Fyodor Dostoyevski

4.9K 207 353
                                    

No tengo nada que decir, solo, hola. 

...

...

7 años. 

—¡(T/N)! Si no te apuras te dejaremos atrás.

Era invierno.

Los niños iban y corrían del bosque hasta su aldea, jugando todo tipo de cosas, riendo y haciendo travesuras. Entre sus juegos favoritos, estaban las escondidas, cazarse entre ellos, carreritas, entre muchas otras. (T/N), al ser de las más pequeñas, siempre terminaba al final del grupito de niños, justo como ahora. 

—¡Si me esperaran sería mejor! —devolvió ella, tratando de ir lo más rápido de lo que sus pequeñas piernas le permitían, pero era imposible, los niños eran mucho más veloces y, si seguían corriendo así, los iba a perder. 

¡Y ella no sabe volver sola a la aldea! Necesitaba alcanzarlos o-

¡Plash!

Paró en seco, volteando su cabeza hacia donde escuchó el extraño ruido, casi como si alguien se hubiera caído, alguien muy pequeño. (T/N), completamente absorbida en descubrir qué había sido, no dudo en alejarse y empezar a meterse entre las ramas de los árboles y los arbustos, olvidándose por completo de los demás niños, y con sus grandes ojos, empezó a buscar lo que pudiera haber provocado aquel sonido.

Sus ojos se ampliaron más al ver a un pájaro sobre la nieve, con lo que parecía ser la patita rota e intentando volar. Por supuesto, no dudó en ir tras él, acercándose con cuidado para que este no se asustara. 

—Tranquilo, no te haré nada —trataba de explicarle (T/N), acercando sus pequeñas manos al animal —. ¡Auch! 

Pero este le terminó dando un picotazo. (T/N) frunció las cejas, alejando sus manos... pero así no podría ayudar, así que, ignorando la advertencia del pequeño animal, volvió a acercarse y, esta vez, acarició sus plumas, suaves como su cobija, y este, al ver que la pequeña de verdad no parecía querer hacerle algo malo o daño, se dejó. (T/N), orgullosa con ella, alzó al pequeño animal con cuidado, dejándolo reposar en sus brazos y-

Oh. ¿Dónde estaban los demás? ¿Se alejó tanto? ¿Cómo iría a la aldea ahora para ayudar al pájaro? 

Este se removió en los brazos de ella.

—Creo que estamos un poco perdidos amigo...

El animal alzó su cabeza, observándole expectante, y (T/N) se sintió algo mal, porque ahora los dos iban a morirse de frío. 

La pequeña, sin querer alejarse más de donde estaba, se terminó sentando en la fría nieve, recostándose sobre un árbol aún con el pájaro en sus brazos. 

—Perdón, quería ayudarte... —le susurró ella al animalito, quien ya se había acostumbrado a la calidez de (T/N), completamente acurrucado y listo para dormir. 

(T/N), aunque preocupada, sonrió al ver que el pájaro había cerrado los ojos y... ¿Qué se supone que hiciera ahora? El sol empezaba a ocultarse, los animales salvajes saldrían y los comerían. ¿Así sería su final? 

—Perdón... —volvió a susurrar, sus propios ojos sintiéndose pesados de repente, cerrándolos hasta que perdió la noción del tiempo y su conciencia se iba al mundo de los sueños...

...

...

...

(T/N) escuchaba pasos a los lejos... y que ella se movía con ellos. ¿Estaba ya muerta? ¿Los lobos habían acabado con ella y el pájaro? No... no podía ser, porque estaba cálida y se sentía cómoda y, aunque no supiera nada de la muerte, estaba segura de que así no se sentiría. 

Bungou Stray Dogs(oneshots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora