Bungou Stray Dogs(oneshots)

Chuuya Nakahara (Lemon)

Créditos a su respectivo/a autor/a de la imagen preciosa de arriba❣️.

✔️

...

...

...

Era una noche fría en la que nuestra protagonista, (T/N), cumplía 20 años. Ese día decidió ir a tomar algo con su mejor amiga, Karin.

¿Por qué con ella en vez de pasarla con sus padres, su familia? Una respuesta sencilla, ellos siempre andaban en viajes de trabajo y, además, no se llevaban muy bien.

Como regalo, le mandaron dinero junto con una carta de felicitación. No era como si a (T/N) le importase que no estén, pero mirando el lado bueno, ¡le mandaban dinero!

Karin era la típica chica fiestera y loca, demasiado para el gusto de (T/N). Y, al parecer, para este día especial, quería ir a un disco-bar en donde las cosas normalmente se salían de control y, como era el cumpleaños número veinte de (T/N), a ésta no le importó mucho el lugar y simplemente aceptó su propuesta.

(T/N) decidió ponerse un vestido ajustado que le llegaba arriba de las rodillas, el cabello se lo dejó suelto, se puso unos tacones algo altos y un poco de maquillaje, pues no era muy fan de éste último. Karin iba casi igual, solo que ella tenía el cabello amarrado y mucho más maquillaje. Pasó por (T/N) a eso de las diez de la noche y se fueron directo a su destino.

Al llegar, (T/N) pudo observar que era un lugar algo oscuro con luz y sonido, justo como si amiga le había explicado. Era de esperar de un bar así. El olor a cigarrillo, alcohol y sudor, le impregnó en seguida. Gente por todos lados tomando, bailando tan cerca, como si estuviera pegados y, algunos, comiéndose a besos, pensando tal vez que se encontraban en un hotel, era un poco asqueroso.

(T/N) no pudo evitar sentirse un poco incómoda, puesto que ella no estaba acostumbrada a este tipo de ambiente que, a decir verdad, no era su favorito. Por otro lado, Karin parecía estar teniendo la noche de su vida.

...

...

...

Después de un rato bailando, decidieron sentarse en la barra, pidiendo dos bebidas en lo que recuperaban el aliento.

—¿Te sientes fuera de lugar? —preguntó Karin al ver la cara de disgusto de la chica junto a ella.

—Un poco, no acostumbro a venir a lugares así, pero está bien, no te preocupes —trató (T/N) de relajarla. No quería que se sintiera mal, le había ido a buscar y todo.

—Ya verás que después de unos tragos, dejarás de sentirte incómoda~ —comentó con seguridad, haciendo que (T/N) sonría con simpatía. 

—Claro, claro —le dio la razón, con sarcasmo de por medio.

La siguiente hora, las dos chicas estuvieron hablando sobre cómo había ido el día, lo que hicieron en vacaciones y las cosas tontas que habían pasado en sus respectivas universidades.

Karin se quejaba igual de cómo su novio era muy celoso y molesto, aunque la verdad, a (T/N) eso no le importaba mucho, son las consecuencias de haberlo escogido a él, a pesar de que tuviera tantos pretendientes mucho mejores que él.

Durante la conversación, (T/N) notó por el rabillo del ojo a un joven que le llamó bastante la atención. Se trataba de un joven de baja estatura que se sentó junto a ella. No había que ser magos para saber el porqué del repentino interés de la chica, pues el cabello rojizo como el atardecer, llamaba la atención no solo de ella, sino de todos los presentes al rededor de él.