Por la tarde no sé qué hacer. Es el primer día, y me cuesta un poco integrarme. Apenas conozco gente, solo a Helen, Kirsten, Colin y Beth, nada más. Seguro que también habrá más personas de mi edad más o menos, pero no las he visto en ninguna parte. Finalmente decido ir a entrenar un poco en la zona de entrenamiento. Así también puedo conocer las instalaciones, y puede ser que haya alguien allí. Sin avisar, voy yo solo hacia la zona de entrenamiento. Si Kirsten me busca, es el único sitio en el que cree que puedo estar, porque ella también sabrá lo de la misión, ¿no?
Al llegar descubro lo grande que es la segunda planta. Todo está lleno de materiales de entrenamiento, armas, equipos, kits de combate... Decido empezar por los kits de combate. Puedo probar varios tipos. Cada kit tiene algo que lo diferencia, por ejemplo, un kit tiene armamento muy pesado y fuerte, otro es ligero, hay uno con bombas (me gustaría probarlas, aunque aquí creo que no puedo). Y no solo en las armas, también se caracterizan por el color del traje y la ligereza de éste.
A esta hora no hay apenas gente en la zona de entrenamiento. Solo veo a dos hombres, una mujer y un chico. Los tres adultos van a lo suyo. El chico también, pero cuando me ve llegar me mira durante un rato y después continúa. No me gusta que la gente vea lo que practico, hago o cualquier otra cosa. Es una manía mía, así que espero a que los adultos se vayan y me pongo a entrenar. El chico me da igual. Además, me gustaría conocerlo, porque parece tener mi edad.
La zona de armas es una amplia sala casi vacía. Solo hay un muro con armas puestas encima y unas dianas al fondo. Es como una galería de tiro, aunque tiene algo distinto. A un lado hay algo parecido a un búnker de 1 metro cúbico que no sé para qué es. Hay otra parte en la zona de armas la cual está llena de parapetos de hierro, sacos de arena y más dianas, éstas tienen forma de persona. Todas las dianas están en el suelo, tumbadas.
Me meto en la inmensa galería de tiro, donde el chico está probando un arco de un metal ligero. Es raro. ¿Teniendo tantas armas escoge un arco? Cuando lo veo disparar, la flecha va recta, y al impactar en la diana produce una gran descarga. Entonces me como mis pensamientos sobre el arco y me dispongo a probar un arma. Disparo cinco veces a cinco dianas distintas. Le doy a dos de ellas. Pruebo otra haciendo lo mismo. Ahora le doy a cuatro. El chico me observa de vez en cuando. Me empieza a entrar vergüenza al ver que el chico no falla ni un tiro. Pruebo una última arma, es una pistola pintada de gris y naranja, con el logotipo de la rebelión. Al disparar veo que no suelta balas, sino una bola de fuego que impacta recta contra la diana.
Muerto de vergüenza, no disparo más.
- Hola, ¿eres el nuevo? – me pregunta de pronto el chico.
- Sí. Soy Ryan.
- Yo soy Luke. Veo que no eres muy bueno disparando. Si quieres te puedo ayudar.
Durante una hora estoy con Luke en la galería de tiro. Es un buen chaval, y sabe muchas más cosas que yo en este tema, aunque él siente curiosidad por mí. Después vamos a la sala donde estaban los parapetos.
- Prueba aquí. – dice, y me da la pistola con la que había lanzado antes. – Las dianas se van a ir levantando. Intenta disparar rápidamente.
Los primeros tiros son fáciles, y disparo a todas. Luego se va complicando. Aparecen tres dianas seguidas, luego cinco... Al final acabo acertando quince de veinticinco.
- Eso está mejor. Vamos con algo más complicado, sígueme, y esta vez los hacemos los dos juntos. – Luke parece tener muchas ganas de enseñarme. Ahora me lleva hasta la última sala de las armas. Esta vez, la sala está vacía. Solo hay un holograma central en el que eliges la dificultad. – Ahora son objetivos móviles. Toma esto. – y me da otra arma distinta que lanza descargas. – Vamos a probar los dos juntos; no vas a estar solo en la lucha. Y una cosa: intenta no darme a mí. – se ríe.
- Lo intentaré.
Cuando él selecciona la dificultad, las ventanas se oscurecen y las luces disminuyen su intensidad. En el techo se encienden unos láseres verdes. De pronto, un holograma con silueta humana se dirige hacia nosotros. Luke le dispara.
- Ya sabes cómo es esto. Adelante. – me dice.
Los dos juntos formamos un conjunto perfecto. No nos disparamos ninguno, y todo parece ser más fácil.
- Creo que vamos a formar un gran equipo. – Sonríe y mira el reloj. – Me tengo que ir, he quedado con alguien.
- Nos vemos otro día.
- Sí. Adiós, Ryan.
- Adiós.

YOU ARE READING
MEKÁNIKA
Ciencia FicciónSiglo XXIII: Londres es una ciudad hundida en la miseria que provocó la Tercera Guerra Mundial. Enfermedades, revueltas, anarquía... En esta situación aparece MEKÁNIKA, una corporación dispuesta a convertir Londres en la próspera capital que antes e...