Angels Fall | KyuSung |

11

10 años después.
Año 2099

—La ciudad va mas que bien, ¿No es así?

—Demasiado, los agentes de la A.C.M.P.H si que han hecho muy bien su trabajo durante los siguientes años.

—Yo siento que un día de estos despertaremos y tendremos la noticia de que la noche ha sido de los humanos de nueva cuenta.

—Y sera así, siempre ha sido de no...

El televisor se apagó de repente cuando una voz había sonado alto en todo el interior de aquel departamento.

Un departamento amplio y agradable a primera vista, con unos grandes ventanales que daban una hermosa vista del Seoul de ese año, donde se podía ver grandes edificios en uno tras otro. Un buen amanecer para quien viviera en ese lugar, sin embargo, una presencia había pasado de largo ignorando esa maravillosa escena.

KyuHyun estaba fastidiado que a cada mañana se pusieran las noticias. No le interesaba saber la opinión de los locutores, no le interesaba ver novelas estúpidas donde el trama era demasiado parecido al resto de las personas y comedias. No le interesaba saber que artista estaba saliendo con otro o con quien se le pegar la gana, no le interesaba.

A sus 27 años, había madurado lo suficiente como para dejarse llevar por ideologías que las personas decían cada día; que si los demonios esto, los demonios lo otro.

El ya había batallado con un sin fin de demonios, unos mas malvados que otros, unos mas tontos que otros, pero entre ese centenar, no había podido dar nunca con el asesino de JongWoon.

—Maldita sea.—Chasqueo echando un vistazo a la puerta principal donde podía ver en la pantalla a lado de la puerta el sin fin de correos que tenía.—Reproducir Yiruma; If i could see you again.—

La musica de piano había comenzado a sonar de repente por cada rincón del lugar.

La canción que tanto le encantaba a JongWoon, aun a pesar de 10 años, seguía llevándolo en él fondo de su corazón. Esa canción significaba mucho para el, incluso; aun guardaba ese pedazo de hoja donde el mayor había escrito aquella canción.

—Ya estarías viejo Hyung.

Susurró divertido al pensar que si este hubiese vivido, tuviera 30 años y seria un adulto todo amargado, pero tierno solo con el.

Era masoquista, lo admitía. Pero le gustaba recordar a su Hyung por todas las veces que pudo haber escuchado su risa, en ver su sonrisa, sentir sus labios, cada día se culpaba de la muerte de este. Pero no pudo seguir culpándose, puesto que una bola de pelos se había venido a sentar a su lado mientras tomaba su taza de café.

Bajó la mirada para encontrase con Mello quien había ladrado un poco y termino acostándose ahí, a su lado.

Un día cualquiera, el padre de JongWoon había venido a otra cena de trabajo con Mello en brazos, obsequiandoselo a el, Mello era lo que mas le recordaba al mayor, cuando este la tomaba en sus brazos y la apretaba con delicadeza contra el cuando se escabullía por las tardes en su cuarto. Por eso no dudo en aceptarla cuando vio la oportunidad, Mello era como JongWoon, tenia su esencia en el.

Tomó un gran sorbo de café quemándose un tanto la boca, pero dejó a un lado la taza para ir a su cuarto y poder cambiarse rápido, ese día tenían que ir a una misión a la zona sur de la ciudad, había muchos asesinatos por ese lugar.

—Buen día KyuHyun-Ah, espero que estés vistiéndote y vengas rápido que no por ser el jefe vamos a. . .

—Cortar mensaje.