Kunikida Doppo

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Holaaaaaa, aviso de mucha estupidez, gracias. Ah, e imaginemos que ya todos son mayores de edad, plox. 

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Si (T/N) pudiera expresar el cómo se sentía con una sola palabra, tres días antes de la boda, esa palabra sería nerviosismo. Sí, estaba feliz y más que satisfecha pues se iba a casar con el hombre que amaba, pero no podía evitar pensar en preguntas como, ¿y si todo sale mal? ¿Si alguien se opone al casamiento, como sus papás o equis persona? ¿Si Kunikida al final se echaba para atrás, pues al final resulta que ella no es su mujer ideal? 

Algunas preguntas eran tontas, otras le daban tremendo terror. Por eso, ese día que sabía que iba a ser secuestrada tarde o temprano, cuando aparecieron las chicas encargadas de su despedida de soltera, dicho nerviosismo desapareció como por arte de magia. 

Cuando ocurrió, recuerda haber estado acurrucada en los brazos de Kunikida, viendo una película de esas palomeras que ves solo una vez en la vida. Estaban calmados en cuanto a los preparativos de la boda, pues prácticamente ya estaba todo listo. 

En eso, la puerta de su habitación se abrió de golpe. 

—¡Buenas tardes, queridos! —Yosano fue la primera que apareció con una sonrisa de oreja a oreja, detrás de ella, estaban todas las demás, Naomi, Haruno y Kyoka.

A (T/N) se le formó una sonrisa en los labios, pues sabía que su despedida de soltera era ese día, mas no la hora. Kunikida solo suspiró, pero una pregunta se le vino a la cabeza de repente. 

—Espera, —paró a la azabache antes de que ésta siguiera hablando —. ¿Cómo entraron a la casa en primera instancia? 

Yosano ocultó su sonrisa detrás de la mano, como si estuviera planeado, como si hubieran sabido que esa pregunta sería hecha por el rubio, un fuerte golpe se escuchó en la sala y Kunikida frunció el ceño en seguida.

—¿Qué fue ese ruido, Yosano? —preguntó cauteloso, mientras (T/N) se levantaba para buscar qué ponerse en lo que su prometido peleaba con todos, como era costumbre.

—Verás-

—¡Kunikida-kun! —una voz por detrás del grupo de mujeres, muy conocida para el rubio, resonó en toda la casa —. ¡Hemos venido por ti también! 

El rubio perdió el color en ese momento. Ahora entendía cómo habían logrado entrar... Pero, él no había pedido una despedida de soltero, además, jamás dejaría que esa momia se hiciera cargo de la misma. ¡¿Por qué le pasaban esas cosas?! 

El grupo de mujeres terminó entrando por completo a la habitación, dejando ver ahora en la entrada de la puerta a Dazai, Ranpo que se veía bastante divertido con la situación, Atsushi que, al contrario de Ranpo, se veía asustado, Tanizaki y Kenji que veía todo con admiración.

—E-espera, yo no pedí una despedida y-

—¡Demasiado tarde! —le cortó Dazai, entrando por completo a la habitación y sacando a Kunikida, quien aún estaba en pijamas, de su cama —. Lo tomaremos prestado un rato, ¡diviértanse! 

Y así, tan rápido como aparecieron, se fueron todos detrás del castaño. (T/N) temía ahora por la cordura de su prometido.

—¿A dónde creen que lo llevarán...? Además sigue en pijamas —comentó preocupada.

—Nada de que preocuparse, ahora, lo importante eres tú —respondió con una sonrisa maliciosa Yosano, acercándose demasiado a (T/N) que ahora no sabía si saldría viva de esta.

Bungou Stray Dogs(oneshots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora