Vale, admito que eso no me lo esperaba. ¿Ailann es la hermana de Helen? ¿Desde un principio habían estado divididas, o fue el hecho que ha contado lo que hizo que cambiara? No, sí que estuvieron juntas ahora que me paro a pensarlo con detenimiento. Helen trabajó como MEKA para Ailann, por eso aún tiene el traje. El hecho que provocó el odio mutuo fue el asesinato de sus padres. A Ailann se le subió el poder a la cabeza, y ya fue demasiado tarde para que Helen pudiese hacer algo.
- No le des tantas vueltas a la cabeza, Ryan. – me dice Helen. He estado un rato pensativo y sabe que estoy asumiendo lo que me ha dicho. – No puedes hacer nada para evitar que sea mi hermana, pero sí puedes matarla, lo único que hace es sembrar el caos. – pienso en la cantidad de cosas que ha tenido que hacer Ailann para que su propia hermana quiera matarla.
En ese momento unas aeronaves parecidas a naves espaciales aparecen entre los edificios de Londres. Parecen pequeñas, pero cuando están casi encima de la Torre de Londres se ve que pueden tener casi el tamaño de la Torre Blanca, en cuanto a longitud. Puedo contar tres naves, dirigiéndose poco a poco hacia nosotros. Antes de poder hacer nada, la primera nave llega al centro de la Torre de Londres y suelta una bomba en la parte más alta. Nos están bombardeando.
Miles de escombros salen disparados hacia todas direcciones, y un humo gris se empieza a extender por toda la zona. Helen da la alarma en la superficie y manda a las personas dentro del refugio.
La segunda bomba cae fuera de los muros. El estruendo es ensordecedor. Lo único que escuchas después de caer la bomba es un pitido infernal en los oídos. Justo cuando empiezo a pensar si hay heridos, la tercera bomba cae en el lado izquierdo de la Torre Blanca, impactando en decenas de personas que se dirigían a toda prisa hacia el interior del refugio. No puedo oír nada, pero Helen me hace señales para que me meta dentro de la guarida. Voy a toda prisa, corriendo entre una lluvia de escombros y bombas y una niebla en la que no puedo ver qué hay más allá de ella. Empiezo a toser y a respirar polvo, y enseguida se me mete el humo por los ojos, haciendo que no pueda ver. Sin embargo, alguien me coge y me ayuda a llegar hasta las escaleras, donde me limpio rápidamente los ojos. Antes de entrar puedo ver a Helen indicando la dirección hacia la que deben huir, cuando una bomba cae a menos de cinco metros de ella.
Las personas siguen buscando refugio, pero yo me quedo absorto en mis pensamientos y en lo que acababa de ver. La misma persona de antes me coge, esta vez con más dificultad, ya que intento llegar hasta Helen, aunque sin dar resultado. Me agarra con fuerza por el pecho y me baja hasta la gran puerta de titanio. Después de eso creo que me desmayo porque no recuerdo nada más. En mis sueños (si los puedo llamar así) podía escuchar unos pequeños estruendos, las bombas, aun estando casi sordo.
Despierto en una camilla de hospital. Me entra el pánico al no escuchar nada, pero me relajo cuando descubro que las naves bombarderas se han marchado y cuando escucho la voz de Kirsten.
- Estaba muy preocupada. ¿Estás bien? – no respondo. Aún no sé si estoy despierto o no. – Debido a las bombas se te clavó una piedra que salió disparada. Como te estabas desangrando, te desmayaste. Pero puedes estar tranquilo, el médico ha dicho que estás curado.
Ahora que me ha dicho lo de la herida, empiezo a notar dolor en la cadera. Cuando me intento tocar Kirsten me lo impide.
- Mejor no te toques todavía. – me dice.
- Y tú... ¿estás bien? – pregunto.
- Yo estaba aquí abajo cuando lanzaron las bombas. Las instalaciones de abajo no han sufrido daños. Sin embargo, la parte de arriba ya no existe, ahora es un cementerio de escombros... y de cuerpos.
Le empieza a flaquear la voz, y cambia de ser... de ser Kirsten, a ser alguien completamente diferente a ella. La cara de preocupación que tenía en la cara acaba siendo una cara de dolor, su sonrisa cuando me habla pasa a ser inexistente. Sabe que su madre ha muerto, pero quería que yo pensara que estaba bien. Finalmente se ha derrumbado, igual que yo en las escaleras. Y no solo ella, cientos de personas que estaban en la superficie han muerto, tanto rebeldes como civiles inocentes. Todas han sufrido la ira de MEKÁNIKA. No puede ser nadie más. ¿Quién sino iba a atacar el mayor grupo de rebeldes que hay en Londres si nadie excepto ellos sabían eso? ¿Quién es capaz de destruir las vidas de los civiles cercanos? ¿Quién es capaz de derrumbar un edificio de cientos de años de historia? MEKÁNIKA, solo puede ser ella.
Presa del dolor, Kirsten se echa encima de mí y me abraza. Como respuesta, le abrazo también.

YOU ARE READING
MEKÁNIKA
Science FictionSiglo XXIII: Londres es una ciudad hundida en la miseria que provocó la Tercera Guerra Mundial. Enfermedades, revueltas, anarquía... En esta situación aparece MEKÁNIKA, una corporación dispuesta a convertir Londres en la próspera capital que antes e...