El pediatra que todos quisiéramos tener alch.
Créditos a su respectivo/a autor/a de le bella imagen de arriba<3.
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—¡¿Puedes sentarte de una maldita vez?!
—¡Pero quiero papas!
(T/N) apretó con fuerza el volante. Necesitaba relajarse o terminaría estrellando el auto para poder dejar de escuchar los llantos de su hijo, de sentir sus patadas por detrás del asiento y, de olvidarse de que aún debía llevarlo al único pediatra que le quedaba en la lista. Sentía que solo quería caer en un profundo sueño para nunca despertar de nuevo. Sí, así de estresada la tenía el pequeño Fumiya. ¡Pero no era su culpa! ¡Había llevado al niño a tres doctores y, debido a que nadie lo soportaba, los terminaban sacando!
Su salvación fue Yosano, quien le dijo que era probable que el niño tuviera déficit de atención e hiperactividad y, que lo mejor, era llevarlo a un pediatra para que le hicieran un diagnóstico para luego hacer un plan de cómo ayudarlo y controlarlo. Sin embargo, antes de que si quiera pudiera llevarlo al especialista, a Fumiya se le había ocurrido la maravillosa idea de enfermarse de gripa.
Sintió lástima por el pediatra que tendría que atender su gripa y, su posible trastorno.
—Pues lo siento mucho. Primero iremos al doctor y luego a la casa donde te haré un sándwich.
(T/N) solo escuchaba los llantos provenientes de atrás y quería matarse. Observó al pequeño por el retrovisor, en donde veía sus mocos caer, la cara roja como un tomate, las lágrimas resbalar como si de una cascada se tratara y su cabello algo húmedo, probablemente de sudor. Prendería el clima si tan solo el niño no tuviera calentura. Vaya día.
Llegaron a un gran hospital. Era la segunda clínica más cerca de la casa de (T/N). De un suspiro, apagó el auto para luego bajar del mismo e ir a la puerta de atrás y abrirle a su hijo.
—Vamos —le dijo una vez le quitó el cinturón.
Fumiya la mal miró por unos segundos antes de bajarse e irse corriendo hasta las puertas del lugar, dejando atrás a una (T/N) apunto de arrancarse los cabellos.
—¡No corras, ven acá! —le gritó, cerrando la puerta para empezar su pequeña carrera tras el niño.
Al correr, observó un poco los alrededores. Era un gran hospital, el estacionamiento por suerte, no estaba muy lleno y el gran edificio blanco, con varias ventanas y con uno que otro árbol al lado, le inspiraban confianza, por alguna razón.
Al entrar, buscó rápidamente con la mirada la cabellera del pequeño, encontrándolo en seguida, metido entre dos personas que al parecer estaban teniendo una conversación y, como ya era costumbre, seguro al pequeño se le había hecho una fascinante idea de meterse en la plática. Con rapidez, se acercó hasta ellos, poniendo sus dos manos en los hombros del pequeño y echándolo para atrás.
—Disculpa —se inclinó junto con Fumiya hacia las dos personas, para luego guiarlo hasta las escaleras, que es donde la señal decía que estaba el pediatra.
Caminaron en silencio todo el tramo de las escaleras y parte del pasillo, llegando a una pequeña recepción en donde seguro debía preguntar por el doctor.
—Buenas tardes, ¿para el pediatra? —preguntó (T/N) a la chica pelinegra frente a ella.
—Claro, ahora debe estar atendiendo a alguien, luego de esa persona puede entrar, es la tercera puerta a la derecha —explicó amablemente la señorita, a lo que (T/N) agradeció.
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Bungou Stray Dogs(oneshots)
FanfictionEl título dice todo(?) :"D Hay de cosas tiernas a lemon🤠 Se andan corrigiendo los primeros capítulos❣️ Los que tengan "✔️" ya están al menos en un 90% corregidos🥴 Ninguno de los dibujos me pertenece, créditos a sus respectivos autores.