver!- Oigo como Molly hiperventila.
-¿Me estas vasilando?, ¿Vas a defenderla después de como has hablado de ella delante de todos?.
-¡Eso era antes de conocer su interior!, ¡Es la mejor persona y con mejor corazón que puede existir en esta mierda de ciudad!- Grita el.
-Maldito seas Connor, ojala te quedes solo, como ella esta, nadie la quiere- De nuevo me dan ganas de salir, pero prefiero quedarme aquí y escuchar.
-A ti tampoco te quiere nadie Molly, solo te quieren para tener sexo contigo- Dice el, parece que las voces han cesado.
-Tal vez sea así, pero no me importa, ni tu ni tus malditas palabras, eres un gilipoyas- Connor empieza a reir.
-Vete, y no vuelvas, juro que si Valeria esta escuchando esta conversación y averigua que he estado contigo y no vuelve a hablarme, te arruinaré la vida- Molly se queda en silencio, oigo sus pasos bajando las escaleras.
Cierro la puerta con cuidado y corriendo me meto en la cama.
Yo no he escuchado nada, ni tampoco he visto nada, conozco a Connor, y no quiero que arruine la vida de nadie, por que se que lo hara de la peor forma, y estoy agradecida de que me haya defendido frente a esa perra infiel, pero aún así, hare como si nada.
Oigo a Connor aproximarse a la habitación, me hago la dormida, y la luz del pasillo ilumina mi cara.
Connor se asoma para asegurarse de que estoy dormida y vuelve a cerrar la puerta.
Ahora si que deberia dormirme, tan solo quedan tres horas para que Louis venga a por mi, y quedan dos para levantarme.
Mi despertador suena a las siete de la mañana, me pesa todo el cuerpo, y estoy realmente cansada, anoche no debí haberme quedado a escuchar la discusión de Molly y Connor, pero fué interesante.
Me doy una ducha, y me visto con unos pantalones largos y una camiseta de manga corta junto con una chaqueta, solo estamos a Abril y hace muchísimo frio aquí en Madrid.
Bajo a la cocina, y enciendo la luz, Connor se ha quedado dormido aquí, esta sentado en un banquete con su cabeza sobre la mesa.
La caja de leche esta a su lado, y eso explica todo eso, cojo el tetabrick y lo guardo en la nevera.
Acaricio el pelo de Connor y el da un brinco.
-Despierta cariño, te has quedado dormido- Digo en susurros.
-Lo siento, me quede dormido anoche- Niego.
-Voy con Louis a por el pasaporte, te vere luego.
-¿Pasaporte?- Asiento.
-¡Me voy de viaje este puente a Estados Unidos!- Connor sonrie.
-Eso es genial, voy a dormir, tened cuidado- Da un beso a mi frente y sube las escaleras echo un total zombie.
Aveces es tan dulce.
Louis me envia un mensaje diciendo que salga, que no quiere llamar vaya a ser que despierte a los demás.
Salgo de casa cerrando con llave y me dirijo hasta el coche.
-Buenos días cariño- Digo sonriente cerrando la puerta.
-¿Estas preparada?- Asiento encendiendo la radio y Louis pone el coche en marcha.
Nos ha llevado cinco horas conseguir el pasaporte y conseguir los billetes de avión para el jueves a las cinco de la madrugada.
Lo hemos conseguido, despues de cinco horas en esta maldita agencia, salimos al coche de Louis con el pasaporte y los billetes en la mano.
Por fin me siento en el coche, y lo primero que hago es llamar a mi padre, no se cuando regresan de su viaje y no quiero dejar a Connor solo durante ocho días.
-¡Papá!- digo.
-¡Hola cariño!, ¿Dónde estas?, ya hemos llegado a casa.- Que sorpresa.
-¡Genial!, he venido con Louis a sacar el pasaporte y los billetes de avión, llevamos aquí cinco horas- Mi padre suspira.
-Vaya...cinco horas, ¿Te vas de viaje?
-¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiii!, ¡A Estados Unidos!- Digo gritando.
-Vas a dejarme sordo cariño, vuelve a casa y prepara tus maletas, ahora hablamos-Los dos colgamos.
Que extraño que Connor no me haya llamado para avisarme de que Thomas y Rebecca ya habían llegado.
Louis me deja en la misma puerta de casa y me despido de el con un enorme abrazo.
-¡Hasta mañana por la madrugada cariño!- El sonrie.
-¡Hasta mañana, haz las maletas!- Asiento y entro en casa.
Todos estan agetreados, de un lado para otro, desempaquetando bolsas, arriba y abajo, ¿Dónde habran estado de viaje Thomas y Rebecca?
Mi padre me observa desde las escaleras, y sin pensarselo viene a abrazarme.
-Me debes una explicacion- Digo abrazandole- Ni siquiera viniste a verme cuando estuve en el hospital.
-La tendras, y cuando lo sepas, lo entenderas- Dice separandose de mi.
Se que dice la verdad, Thomas jamás me mentiría ni tampoco haria nada que pudiese perjudicarme a mi, me quiere demasiado, mas que a su vida como para verme sufrir, me tiene la primera ante todo, y espero que eso no cambie en mucho tiempo.
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Aprendiendo a Amar
RandomTodo comenzó en el fallecimiento de mi madre, todo era genial, yo vivía en Estados Unidos, mi padre era un hombre viudo pero capaz de todo, hasta que en un viaje a España conoció a una mujer, que le hizo colgar sus zapatos, todo seria genial, con un...