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La melodía estaba entrando a su cabeza de forma instantánea, recordando el último día en que había visto con JongWoon, aquel día donde lo había abrazado en clases y donde el le había hecho conocer esa canción favorita que el ya conocía. ¿Quien estaba del otro lado de esa puerta y tocando esa hermosa melodía?

KangIn chasqueo molestó y solo alzó sus brazos para hacer chocar sus palmas de manera inmediata haciendo que la melodía se detuviera. La acción le hizo sonreír.

—¿Donde esta YunHo?—Repitió lo que no había podido acabar.

—¿Que quieres con mi hijo?—Aquel anciano que se encontraba como su rehén se atrevió a hablar.

—¿Ahora si es su hijo?—Este rió aun mas de lo que ya lo había hecho.

KyuHyun decidió ignorarlo todo, llevando sus pasos hacia aquella puerta donde se supone estaba aquel salón y un piano.

Quería saber quien era el que había estado tocando aquella melodía de Yiruma. No le puso atención a las palabras de ese demonio o no demonio que decía llamarse KangIn, sus planes de matanza se habían largado con ese toque de piano que parecía lo había hipnotizado.

Posó su palma sobre el cristal de lado de la puerta de esta para hacer que se Abriera, y lo hizo por casualidad. Era claramente que había un piano en el interior del cuarto, pero no había nada mas que YunHo de rodillas a la entrada del lugar, con sus manos en su rostro y tosiendo varias veces. Parecía enfermo, había sangre a sus lados.

—¡Oh, ahí!

KangIn de manera rápida había sorprendido a KyuHyun, este había pasado de manera rápida a su lado y en un abrir y cerrar de ojos; no estaba YunHo.

El gritó de aquel anciano hizo que girara su vista hacia el tema principal, pues KangIn tenia a YunHo abrazado contra el y sosteniéndolo del cuello, igual como JongWoon. No, no iba a permitir eso. Así que llevó su diestra hacia su reloj del cual palpo con sus dedos 2 veces llevando un mensaje a sus agentes.

Posó de nueva cuenta su palma sobre el cristal que lo llevo de inmediato a una contraseña, ingresó esta y marco la clave para que las armas de repuesto fueran liberados.

—Dilo YunHo, necesitó que lo digas.—KangIn sonrió empujando al padre de este lejos de ellos.

YunHo sólo no podía estar tranquilo, su vista estaba nublada y solo podía poner sus manos sobre las manos de KangIn que lo sostenían, lo iba a decir.

—¡Yo necesitó que lo sueltes!—ChangMin estiró su brazo derecho al igual que otros agentes que estaban rodeando al demonio.

Del techo habían caído las armas que todos sostuvieron de inmediato y apuntando a este quien había abierto sus ojos sorprendidos y aun sosteniendo a YunHo. No tenia escape el maldito demonio. Caminó de manera rápida hacia DongHae quien se hallaba mas cerca y con su objetivo listo.

—Destraben las puertas y hagan salir a todos.—KyuHyun se abrió paso entre estos dos para quedar enfrente de KangIn.—Cuidenlos.

—Si comandante.

La gente se apresuro a correr a la parte de la salida externa con algunos agentes quienes les iban a ayudar a salir. Sólo quedando en fila los del nivel G en esos momentos.

Y lo que mas le molestaba a ChangMin, era notar como su amigo mas cercano a el estaba en las manos de ese monstruo que lo sostenía del cuello, parecía que no lo dejaba respirar. YunHo solo tosía y cerraba con fuerza sus ojos, lo estaba torturando. Por dios, YunHo ni siquiera sabia nada sobre defensa y se hallaba siendo presa de una maldita cosa apestosa.

Angels Fall | KyuSung |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora