Sabía completamente que me iba a resultar imposible decirles "Oye, tengo que marcharme", por que ha sido todo un fracaso.
Nos han obligado a mi y a Louis a comer en la WCU, y ahora nos han mandado a casa para descansar y prepararnos para la fiesta que van a organizar esta noche.
-Ha ido bien, ¿Verdad?- Dice Louis sin apartar la vista de la carretera.
-Sí, aunque lo de la fiesta...sigue sin parecerme buena idea- El ríe.
-Valeria, son tus amigos, no haran nada que a ti pueda perjudicarte, además la última fiesta a la que fuiste no conocías a nadie, en esta habra mas gente que conoces-Asiento
-Eso lo sé, pero no se, no quiero que algo se complique, he venido para pasarlo bien-El me mira.
-Eso es Valeria, para pasarlo bien, creo que tú misma sabes por donde voy- Sonrío y subo el volumen de la radio y me concentro en mis pensamientos.
Ahora comprendo lo que significa madurar, crecer, y pensar de otra forma, lo entiendo mucho mejor.
Mi madre siempre me lo decía, que tarde o temprano iba a crecer y iban a cambiar todos mis pensamientos.
Pensé que era madura cuando me mude a un piso, cuando empezé a trabajar, y cuando mantenía una relación estable con Dylan.
Pero no, ahora he madurado, maduré cuando acepte dejar toda mi vida, por la felicidad del hombre al que mas amo, mi padre.
Y ahora me miro, y pienso, ¿Cuando he cambiado tanto? Realmente no lo se, pero todo ahora es diferente.
Louis y yo ya hemos llegado al hotel, y el se acuesta para descansar durante un rato, yo me salgo a la terraza y me siento en una de las sillas.
Debería llamar a Connor, decirle que todo está bien, pero es la hora de la siesta, tal vez el esté durmiendo no se, es posible...
Está bien, lo llamare.
-¿Hola?- Dicen al otro lado.
-Hola, quien eres- Digo, no es Connor, la voz es dulce y muy afeminada.
-Soy Dulce, ¿Buscas a Connor?- Nunca me había hablado de una tal Dulce.
-Sí, justo lo llamaba a él, pero me lo has cogido tu- Ella ríe.
-Lo siento linda, Connor está en su entrevista de trabajo y dejó aquí su teléfono, en cuanto salga le diré de tu llamada- Yo suspiro, menos mal, ¿Connor en una entrevista de trabajo?
-Oh, disculpa, si está bien, no hay problema, gracias por atenderme- Ella ríe.
-No es nada linda, hasta luego
-Hasta luego, buenas tardes- Y las dos colgamos.
Vaya, jamás pensé que Connor se plantease lo de buscar un trabajo con la gran cantidad de dinero que Rebecca maneja.
No por nada, si no por que tiene empresas de moda por todo el mundo, y todo el dinero imaginable ella lo recibe a corto plazo.
Dejo el telefono sobre la mesita, y entro a la cocina para prepararme un café.
No encuentro la cafetera, por ningun lado, así que entro a la habitación para sacar una de mi maleta.
Louis esta completamente dormido, cierro a puerta para no despertarle, y voy a la cocina para preparar mi café.
El teléfono suena en la mesa de la terraza, y voy patinando sobre el suelo hasta tenerlo en mis manos.
-¿Si?- Digo ansiosa.
-Hola Valeria, Dulce dijo que me llamaste- Suspiro, es él.
-Si...lo siento, no sabía nada sobre tu entrevista, ¿Como ha ido?- El ríe.
-Genial, me han contratado-Aún no se de que se trata el trabajo.
-¿Que trabajo es?- El ríe.
-Soy entrenador personal en un equipo de fútbol- Sonrío.
-¡Eso es genial!, ¡Rebecca se alegrara mucho!
-¡Lo sé!- Los dos reimos.
Estuvimos mas de una hora hablando, yo ya había tomado mi café, y tenía la mano dormida de sujetar el teléfono.
Por fin el se despide de mi y cuelga, ha sido una charla muy larga y demasiado intensa.
Louis aparece a mis espaldas con el pelo alborotado y su pijama de rayas.
-¡Que siestón!- El ríe yo río, pero no por lo que acaba de decir si no por las pintas que lleva- ¿Que hora es?
Miro el reloj.
-Tan solo son las seis y media- El asiente.
-Me preparare algo, ahora vuelvo- Asiento.
Continuo mirando el paisaje, aún me quedan muchas cosas que hacer, tengo que visitar a mi jefe y a mis compañeros de trabajo, tengo que ir a Seattle y visitar a Dacota, tengo que ir a la fiesta de esta noche, comprar el regalo de boda de mi padre...
Me agoto tan solo de pensar la de miles de cosas que debo hacer.
Louis viene con su taza de chocolate y se sienta al otro lado de la mesa, en la silla libre.
-Bueno, cuéntame algo, ¿Llamaste a tu padre?- Niego.
-Llame a Connor- El me mira.
-Realmente Valeria, creo que deberíais acabar con este juego, quedan menos de cinco meses para que tu padre se case con la madre de Connor, entiendo que convivir las veinticuatro horas del día con un chico atractivo, por así decirlo, no es fácil, pero debes controlarte- Miro a Louis, en parte, bueno, en gran parte lleva razón.
-Te repito de nuevo, que estoy totalmente de acuerdo contigo, pero no puedo cambiar lo que siento dentro de mi, no sé si es que Connor me ha dado el cariño que tal vez me hacía falta, o realmente no se, pero dicen que el roce hace el cariño- Louis se queda serio.
-Valeria, no podriais llevar una relación seria ni en broma, aparte de que discutis constantemente, yo no se que pensaría Thomas sobre todo esto- Asiento.
-Me parece genial que me des tu opinión sobre el asunto, pero si Connor me gusta, y me apetece estar con el no pienso ir a la contra de lo que siento.
-Y me parece bien que no vayas a la contra, pero ya de por si, tener una relación con quien va a ser tu fúturo hermanastro, es ir a la contra, no puedes pensar solo en ti- Le miro, estoy cansada de esta charla.
-No solo pienso en mi, es más, la mayoria de las veces pienso mas en los demás que en mi, y ya estoy cansada, soy lo suficiente grande para saber lo que debo hacer por mi propia cuenta- Louis termina su chocolate y se incorpora.
-No te digo estas cosas con el fin de que te enfades o te sientas atacada, te digo estas cosas por que eres mi mejor amiga, y sé lo mal que puede salir toda esta historia.
-Yo te agradezco de nuevo que me des tu opinión Louis, pero la decisión no vas a tomarla tú, soy yo quien va a tomarla, y puedes estar tranquilo, que esta vez no pienso equivocarme- Respiro hondo- Voy a darme una ducha- Louis asiente y yo me alejo de la terraza.
No es que no quiera escuchar a las personas, es que estoy cansada de que decidan por mi.
ESTÁS LEYENDO
Aprendiendo a Amar
RandomTodo comenzó en el fallecimiento de mi madre, todo era genial, yo vivía en Estados Unidos, mi padre era un hombre viudo pero capaz de todo, hasta que en un viaje a España conoció a una mujer, que le hizo colgar sus zapatos, todo seria genial, con un...