Angels Fall | KyuSung |

2

—¿A que horas dormiste JongWoon?

La voz de su mamá lo trajo a la realidad mientras ladeaba la cabeza tratando de buscar una buena excusa. Había mentido que iba a estudiar toda la noche, sin embargo, se hallaba robándose el internet del vecino para investigar sobre videojuegos de moda.

Por que si, ese día el no quería perder para nada.

—No tan tarde mamá, las 11 como mínimo.—Mintió mientras llevaba un trozo de pan a su boca.

Su madre solo fruncio el cejó insegura de las mentiras que su hijo le decía. Pues estaba demasiado segura que por la madrugada se había levantado al baño y había encontrado a JongWoon pegado al celular mientras se hallaba enredado entre las cobijas.

Tenia un hijo ojeroso, mentiroso pero estudioso.

El azabache al sentir la mirada de la contraria, desvió la mirada hacia la taza de café que estaba a lado de su pan. El también la había visto pasar.

—¿Todavía le preguntas eso?, se la ha de haber pasado con el pendejo celular.

La voz de su padre le hizo tensar se al instante, llevó su mirada hacia la derecha donde este se hallaba parado y tallándose los ojos.

—Solo lo ocupe por este día. No lo ocupo tan seguido.

—Claro, y yo me creo tus mentiras.

No podía mas, juraba que si no fuese su padre, hubiera agarrado en ese mismo instante el pan y se lo hubiera aventado a la cara de imbécil que tenia. Aunque era su padre, no podía hacer eso, solo logro a tragar saliva y darle otra mordida a su desayuno.

—¿Vas a salir?

—Si, veré si puedo encontrar trabajo.

—Ten buena suerte papá.—Se adelantó a hablar para atraer la mirada de este que solo asintió y alzo su diestra para despedirse.

Su papá llevaba mas de un año desempleado y no podía conseguir un buen empleo, por mala suerte el no podía apoyar en trabajar, siempre le salían con el cuento de que él tenia que estudiar, que los problemas de los adultos eran de adultos. Por suerte y su madre había logrado conseguir el dinero de inscripción en su nueva escuela.

Cierto, KyuHyun, había conocido a KyuHyun.

Pero ni siquiera sabia si este iba a ser diferente o igual a los demás, que a los primeros días era tan amigos suyos, después encontraban a alguien mejor y decidían por dejarlo solo sin importar como se sintiera o en que condiciones lo dejara.

—¿Vas a salir temprano de la escuela hoy?, tengo planeado en ir a visitar a tu abuela.—Su madre jalo una silla de la mesa para poder sentarse y robarle un poco de pan.

—No, tengo trabajos extras. Estaré aquí por la noche.

—Ten cuidado con esos monstruos. No quiero que te hagan daño.

—No lo harán.

Musitó tomando un ultimo trago de café antes de levantarse y sacudir con suavidad los cabellos cortos de esta. Era mentira.

No tendría nada que hacer, salia temprano ese día, pero no quería ver a la familia de esta; si, la familia de su mamá porque ni siquiera el se sentía parte de esa familia, si iba, solo estaría sentado por alguna parte ignorado o incluso regañado por cualquiera tontería.

Era mejor perder el tiempo por ahí, a causarle problemas a su madre a la hora de regreso a casa.

Caminó hasta la puerta para tomar su mochila y la bufanda que ya estaba preparada, a la misma rutina de siempre, ahí iba.