36. Remember.

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12 de Marzo, 2015.

La casa de Heidi parecía abandonada en todos los sentidos. Se podía escuchar el eco de mis pasos al caminar por la madera y todos los muebles estaban cubiertos de polvo. El ambiente era sombrío, como si de una casa embrujada se tratase. Suspiré, mientras me preparaba mentalmente a limpiar todo, pues no sabía cuándo volverían a ser usados los muebles y demás.

Mientras iba de aquí para allá con el plumero, limpiando, pensé en los días en los que viví aquí. En cómo Catherine nos gritaba que no fuéramos a romper algo a Heidi y a mí mientras corríamos por la sala, en como Carl nos enseñaba a las dos a conducir y cómo Heidi casi choca el carro contra el de la vecina, la cual nunca nos saludó.

En cómo en los días en los que perdí a mis padres, me tendieron su mano para no caer, en cómo me fueron ayudando, para que Lia volviera a sonreír. Mis padres no tuvieron una buena comunicación consus familiares, por lo que nunca tuvimos contacto con ellos. Y aun cuandoocurrió lo que pasó no hubo alguna llamada por parte de alguno de ellospreguntando por la pequeña que se quedó huérfana; por eso veía a los Kleibercomo mi familia. 

Pensé en el día en que conocí a Namjoon, y a Hoseok. En el primer día de escuela y cuando conocí a V. Cuando visité a Hoseok para preguntar por Tae y cuando jugaba con él. En lo que pasó con Alice y JongIn, mis tiempo fríos de secundaria y cómo es que Heidi llegó a hablarme sobre el concurso, que me llevaría a estudiar en Dalton School.

En todo lo que viví estando en esta casa, que me recibía con amor al llegar. Pero ahora, lo único que me recibía era el porqué no había nadie en casa.



En la noche de la navidad, cuando el avión que iba con destino a Nueva York se desplomó, Cat, Carl y Heidi iban en él para darme una sorpresa de navidad. Y vaya sorpresa la que recibí. Cuando descolgué el teléfono, supe que algo andaba mal y no me equivoqué, lamentablemente. Me comunicaron sobre el incidente y que ellos iban ahí. Ellos iban en el avión y después de eso iban, en una ambulancia al hospital más cercano.

Gracias a eso me quedé en casa y no tuve comunicación con nadie, durante varios días de enero. Solo me quedaba en el apartamento, lamentando mi mala suerte. Lloraba sin pena, puesto a que no quería perder a mi segunda familia. Hasta que los chicos supieron que algo no andaba bien. Fueron ellos quienes me obligaban a comer o me acompañaban en el día. Así fue el mes de enero para mí.

Ahora ellos, mi segunda familia, estaban en el hospital donde Namjoon me había dicho adiós y eso era aún más difícil para mí. Habían caído en coma, y no sabía si despertarían.


Cuando entré a clases en febrero, supe que Taehyung se había cambiado de escuela. Tal y como lo hizo aquella vez que fui con Hoseok a preguntar por él. ¿A dónde había ido? No lo sabía. No me comentó nada tampoco. Ni siquiera hubo un intento de su parte en llamarme. Nada. Y eso dolía más que verlo con ella. Porque fuera de todo yo era su amiga, o eso creía. Fue entonces cuando perdí toda comunicación y todo lazo que me unía a él, a excepción del pasado. Sólo eso era lo que me quedaba de él.

Los días pasaron, y yo por más que pudiera no sabía cómo volver a sonreír. Sonreír francamente, y no de esas sonrisas que te salen por compromiso o porque quieres mostrarte fuerte.

Sonreír de alegría y no por obligación.

En clase era una tumba, prácticamente. Y eso lo podían notar todos. Ni siquiera con Jimin podía entablar una conversación que durara más de un minuto. Las únicas dos personas con las que podía hacerlo eran YoonGi, quien me consolaba con su música y las notas de piano, y la directora Miller, que gracias a la fuerte amistad que habíamos entablado era por lo que hoy, gracias a un permiso especial otorgado por ella, estaba aquí, despidiéndome de esta casa que por muchos años me acunó y me arropó del frío.

Mi teléfono sonó, de pronto, cuando limpiaba un marco de una pintura que había en la pared, justo atrás de la sala.

― ¿Diga?

― ¡Lia! Si vas a salir y ausentarte, tienes que avisarme, ¿entiendes?

― Sí está bien, comprendo Jimin.

― Vale, entonces, ¿Cuándo regresas?

― En dos días.

...

El domingo había sido ocho de marzo, día del aniversario de Namjoon por lo que no fui a Central Park, como era mi costumbre. Ese día, en compañía de Hoseok había ido a dejarle flores, exactamente claveles blancos. Y el ver en el florero que tenía Catherine en la mesita central de la sala las mismas flores me hacía sentir miserable pero a la vez no. Porque todo lo que era bueno para mí se iba en un instante, aunque, no podía decir que todo lo malo se quedaba conmigo porque ciertamente, no había nada malo.

Dejé la taza de café que había preparado cuando acabé de limpiar en aquella mesita y me senté en el sillón, sobre el hule que cubría éste. Y sólo por unos minutos, me tomé la libertad de pensar en mí y todo lo que pasaría después de esto. Porque estaba casi segura de que sería la última vez en venir aquí durante bastante tiempo y el futuro de éste lugar era incierto.

Cerré mis ojos y como si no importara mucho, me quedé dormida. Puede que por el cansancio o simplemente para despejarme un poco. Lo seguro era, que tuve un sueño. Un sueño en donde apareció Taehyung.

Porque a pesar de todo, ni siquiera en los sueños era capaz de dejar de pensar en él.








03 de Abril,2015.

― Mamá, papá, Zarah... ―dije a las tres lápidas que había frente a mí―. Puede que ya lo sepan pero, hay muchas que tengo que decirles, ¿cierto?

Y sin permiso ni aviso previo, una lágrima resbaló.








   

  ٭٭٭♥♠♣♦٭٭٭

El final se acerca. 

...



OK ESO SE VIO MUY DE PROFETA HABLANDO DEL FIN DEL MUNDO XDDD

No tengo nada más que decir. Sólo eso. Eso y que tengo frío a pesar de que es verano xdd en fin a nadie le importa xD

Gracias por leer ♥

Watson.

Old Days, memories» Taehyung BTS [김태형] 🔖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora