Mi Mejor Amigo

Capítulo #1

No sé qué es peor, ver gente que no quiero ver o que empiecen las clases. Yo detesto madrugar, lo odio con todo mi ser, mi alma, mi cuerpo...ok relájate, no te desvíes. Estoy nerviosa, ansiosa, entusiasmada de que ya sea el gran día. Hacen cinco días que no veo a Daniel, ni he hablado con él y lo extraño al igual que mis amigas y amigos de la escuela, ya los quiero ver, poder hablar y compartir como antes.

Es sábado en la noche, mamá no fue a trabajar, por eso Daniel no está conmigo, además no quería que estuviera ya que así me ve antes de llegar a la escuela y la verdad quiero que mi aspecto cambie y así poder causar impresión el primer día de clases. Sí, he decidido cortarme el cabello, siempre lo he tenido como por la mitad de la espalda y decidí cortármelo hasta un poco más arriba de los hombros. Aunque no sé por qué me ha dado con eso, no es normal en mí. Soy muy celosa con mi pelo y cara, no es que me doy tratamientos todos los días, pero me gusta tener mi pelo y cara hidratada y cuidada. Aparte, no es que yo no haya visto a Daniel más de tres meses, pero soy así, me gusta relucir aunque en algunas ocasiones y no se me dé bien, créanme soy un fracaso en eso. Suelo ser muy torpe cuando se trata de ser cuidadosa en algún momento. No es por ser orgullosa o algo es que mis locas amigas siempre me pelean por eso.

Salgo de mi habitación y bajo a la cocina para coger algo de comer. Al llegar me encuentro a mamá cocinando algo antes de todos acostarnos a dormir.

―Hola mamá, ¿qué haces de comer?―le digo sentándome.

―Hola Galiana, estoy haciendo tu chocolate favorito―dijo para luego servirlo y dármelo.

―Huele rico―dije tomando un sorbo y quedándome la punta de la lengua.

"No sé si reírme o llorar. Por estas cosas le estoy diciendo que soy torpe. Una prueba más para aquellos que me niegan lo que realmente soy. Soy una bruta. "

"Esas personas no tienen mentalidad o estarán ciegos o te aman de verdad. Porqué yo pienso exactamente eso mismo de ti."

"Cállate conciencia de mierda. A usted no la mande opinar."

―Oye Gali, y ¿Daniel? Hacen días que no lo veo y me pareció extraño de que hoy no estuviera aquí, él siempre viene antes de que empiecen las clases para irse juntos a la escuela.

―Es que le dije que pasara por mí el lunes por la mañana para ir a la escuela juntos, no quiero que me vea arreglándome. Sabes que quiero que todos vean mi pelo de sorpresa, nadie lo sabe más que nosotros, obvio.

--Qué raro hija, no eras así. ¿Porque eso ahora? Bueno, siempre han ido a la escuela juntos y se ha quedado desde antes. ¿Porque ahora no?--sonríe traviesa―. Me da la impresión que lo que quieres es asombrarlo solo a él.

―Bueno, quiero causar una buena impresión y viendo como me arreglo, no lo es. Tampoco has trabajado de noche cosa que no me he quedado sola en la casa, porque debe de venir, te tengo ti mamita hermosa. No es por otra cosa, jamás lo seria. Además de ser así te lo hubiera dicho.

―Si tú lo dices. Solo te digo que te conozco más de lo que crees. Te tuve en mi vientre por nueve meses, te limpie el cul...

―Ay Dios mamá, no empieces con tu teoría de vida. Simplemente debes de creerme y ya―sonrió. Ella me conocía muy bien y sabía que no me estaba creyendo nada de lo que decía, sabía que todo era más que una simple excusa, pero eso no se lo diré.

―No he dicho nada que no sea verdad, Galiana. Bueno, ya me voy a acostar, me cambiaron el turno del trabajo y tengo que madrugar, vengo antes de las tres de la tarde. Buenas noches y sé que tarde o temprano me contaras todo―se despidió y subió las escaleras.

―Buenas noches, mamá.

Luego de lavar los trastes subí a mí habitación, entre a mí baño personal y me duche, al salir me coloqué mí ropa interior y mi pijama favorita que es de monitos. No me importa si me llaman infantil o lo que sea, pero yo adoro los monos, es mi animal favorito. Voy a mi baño, me lavo los dientes, mi cara y me acuesto a dormir.

(...)

Me despierto por los rayos del sol dándome en mi querida cara. Me levanto de la cama enfadada, odio madrugar, no les miento. Miro la hora en mi móvil y son las diez de la mañana. No importa si piensan que eso no es temprano, pero para mí sí. Voy hacia el baño para cepillarme los dientes y bajar para hacerme el desayuno. Al bajar a la cocina me encuentro a mi hermano menor Jonathan, comiendo como perro y mi otro hermano Eric haciéndose su desayuno, me acerco a él para prepararme el mío.

Termino de hacer y comer mi gran buffet y decido subir a mi habitación para darme una ducha, al salir me puse una falda corta mahon, un body negro y mis vans negras. Cuando termino de maquillarme y peinarme, bajo hacia la sala a ver la televisión, al llegar me encuentro a mis dos trogloditas acostados en los sillones.

―Muévete, cara de culo―le digo a Jonathan.

―Déjame quieto, vete con Eric―me dice sin moverse.

―Pues no...

El timbre no me dejo terminar.

―Esto no se va a quedar así―lo señalo. Como contestación me saco el dedo del medio. Si, muy amoroso el niño.

Voy de camino a abrir la puerta, cuando me percato de que ya mamá había abierto la puerta y ya estaba casi ahogando a Daniel con un abrazo. Ella si es amorosa, extremo diría yo.

―Hola Daniel, ¿cómo has estado?―dijo mamá.

―Bien Jackie, y ¿usted?―dijo Daniel.

―Hola Daniel, que tal tu visita. Se supone que vendrías mañana―dije.

―Te tengo que decir algo urgente, no te lo quería decir por celular por eso vine hasta tu casa―dijo un poco nervioso―. Por cierto, lindo corte.

Me sonrojo. Soy muy sensible a estas cosas, aunque no lo parezca.

―Pues sube, vamos a mi habitación―dije haciendo que mis nervios subieran por las palabras que dijo Daniel.

―Vale.

―Me dejan la puerta abierta―gritó mi mama. Nosotros no pudimos evitar reír.

Subimos a mi habitación para poder hablar sin interrupciones de mis hermanos sacados de Marte. Al llegar me senté en mi cama y el uso mi silla del escritorio.

―Bueno, dime que es eso que me tienes que decir tan urgente.

―Está bien―. Mi mamá ha decidido irnos para Londres, ella piensa que allá voy a tener más oportunidades en la universidad y en el empleo.

OH.FUMATE.UN.PEO. Me quedaré sola.

(...)

Aquí otro capítuloooo.

¡Espero y les guste!

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