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—¿Hyung?

KyuHyun salió de su cuarto al despertar y no encontrarse a un YeSung que el estaba esperando ver, lo que le aterraba era que el mayor se hubiese ido para dejarlo en la agonía de nueva cuenta. No iba a poder enfrentarlo. No de nuevo.

Llevaba solo el pantalón puesto, pues tanta era su prisa por revisar el departamento que no se había dado cuenta en como iba vestido.

Su temor se fue de inmediato, al notar aquella figura que adoraba demasiado. Yesung se hallaba sentado en el piso y con las piernas cruzadas enfrente de los ventanales que daban una hermosa vista de la ciudad. Estaba mirando la asombrosa imagen de esta y como el sol se asomaba tímidamente entre algunos edificios que lo ocultaban, pero no era todo. Mello estaba entre sus brazos como solía hacerlo cuando era humano. Suponía que se acordó de la mascota cuando despertó.

—¿Desayunas algo?—Preguntó tratando de darse por notado.

—No, al parecer; lo que me da apetito es tu sangre.—Respondió sin voltear a verle. Y sin vacilar. Sus manos acariciaban el pelaje de Mello con suavidad.—Has cuidado muy bien de ella, y se ve que te quiere. Me sentí emocionado cuando me desperté y la vi parada en la entrada del cuarto.—

KyuHyun se acercó hasta el mayor. Se recargó de espaldas contra un ventanal y fijó su mirada en el mayor.

Tan lindo se veía, sus ojos se veían con brillo, le gustaba ese Yesung. No el que había reencontrado, ese era su Hyung.

—Te daré toda la sangre que quieras. Y respecto a Mello, tu padre me la dio como recuerdo.

Notó como YeSung se había tensado al mencionar a su familia.

—¿Piensas verlos?

—No tengo planeado eso KyuHyun. Además, no estoy de vacaciones contigo.—Giró a verle con la frente un poco arrugada.—Tenemos a KangIn pisando nuestros talones. Puedo sentir su coraje ahora mismo, no perdonara mi traición.

—¿Traición?—KyuHyun se arrodillo para quedar a su nivel.

Yesung se alzó de hombros y dejo a Mello en el piso para que anduviera por ahí, como si los mayores debieran hablar. La perrita pareció entender y alejo sus patitas de ahí para ir corriendo hacia su cuenco de comida.

—Sin uno, no podrá llevar su plan. Lo puede hacer, pero debe matar al traidor. En ese caso soy yo, pero me dije no abandonarte de nuevo.—Miró de un lado a otro para buscar a Mello.

KyuHyun se acerco hasta a el, estirando su diestra para poder tomarle del mentón y hacer que lo mirara. Apenas y Yesung supo que le iba a hacer, hasta cuando sintió la presión de los labios de KyuHyun contra los suyos.

Correspondió a este llevando sus manos hacia sus mejillas, se detuvieron en un instante y KyuHyun junto sus frentes.

No hablaron, solo se mantuvieron observándose el uno al otro. Admirando sus labios, ojos, pestañas, piel, todo lo que se atravesará en frente de sus ojos. Ahí se encontraba KyuHyun haciéndole creer al mayor que todo estaría bien, y quería creerle, Yesung deseaba creerle, abrazarlo y pedirle que lo protegiera, decirle cuanto miedo estaba sintiendo. Comprendía que ambos compartían el mismo sentimiento, pero no quería morir sin decirle sus sentimientos al castaño enfrente suyo, no podía creer la lógica de la vida, nacer, morir, revivir y volver a morir.

—No dejare que nadie te toque. Acabemos con esto juntos.

Yesung arqueó una ceja confundido.

—¿Me estas pidiendo que me alíe a ti?

—Si, tu conoces a KangIn, llevas años con el. No te pido que luches, no lo permitiría, pero si queremos estar juntos, debemos estar juntos en esto.—KyuHyun acarició su mejilla derecha con suavidad para poder convencerlo y también, lo admitía, amaba su piel.

Angels Fall | KyuSung |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora