Angels Fall | KyuSung |

10

Se sentía demasiado nervioso. Muy nervioso, solo se hallaba sentado junto a su padre esperando que la familia de JongWoon llegara y poder ir hasta donde el para alejarlo de ese lugar y llevarlo a los jardines.

ChangMin a su lado solo ponía sus labios en forma de pico esperando que con eso algo pudiera hacer en su vida. Pero era todo lo contrario, todos giraban a verle como raro, incluido el propio KyuHyun quien había corrido un tanto su silla y había llevado sus manos a su rostro.

—Ese amigo del que tanto me hablas, ¿Es hijo de mi empleado Kim?

—Demasiado, cuando venga, te lo presentare para que puedas verlo.—Giró su rostro hacia a el con una gran sonrisa en el rostro.

El señor Cho no dudo en asentir las palabras mencionadas por su hijo, cuando este decía algo era porque era la verdad, lo iba a cumplir o era un hecho. Por eso estaba seguro que este llevaría por buenas manos la organización cuando fuera mas grande, aunque muchas veces había hablado con él.

Le había preguntado si en verdad era lo que desaba ser de grande, su vida peligraba demasiado tanto como la suya lo hacia en ocasiones.

Pero al ver como su hijo se perdía observando entre tanta gente que llegaba lo hacia sentir un buen padre, uno que lo había creado de buena manera para enseñarle a proteger a todos.

—No llega.—Escondió su rostro entre sus brazos.

—¿Por que tanta insistencia, eh?—ChangMin se acerco de manera peligrosa hasta su oreja que tuvo que enderezarse de forma brusca provocando que este riera.—¿Acaso le vas a confesar un amor o que?

Siguió carcajeándose pero se detuvo a los pocos segundos cuando noto un pequeño sonrojo que se asomaba de las mejillas del menor quien había desviado la vista de forma rápida.

No podía estar mintiendo, ¿O si?

—¿En serio?

—Callate.

—¿¡En serio?!

—¡Que te calles!—Se levantó de la mesa con el puño alzado que iba en dirección a el rostro del contrario.

—KyuHyun.—Su padre lo regañó al instante lo que fue la salvación de ChangMin quien había llevado su diestra hacia su pecho.

Pero no solo por eso lo había nombrado su padre, si no que también miró a la dirección donde este estaba mirando.

Ahí estaba la familia de JongWoon entrado y saludando a todo el mundo, a todo. Y con una alegría que desborbada, pero JongWoon no venia a lado de ellos, ni porque miro un sin fin de veces a cada lado pudo dar con este.

Tal vez había ido a ver las armas, así que su vista fue hacia este lugar sin dar con JongWoon, solo estaba la gente curiosa que se acercaba para ver el nuevo avance tecnológico de las armas.

—¡Señor Kim!

El tono de voz que su padre había usado le había espantado un tanto, pero eso servía para que estos se acercaran como si nada. Cuando estuvieron enfrente de ellos, observó por detrás de estos esperando ver a un pelinegro tímido, pero no lo había.

—Señor Cho, un gusto verlo.

—El gusto es mio, es un gusto volver a verla señora Kim.—El padre de KyuHyun sonrió con ánimos.—Solo faltaban ustedes para que todo esto empezará —

—Pudieron haber empezado señor. .

—Claro que no, hacerle eso al creador de nuestras nuevas armas, claro que no.—Ambos habían estrechado la mano entre risas.