Old Days, memories» Taehyung BTS [김태형] 🔖

37. Comprender.

15 de Abril, 2015.

Apartamento de Lia.

Después de que Jimin me llevó con SooYoon para despedirme de ella me acompañó a casa. Dejé mi cámara y mi bolsa a un lado y pude observar todas las maletas que ya tenía empacadas, las cuáles no eran muchas.

Me entró un pequeño shock, pues reflexioné acerca de que éste había sido prácticamente mi último día aquí. No había ido a clase y la directora Miller estaba enterada de ello. Me iría mañana, y eso me hacía tener un pequeño sentimiento de nostalgia. Comprendí que me quedaban sólo unas cuantas horas en este lugar.

Fue por eso que decidí dar mi último paseo seminocturno por los alrededores. De todas maneras no creo que demorara mucho.

Salí y empecé a andar a paso un poco más lento que de costumbre, y al llegar a Central Park me detuve. No quería ir para allá. En la mañana había ido y creía que había sido suficiente. Pero por alguna razón, en lugar de agarrar otra ruta, me quedé inmóvil en la esquina, mientras las personas pasaban de mí; esperando algo que yo misma sabía no iba a suceder.

Escuché que alguien gritó mi nombre y volteé hacia todos lados como una loca, pero al final no fue nada. Tal vez ya alucinaba cosas. O tal vez, realmente alguien me llamaba, pero jamás lo sabría porque en lugar de esperar un poco más me fui sin esperanzas de ahí.

16 de Abril, 2015.

Apartamento de Lia.

― Es hora ―le dije a mi reflejo, que veía en un pequeño espejo situado a un lado de la cama en que dormía.

Hice todo lo necesario, desde darme una ducha hasta repasar si no se me olvidaba algo. Una vez que revisé que todo estuviera en orden, el conductor que me llevaría hasta el aeropuerto me ayudó a bajar todo, por lo que no demoré mucho en subir al carro y partir a mi destino.

Aunque el tiempo transcurriera de lo más normal, para mí todo iba en cámara lenta. Por eso, todo se me hacía muy despacio, incluso el andar de los autos. Porque así era la única manera de no pensar en todo y en nada. Y podría recordar cada señal, cada semáforo, cada raya y cada esquina de mi trayecto, atesorándolo en mi mente, porque al final, esta ciudad había sido muy acogedora para mí.

...

Aeropuerto Internacional John F. Kennedy.

Después de comprar mi boleto de avión y ayudarme de nuevo con el equipaje, el chofer se despidió amigablemente y me dejó ahí, esperando que llegara la hora de mi vuelo. Una vez sentada en una banca azul, miré hacia todos lados, y exactamente vi, cuando un chico tropezó accidentalmente con la maleta de una chica.

Recordé entonces, el día en que choqué con Jimin y sonreí, por instinto. Nunca habría imaginado que me encontraría al que se convertiría en uno de mis mejores amigos ese día. No me había despedido de él, no porque fuera descortés, sino porque él a veces podía ser muy sensible y no quería que llorara. No me gustaba verlo así. De todas maneras, planeaba verlo seguido, obviamente con el consentimiento de mi ahora tutor.

Por las bocinas se escuchó que ya faltaban cinco minutos para que saliéramos a subir al avión, así que me levanté de mi asiento dispuesta a acercarme.

― ¡Lia! ¡Espera! ―habló una voz de repente, así que me giré hacia donde provenía―. ¿Te vas, y ni siquiera pensabas despedirte? ―me abrazó sin previo aviso, pero aun así correspondí la acción.

― No te vayas ―decía con voz entrecortada. Mis labios se curvearon esbozando una gran sonrisa, mientras gotitas saladas comenzaron a salir de mí. No sabía qué decir.