Bungou Stray Dogs(oneshots)

Atsushi Nakajima

Bebé tigre que amamos con todo nuestro corazón♥

✔️

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Escapar.

Eso era lo único que la pobre chica pensaba en esos momentos. Su vida dependía de ello y, sinceramente era muy joven para morir.

¿Qué ocurría? Lo normal, un tigre blanco que salió de la nada le empezó a atacar y perseguir, cosa diaria, claro que sí.

Era media noche. Volvía de una fiesta en la que nunca planeó quedarse tanto tiempo y nadie la culpaba, socializar no era uno de sus puntos fuertes después de todo.

La persecusión con el tigre no duró ni dos minutos. Para cuando (T/N) se dio cuenta, ya la había encerrado en un callejón sin salida.

Tragó saliva. Era lógico, es casi imposible escapar de un tigre de ese tamaño con tan solo los pies. En cuestión de segundos debía matarla, ¿no es así? Esperaba que sí.

El tigre se empezó a acercar poco a poco, casi como si estuviera disfrutando del miedo que la chica emanaba. Por inercia, (T/N) cerró los ojos, esperando lo peor...cuando escuchó la voz de un hombre al inicio del callejón.

—Localizado~. ¡Atsushi! ¡¿Cómo se te ocurre atacar a una bella mujer?!

¿Atsushi? ¿Ese animal tenía nombre? ¿Su dueño quizás?

A (T/N) se le vinieron un sinfín de preguntas a la cabeza al ver a aquel nombre y escuchar que, al parecer el hermoso tigre blanco frente a ella tenía nombre. Era todo tan extraño.

La chica por fin volvió a abrir los ojos con curiosidad de ver quién sería el dueño de aquella bestia y se sorprendió al observar que, el supuesto dueño, ya estaba frente a ella, dándole la espalda y tendiendo la mano hacia el tigre.

Con miedo, observó la escena. Pensó que en cualquier momento, el tigre le arrancaría el brazo y el milagro de poder escapar se iría. Sin embargo, en el momento exacto en el que el tigre tocó la mano de aquel misterioso hombre, una luz reesplandeciente que le cegó, salió del felino.

Lo más extraordinario de todo, fue que poco a poco, se fue haciendo más y más pequeño, perdiendo su forma y obteniendo la de un muchacho.

¿Qué mierda estaba pasando?

Al ver al pequeño hombre, (T/N) pudo observar que se trataba de uno tierno, con un estilo de cabello bastante peculiar, de tez blanca, delgado y, por lo que podía deducir, de una estatura promedio.

—¡Ah! Discúlpeme, bella dama, somos de la Agencia Armada de Detectives. Se nos escapó nuestro pequeño amigo, ¿estás bien? —preguntó el castaño al ver que la pobre no dejaba de temblar y las lágrimas estaban al borde de caer.

Agencia Armada...ahora todo tiene sentido.

(T/N) asintió. No tenía muchas ganas de platicar ahora con el misterioso hombre lleno de vendajes por los brazos y cuello. Extraño.

Aquella noche, se fue junto con el detective que se presentó como Dazai Osamu, quién no podía dejarla volver sola a casa, toda paniqueada y temblando de miedo. Además, a horas tardías de la noche.

Fueron a lo que parecían unos departamentos. Dazai dejó al hombre tigre en el suyo y luego volteó la mirada hacia (T/N).

—Su nombre es Atsushi. Él...todavía no puede controlar su poder —empezó a explicar con tranquilidad y la esperanza de que la chica entienda —. Si no es mucha molestia, me gustaría que no le comentáras nada de esto...