Bungou Stray Dogs(oneshots)

Mark Twain

Perdón por las lentas actualizaciones :,,,D 

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La madre de (T/N) sabía que su hija era algo... especial, por no decir diferente a las demás niñas. Puesto que, a comparación con ellas, quienes se la pasaban jugando con muñecas, a la hora del té, a maquillarse o ver películas de princesas, su hija... Bueno, a (T/N) le encantaba poner latas y botellas de refresco a lo lejos, apuntar con una roca y darles. Era increíble cómo se le iluminaba la cara de la pequeña siempre que le atinaba y, he de recalcar, que tenía muy buena puntería. Su madre veía el hobby algo único, pero no por ser diferente le diría que pare, al contrario, la apoyaría. 

Es por eso, que, para su noveno cumpleaños, le terminó regalando una resortera. Si bien las demás madres veían el regalo extraño, no apto para una niña de esa edad, a la madre de (T/N) le sudaba las opiniones de los demás, si su hija era feliz apuntando a cosas y tirándolas, entonces que así sea. Por supuesto, los demás regalos de sus amigas, las cuales iban desde muñecas a ropa, fueron olvidadas casi al instante en el que la niña vio la resortera, fascinada e impaciente por empezar a practicar con dicho instrumento. 

Los años pasaron y, cuando (T/N) descubrió la existencia del tiro con arco, su vida dio un giro de ciento ochenta grados. 

Empezó a tomar clases con una mujer llamada Kouyou, campeona de Yokohama de hace tres años, hermosa y con un tacto que le agradaba a (T/N). Como era de esperarse, la chica rápidamente aprendió y, antes de que se diera cuenta, a los apenas doce años, ya estaba compitiendo para ser la mejor en Yokohama. Era conocida como una niña prodigio. 

Tuvo varios sentimientos encontrados, cosa que era normal, puesto que era su primera competencia oficial y, aún así, logró llegar a las finales en contra de Akutagawa Gin, una chica un año mayor que ella de un hermoso cabello negro lacio, buena puntería y campeona del anterior año. Como todos esperaba, terminó ganando la azabache. Fue la primera vez que (T/N) lloró una derrota, mas eso no la detuvo y, al año siguiente, con trece años, terminó derrotando a quien doce meses atrás le quitó el triunfo, una victoria bastante satisfactoria en su opinión. 

Por supuesto, su nombre poco a poco empezó a resonar. Inclusive, caminando por las calles, algunas personas la reconocían, le felicitaban por haber logrado tanto en tan pocos años y eso, le hacía de alguna manera bastante feliz a (T/N).

Como la mejor en Yokohama, fue invitada a competir en la rama femenil nacional. Su madre, encantada, viajó junto con ella hasta Tokio para poder presenciar las competencias. A decir verdad, para haber sido la primera vez en las nacionales para una niña de trece años, a (T/N) le fue de maravilla, tan así, que quedó en tercero y en el corazón de varias personas. Estuvo tan cerca de obtener ese segundo lugar o inclusive primero, pero a la vez tan lejos. 

A los catorce, volvió a ganar como la mejor en Yokohama, fue invitada por segunda ocasión a las nacionales y pensó que, al tener un poco más de experiencia, esta vez sí que podría ganar ese primer lugar. Hasta que se enfrentó con quien ganó el año pasado: Yosano Akiko. 

Cabello negro corto y lacio, una postura hermosa, relajada cuando competía, alborotadora y divertida una vez ganaba. Era seis años mayor a (T/N), por lo que tenía sentido, sin embargo, ¿eso la desanimó? Por supuesto que no, al contrario, ahora con una segunda derrota en boca, solo se impulsaría y esforzaría más para poder conseguir esa victoria contra la mayor el siguiente año. 

Fue en esa tercera competencia nacional, que su vida pareció haber dado otros ciento ochenta grados. 

No estuvo nerviosa en ningún momento, la mayoría de sus competencias las ganó con facilidad. Para cuando llegó el día de la final, una que, por segunda ocasión, sería disputada por ella y Yosano, cuando entró al edificio donde se realizaría esa última batalla, concentrada, con todas las ganas de ganar y obtener esa medalla, su mirada recayó en un chico al que jamás había visto y toda esa concentración se fue al caño.