Bungou Stray Dogs(oneshots)

Dazai maestro pt2

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Después de aquella extraña plática con Dazai, no pasó nada interesante.

La escuela estaba igual de aburrida, las clases, los maestros. Aunque no todos, pues la clase más entretenida era la de ciencias, la cual era impartida por Chuuya-sensei y, ese simple hecho, hacían la materia mi favorita.

Fuera de eso, todo estaba tomando su curso monótono. Incluso para Anna, quien se empezaba a llevar mejor con algunos de nuestros compañeros. ¿Yo? Seguía siendo la pobre antisocial que ni sacar tema de conversación sabía.

Y así, los meses aburridos pasaron, hasta que llegamos a octubre. De los meses favoritos de muchos, incluyéndome, pues se celebra el famoso "Halloween" y la escuela siempre hacía fiestas de luz y sonido el día 31 del mes. Esta vez el día caía un sábado. Estaba ansiosa por ir sólo por el simple hecho de que podría ver a Chuuya-Sensei disfrazado, así que compré el boleto de entrada de inmediato.

Me arrepentí bastante luego.

Cuando fui a consultarle a Anna si iría... supe que probablemente debí hacer eso antes de comprar el boleto.

—¡¿Cómo que no irás?! —pregunté algo pasmada luego de escuchar su respuesta.

—Lo siento (T/N). Ese fin me iré de viaje con mi familia, en serio quería ir contigo, debí avisarte antes que no iba a poder.

Se volvió a disculpar. No era su culpa, ni debía serlo, pero en serio me hubiera gustado saber que no iría antes...

Y así, mi fin se había arruinado. Si mi mejor amiga no va a algún sitio conmigo, era natural, como persona antisocial, que me quede sola y aburrida en un rincón, esperando a que alguien lo suficientemente bueno me hable primero. Desventajas de no tener amigos y no saber entablar una conversación, supongo.

Pensé en no ir y regalar mi boleto, pero no quería desperdiciar el dinero por el que lo había comprado. Así que no tenía otra opción. En serio, detestaba salir a algún sitio sin Anna.

En los siguientes días traté de hacer amigos para así no quedarme completamente sola o al menos no sentirme tan fuera de lugar, pero sólo les decía "hola" y mi mente se ponía blanca, sin alguna idea de qué decir luego. Así de mala era para socializar.

—No sé qué voy a hacer sin ti en la fiesta —le comentaba a Anna en uno de los descansos con mi cuerpo desparramado en la banca.

—No te preocupes por eso, sé que te divertirás, espero... —dijo lo último en un susurro, pero que oí perfectamente.

—Que buenos ánimos me das, en serio. Es más, deberías ser psicóloga o animadora —le respondí con ironía.

—Perdón, no quise escucharme muy sarcástica.

Nos empezamos a reír por mi triste realidad, tengo que superar esto de algún modo. No podía depender de una persona para siempre.

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El sábado de la fiesta, estuve nerviosa desde que amaneció y hasta unas horas antes. Dudas como si debía ir o no estuvieron en mi cabeza desde la semana pasada, pero como dije antes, no quería desperdiciar mi dinero.

Para el disfraz, no quería ir muy provocativa ni como una monja, así que me puse una falda negra junto con un choker del mismo color y una blusa color rojo para hacer juego. Nada llamativo. Me puse un poco de maquillaje con tal de verme un poco más pálida, unos tenis porque el tema de los tacones aún no se me da bien y me pinté unos colmillos para simular que era un tipo de vampiro o demonio.