MEKÁNIKA

Prólogo

Para una mayor ambientación:

Solamente es un audio, no hay nada relacionado con la historia. Lo publico así para que sea más fácil poner la música.

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Era una fría mañana de invierno. Las copas de los árboles tenían grandes témpanos de hielo, y las hojas parecían majestuosos cristales que brillaban como el diamante a la luz del sol. Las carreteras y los caminos estaban agrietados debido a la dilatación de las rocas y del mismo asfalto. Parecía una típica mañana en Rusia, solo que esto estaba ocurriendo un poco más lejos, en Londres. Hacía suficiente frío como para que las agujas del Big Ben apenas pudieran moverse.

Ese día yo estaba en mi casa, tan tranquilo como cualquier día. Pero mi madre había salido muy temprano, acompañada de unos agentes MEKA. No sé adónde fueron, pero mi madre parecía muy triste. En la entrada de mi casa había más MEKAs, los cuales procuraban que no saliera de casa, algo poco común, la verdad. El caso es que estaba yo solo en casa y con vigilancia en la puerta. Aunque tuviera seis años, sabía muy bien que algo ocurría. Algo así me sucedió hace dos semanas. Mamá fue a comprar y se quejó del precio de los productos. Después de decir eso, dos agentes MEKA vinieron hacia nosotros. Ahí fue cuando pensé que algo iba mal. Nos sacaron a empujones del mercado y a mi madre la estaban apuntando con un rifle eléctrico. Cuando llegamos al edificio de la corporación MEKÁNIKA, yo me quedé en la puerta, sentado en un banco cercano y con un MEKA a mi lado, vigilándome y sin quitarme ojo de encima... Bueno, aunque llevara un casco que le cubría la cara, y aunque no le pudiera ver los ojos, sabía que él me miraba todo el tiempo, hasta que mi madre salió del edificio. Salía preocupada, y no sabía qué iba a pasar.

En fin, mientras yo estaba en casa, la gente empezaba a ir al Parliament Square. Cada vez se reunía un mayor número de gente. La verdad era un afortunado al tener la casa justo enfrente del Big Ben, y que con solo cruzar esta plaza ya estaba cara a cara con él. Donde vivo ahora, antes estaban los juzgados de Londres, pero en el 2300 más o menos me dijo mi madre que los cambiaron de sitio. Dado que mi tatarabuelo era arquitecto, él construyó este bloque de viviendas para la familia, pero cuando MEKÁNIKA entró al poder, la familia tuvo que disolverse, y solo nos quedamos nosotros, eso sí, tuvimos que pagar bastante dinero para poder quedarnos aquí. Los MEKA nos tienen vigilados.

La gente no paraba de llegar hasta formar un gran bulto, por el cual no podía ver. Subí al piso de arriba para poder mirar por la ventana. Sin poder creérmelo vi a mi madre junto con los MEKA, en el borde de Parliament Square. Toda la plaza estaba cortada al tráfico, y se había preparado una gran plataforma en la cual el comandante MEKA encargado de dirigir este barrio estaba quieto, en silencio, observando a la gente que llegaba. Además de mi madre, también llegaron algunas más personas. En ese momento un escalofrío me recorrió el cuerpo. Esta escena me resultaba familiar, pero no sabía de qué. Creo que la vi desde muy pequeño. En una gran pantalla apareció la presidenta de MEKÁNIKA, una mujer con el pelo castaño y liso, con ojos azules y los labios pintados, como siempre, de color rojo intenso.

"Queridos ciudadanos, - empezó a hablar- hoy nos reunimos aquí con un propósito. Quiero decir unas cosas antes de proceder: primero, desde que la corporación MEKÁNIKA entró al poder hemos tenido un objetivo, mantener la paz en Inglaterra, y mucho más aún en Londres, nuestra maravillosa capital. - la presidenta estaba muy seria, y casi parecía que nos estaba regañando. - Segundo, nuestras normas son muy claras. Se escuchó de fondo. Ahora sí sabía qué era eso, y quería que se parase ya. Las lágrimas empezaban a caerme por la mejilla., y empezaba a gritar diciendo "¡Parad!", aunque sin ningún sentido.

"Cualquier persona que incumpla las normas - seguía la presidenta. - deberá pedir perdón ante los ciudadanos - los MEKA pusieron a mi madre y a tres personas más en la plataforma, arrodillados. - pero, además, deberá pagar. - los agentes MEKA sacaron sus pistolas y apuntaron a los arrodillados. El comandante levantó la mano, y cuando la bajó se oyeron disparos y gritos de las personas allí presentes. Gritos de dolor y miedo hacia MEKÁNIKA. Los MEKA bajaron las pistolas y las guardaron- Esperemos que hayan 'disfrutado' de este evento, y recordad que gracias a MEKÁNIKA, la paz se mantiene y se mantendrá hasta el fin de los días, gracias." Terminó su discurso, tan tranquila como siempre, se fue, y la pantalla se apagó.