12. Nuevas noticias

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Tras el bombardeo, Kirsten ha intentado rehacer su vida, igual que yo. Helen no era mi madre, pero empecé a tratarla como si fuera mía. Era la única figura adulta que me transmitía las mismas sensaciones que mi madre. He dejado de ir a la guarida, no porque esté destruida, ya que el refugio subterráneo no sufrió daños, sino porque cada vez que entro me acuerdo de Helen.

Quien se ha llevado la peor parte ha sido Kirsten, evidentemente. Se pasa los días en su casa, presa de la soledad. No la he visto desde hace semanas, y no me he atrevido a entrar a su casa; no está en condiciones de recibir visitas. Supongo que se pasará el día mirando al vacío, como yo cuando se murió mi madre. Kirsten comparte muchas características que tengo yo. Me preocupo por ella, aunque empiezo a pensar... ¿Qué hizo ella cuando se murió mi madre? No estuvo conmigo en ningún momento, solo nos veíamos cuando iba a comprar o cuando acompañaba a su madre en su rutina semanal por mi casa... Mmh... vale, sí estuvo conmigo, incluso más de lo que estoy yo con ella. Le debo un gran favor.

Tras un mes ha empezado a salir a la calle. He quedado varias veces con ella. Quiere empezar desde cero, olvidar lo que ocurrió y lo que ha ocurrido desde aquel día... Y quiere empezar su vida conmigo.

Por otra parte, la rebelión aún no se ha rendido, todo lo contrario, se ve con más fuerzas para detener a MEKÁNIKA. Ahora están construyendo una gran torre en el exterior del refugio. El proyecto avanza rápidamente, y en unos meses, sino antes, estará acabado. Algunos la están empezando a llamar la Torre del Dragón, por el símbolo de la rebelión. Otros prefieren llamarla la Torre del Dragón Dorado, aunque prefiero el primer nombre.

Ahora que Helen ha muerto, la gente quiere que yo sea su líder. Es una idea descabellada, no soy el único que lo sabe, pero cientos de personas confían en mí, y si empezamos a ganarles batallas a MEKÁNIKA podríamos ser casi miles. Y sé que no soy un buen líder. Seguro que dirigiré a muchas personas por el camino que tomé en el banquete que se organizó, y no me gustó cómo acabó... No quiero conducir a Kirsten a la muerte. Me centro ahora en ella porque ella también quiere que me encargue del papel de Helen.

Ahora me dirijo hacia el refugio de los rebeldes. Desde el bombardeo he estado solo tres veces, una de ellas con Kirsten. Nada más llegar, la gente sigue con sus tareas, hasta que Kirsten sale de la Torre Blanca (o lo que queda de ella). Al verla, los demás dejan todo y se disponen a mirarme sin más. Empiezo a ponerme nervioso, todos están atentos a lo que yo hago, aunque cuento con el factor sorpresa.

- Ryan. – me dice Kirsten.

- ¿Quieres que sea el líder de la nueva rebelión?

- ¿Cómo lo sabes? – me pregunta. Antes de que empezara a preguntar más, le abrazo y le beso en la mejilla.

- ¿Responde esto a tu pregunta? – le he hecho lo mismo que me hizo ella la otra vez en el refugio, y veo que lo ha pillado.

- Eso responde a todas las preguntas. – y me responde con otro beso.

Los demás nos miran y nos vitorean gritando mi nombre y el de Kirsten, el líder y la colíder. Una escena de amor, una multitud de gente emocionada, un enfrentamiento entre dos torres: el caballo y el dragón, y una batalla entre dos bandos. Parece una película. Lo malo es que yo soy el protagonista.

MEKÁNIKAWhere stories live. Discover now