18. Kirsten

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- Hola Ry. – me susurra Kirsten, que está tumbada en la camilla del hospital.

- Hola Kirsty. – le respondo. - ¿Cómo vas?

- Ya estoy bien. Las heridas son agua pasada. ¿Y tú? – en su expresión veo algo de tristeza, pero intenta disiparla como puede. Me oculta algo, pero no insisto en el tema.

- Podría estar mejor. No te preocupes, me pondré bien.

Aún estoy consternado con lo que ocurrió la semana pasada en aquella misión. Beth ha estado con nosotros desde el principio, incluso con Helen. Es extraño que no hubiera atacado antes.

Después de la emboscada, Kirsten ha estado todos los días en el hospital, no ha podido salir. Su pierna... va mejorando lentamente, y su cuello está ya perfecto. Afortunadamente solo fue un pequeño rasguño. Vengo a verla todos los días, a hablar con ella o simplemente para estar ahí, a su lado. Por todas las cosas en las que ella me ha ayudado. Finalmente, hoy le van a dar el alta. Y respecto a la misión, Liam deshabilitó la instalación y la llenó de cargas explosivas. Cuando apenas veíamos el fuerte, las detonó. No queda nada del fuerte Henge. Misión fallida, sí, porque no conseguimos conquistarlo, pero tampoco es ahora de MEKÁNIKA.

Mientras estoy con Kirsten en su habitación, un médico viene y se la lleva en la camilla.

- Si quieres puedes esperarla fuera. – me comenta. Ya va a salir. Por fin, después de una semana horrible. Le hago caso al médico y la espero en la entrada de la Torre del Dragón.

- ¡Ryan! – me grita Luke desde detrás.

- Hola Luke. ¿No estabas descansando?

- Ah, ya, pero me he acordado esta mañana de que tengo revisión del brazo. – y levanta un poco su brazo izquierdo, hecho de hierro. Después de la misión me contó que una gran piedra le aplastó la mano. Tuvieron que amputarle parte del brazo, no todo. Sin embargo, tiene uno mecánico que le cubre todo, y la verdad, me gusta cómo le queda. Parece un ciborg, incluso yo diría que lo es. Tiene más fuerza con ese brazo, y puede alumbrar con un láser que lleva incorporado. - ¡Ah! ¿Hoy le daban el alta a Kirsten, no?

- Sí, la estoy esperando fuera.

- Dile que se mejore de mi parte. – me dice finalmente, y se mete en la Torre.

Me quedo solo durante un cuarto de hora. La gente entra y sale de la Torre en un ritmo casi constante. No sabía que la Torre del Dragón fuera tan importante. Y pensar que Beth fue la que llevó a cabo el proyecto... Y hablando de eso, no sé si cuando la empezó a construir ayudaba ya a Ailann. ¿Acaso construyó la torre para la rebelión? ¿O la hizo en nuestra contra? Algún día lo sabré, supongo.

- Ya estoy aquí, Ryan. – me dice Kirsten, que está saliendo del hospital... No, no puede ser... esta no se la perdono a MEKÁNIKA. Kirsten está en silla de ruedas. Al ver mi expresión le cambia la cara. – Mi pierna está curada, pero la bala atravesó el nervio. Ahora me es imposible mover la pierna. No quería que lo supieras.

- Tarde o temprano lo iba a saber. – me doy la vuelta para no ver la situación de Kirsten y no llorar.

- Mejor tarde que nunca. No te enfades, por favor. – me suplica. Sí que estoy enfadado, pues me lo podría haber dicho antes. Aunque, por otra parte, ha hecho bien. No iba a ser capaz de superar el asesinato de Beth y esto junto. Mejor que estén separados estos temas.

- No estoy enfadado, tranquila. – le respondo, e intento aparentar estar calmado. – Venga, vamos a dar una vuelta.

La silla de ruedas de Kirsten es eléctrica, puede controlar el movimiento con unos controles que están en el reposabrazos derecho. Se me hace extraño dar un paseo estando Kirsten así. De todas formas, me calmo y continúo. Caminamos los dos por fuera hasta el mediodía. Decidimos encargar unos bocadillos en el comedor y comérnoslos fuera. No hablamos de nada. Es la situación más incómoda en la que he estado en mi vida. Para distraer un poco mis pensamientos, le pregunto a Kirsten.

- ¿Qué ocurrió cuando yo me fui a la misión?

- Cuando te fuiste, Beth nos dirigió a todos al hangar, donde nos subimos en unos enormes helicópteros que nos llevaron hasta un campo abierto. – el mismo sitio donde nos dejaron a nosotros. – Avanzamos hasta llegar al fuerte de MEKÁNIKA cuando nos dijeron que esperásemos ahí hasta que mandasen órdenes. Estaba claro que quien lo decía era Beth. Tras diez minutos de larga espera, unos tanques llegan justo por donde habíamos venido, y detrás, una horda de MEKAs apuntándonos. – Bajó su tono de voz y empezó a sollozar. – Nos dispararon sin compasión. Sin embargo, vencimos refugiándonos dentro del fuerte. Allí los matamos. Después de eso...

Un gran estruendo interrumpe la charla de Kirsten. Inmediatamente se escucha una explosión, y empieza a salir humo de la Torre del Dragón. Le digo a Kirsten que corra a refugiarse a la antigua guarida. Los demás rebeldes la siguen. La gente empieza a salir de la torre cuando se produce una segunda explosión. En ese momento me acuerdo de Luke. Temo que esté atrapado, así que voy a buscarlo.

- ¡Ryan! – oigo gritar a Colin desde el interior. Sale tosiendo de la torre, sin heridas.

- Dile a Kirsten que voy a buscar a Luke dentro. – y antes de que me pregunte cualquier cosa, entro a la torre.

MEKÁNIKAWhere stories live. Discover now