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—¿Mh?, ¿Algo mas que deseen llevar?

La farmacéutica se quedo parada y mirándoles. Aquellos adolescentes comprando vendas, cremas, pomadas. No era típico de cada día, menos si estos llevaban un uniforme escolar. Podría ser que quizás para un experimento escolar.

Pero no para KyuHyun, que pago todo lo que había pedido y de vez en cuando observaba al pelinegro a lado suyo. Este solo desviaba la mirada e intentaba no verle. Le parecía el colmo que su padre le hubiese puesto de nuevo una mano encima, aunque parecía que ni siquiera la mano le había puesto, su mejilla cortada, su labio roto, Su cuello levemente marcado por dedos le daba a entender que no había sido un pequeño golpe. Y eso pudo darse cuenta cuando se habían encontrado en la parada de autobús como era de costumbre. Este llevaba un cubrebocas de nueva cuenta.

—Muchas gracias.

El menor pronunció mientras tomaba lo que había pedido y con la otra mano tomaba la muñeca del mayor para hacerle salir a su lado.

Este ni resistencia había puesto, solo había bajado la mirada y siguió sus pasos. Se le hacia un poco tonto si KyuHyun era el que iba a limpiar de sus heridas por nueva cuenta. ¿Cuantas veces mas?, no podría soportarlo y no quería quería quedar como un estorbo para su menor. Pero seguía queriendo estar a lado del castaño.

—¿Por que no te vas de tu casa, Hyung?

—No tengo a donde mas que ir.—Susurró desviando la mirada hacia los lados, logrando ver a los soldados que cuidaban a los civiles.

—¿Tíos?

—Serían mi última opción.

—¿Abuelos?

—Solo tengo abuela. Pero tampoco recurriría a ella.—Suspiró dejándose llevar, aun recibiendo la mirada de las personas.

Ni se preguntaría porque, los dos en uniforme y con mochilas, todos pensarían que se habían saltado las clases y no haber entrado. Pero lo que no sabían es que iba con el vicepresidente, los dejarían pasar a cualquiera lugar.

KyuHyun se percató de un pequeño parque que estaba a algunos metros que ellos. No estaba tan inundado de personas, por lo que seria fácil tratar las heridas del mayor y así poder hablar con el. Incluso, hasta había hablado del pelinegro con su familia, claro, sin mencionar las cosas privadas.

Tanto su padre como madre estaban ansiosos de poder conocerlo, ¿Pero como se lo diría?, sabiendo lo desconfiado que era su mayor no estaba tan seguro.

—No me has dicho en que trabaja tu familia.—El mayor soltó a la vez que tomaba asiento en una de las bancas.

—Mi mamá es doctora y mi padre es. .—No sabia si pronunciarlo o no, tan solo se dedicó a sacar alcohol y algodón.

—¿Es?

—Es el jefe del cuartel de seguridad. Se encarga de demonios y así.

—¿En serio?, ¿Has visto alguno?—El mayor pareció tan interesado en ese tema que le incomodo un poco.

—No realmente, pero mi padre dice que no son lo que aparentan.—Susurró tomando algodón con alcohol para llevarlo a la mejilla del mayor.

Este iba a preguntar, pero solo cerró sus ojos por el ardor que había sentido. En ese instante, KyuHyun palmeó un poco con el algodón sobre la herida, pero no pudo evitar bajar su mirada hacia aquellos labios un tanto lastimados. Pero no solo se quedó ahí, recorrió sus mejillas y terminó en sus ojos cerrados. A pesar de tener su cara un tanto rellena, no perdía un ligero toque de inocencia y de cuidado.

Angels Fall | KyuSung |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora