Old Days, memories» Taehyung BTS [김태형] 🔖

13. Recuerdo (XII).

07 de Marzo, 2014.

Dalton School, Nueva York.

– ¿Qué pasa Lia? – Preguntó YoonGi al terminar.

– Extraño esos días. – Le hablé mientras una lágrima recorría mi mejilla izquierda.

Él me abrazó y comencé a llorar sin más. De pronto se escuchó el rechinar de la puerta y nos sobresaltamos un poco, se abrió lentamente pero de esta sólo pasó el flujo de aire, fue demasiado raro, me despedí de YoonGi y salí, sentía que alguien estaba observándome pero yo sabía que no era nada. Esa situación ya me había pasado aquel día que me subí a la azotea, pero no le di tanta importancia de todas maneras.

08 de Marzo, 2014.

The Uptown, Nueva York.

Me encontraba sentada en una de las mesas de aquel local, ya era habitual que fuera a ese lugar, la verdad era muy agradable, elegante pero con un toque de sencillez, me gustaba así. Estaba aquí porque ayer Jimin me había dicho que nos viéramos... La verdad no sé qué quería que le dijera, bueno... tal vez sí.

Miraba a través de la ventana absorta en mis pensamientos, la verdad es que estaba aquí desde las ocho de la mañana y aunque Jimin me había dicho que a las diez pues ¿qué se le podía hacer? No tenía nada en que ocuparme. Escuché que alguien hablaba.

– ¿Señorita? – Un joven apuesto agitaba su mano haciendo que despertara repentinamente de mi pequeño trance.

– ¿Cuál margarita? – Pero qué idiota, me di una bofetada mentalmente por la tontera que acababa de decir, el chico se rio por lo bajo para luego volver a dirigirse a mí.

– Pues si eso desea ordenar se lo traeré con gusto, señorita. – Él tenía una gran sonrisa, no sé si era porque los empleados debían de ser así o porque realmente le daba gracia el incidente de hace un momento.

– Lo siento, no era mi intención decir eso. – Estaba en serio apenada.

– No importa, ¿aún no ordenará nada?

– No aún no, espero a alguien.

– Está bien...– Se fue alejando de ahí para dejar su libreta en la barra y volvió. – Sólo por curiosidad, ¿A qué hora vendrá su cita?

–No es una cita... –Dije apenada. – Pero vendrá a las diez.

– ¿Y por qué está aquí desde las ocho?

– ¿A caso me espiaste?

– Fuiste la primera en llegar. – ¿Desde cuándo tomamos tanta confianza en hablarnos así? – De hecho eres la única aquí.

– Oh. –Analicé el lugar. – Es cierto.

– Por alguna razón estoy deseoso de saber sobre ti. – Hizo una silla hacia atrás. – ¿Me puedo sentar?

– ¿Es normal que los empleados tomen asiento y conversen con la clientela?

– Sólo si no hay nadie más a quién atender y la única persona en el establecimiento está únicamente calentando la banca.– Me contestó de una forma que me sorprendió un poco y al analizar mis palabras anteriores comprendí. Vale, había sido un poco grosera.

– Bueno lo siento, tal vez fui un poco grotesca con mis palabras.

– No te preocupes, la gente es así a veces. – Se encogió de hombros.

– No no, es que no me fijé en lo que dije, en serio disculpa.

– En serio, no es nada. – Sus labios se curvearon en una bella sonrisa.