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—¿Por que no vamos a salir hoy?

Yesung cubrió su torso con las sabanas de la cama mientras observaba como KyuHyun se ponía sus pantalones y después una camisa cualquiera. Su sonrisa se ensanchó ensanchó un poco pero recargo su espalda en el respaldo de la cama.

—El otro día se exterminaron todos los demonios. No hay mucho trabajo que hacer.—Este tomo su demás ropa por ponerse mirando al mayor por él espejo.

—KyuHyun.

—¿Mh?

—Si ganamos esto. ¿Que sera de ustedes?

El tono de Yesung había sonado preocupante. La noche anterior mientras KyuHyun se fundía en el para hacerle el amor, no pudo evitar pensar en ese mismo momento que seria de los lobos.

Sin demonios ahora y teniendo ahora sólo un enemigo, no sabia que iba a ser de los demás. Si el gobierno iba a dejar que ellos vivieran entre las personas con la gratitud de haberles dejado ser libres de nuevo, pero que nueva carrera ocuparían, tal vez los meterían en la policía para los delincuentes humanos. O quizás algunos se dedicarían a otras cosas, pero recordó esa vez que KyuHyun le dijo que quería ser cantante.

El menor caminó hasta a el para agacharse y tomar de su mentón. Observó sus ojos y notó esa sonrisa que no desaparecía del rostro del menor.

“Todo estará bien.” le susurró antes de besar su frente y retirarse del cuarto.

—No creo que todo este bien.

Susurró retirando las sabanas y encargándose de vestir. La sensación de dolor seguía en su cuerpo, pero no había ya ninguna marca de batalla en su piel, ni siquiera había hecho nada. Pero en cambio todos le daban las gracias. HeeChul había venido pero se había retirado de inmediato, igual EunHyuk.

Terminó observándose en el espejo para verse a si mismo. Estaba bien que nadie lo pudiera matar excepto por KangIn, pero conocía ese punto débil que este buscaría cada vez que lo atacara. El corazón.

Cuando se ponía la marca de KangIn, este se volvía el lado débil, pero también se grababa la marca en el interior del corazón. Al arrancarlo o atacarlo, la vida se le iría fácilmente. Tal vez ese también era el punto débil de KangIn, cada vez que los enseñaba a luchar, pedía que no le tocaran el pecho, que según se enojaba e irritaba. Tal vez estaba cuidando de eso, ¿Podía ser que KangIn moría por decapitación o atacar el corazón?, se veía que era una forma muy rápida de morir, era algo bueno pero en ese preciso instante sintió una presencia que le hizo mirar hacia la puerta.

Había sonado el timbre y escuchó como KyuHyun había abierto la puerta. Aquellas personas entraron y no soporto su presencia, le hicieron enojar al grado que caminó a la puerta y salió en dirección hacia la sala.

—¿Que hacen aquí?—Exclamó mirando a los recién llegados que giraron a verle.

Su padre y madre habían guardado silencio, observando hacia KyuHyun quien se había parado a lado de ellos.

—Yo los invite.

—¿Por que?

YeSung estaba aturdido por las acciones del menor. Ahí estaban una de las grandes razones por lo que el era ahora y aunque no los hubiera visto en años. Aún seguía guardando rencor hacia a estos quienes mordían sus labios y su madre, se arropaba con ese grande saco.

No quería verlos, solo mató a KyuHyun con la mirada y se giró dispuesto a dejarlos con las palabras en la boca, pero KyuHyun se lo negó cuando caminó hasta a el y le detuvo de la muñeca.

Desvió la mirada hacía sus padres haciéndole entender que quería.

—No te comportes como un adolescente de 16 años.

Angels Fall | KyuSung |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora