Se escuchaban las alarmas del orfanato por todo el lugar, indicando que ya era de día y que todos los niños debían despertarse, ir al baño si era necesario y, en seguida, dirigirse al comedor para que tengan un buen desayuno para que luego puedan ir a jugar un rato. Eran las primeras actividades en la mañana todos los días en el orfanato. (T/N) que llevaba sus siete años de vida quedándose en ese lugar, ya estaba acosumbrada. Se levantó con toda la flojera del mundo y se dirigió al baño para lavarse la cara rápidamente e irse a desayunar.Al llegar al comedor se sentó en una esquina sola a comer como ya era costumbre. A (T/N) no le gustaba mucho convivir con los demás niños, se podría decir que era antisocial. Las maestras siempre le andaban diciendo que se juntara con los demás y que hiciera amigos, pero ella simplemente las ignoraba y se negaba.
Pensó que sería otro día normal y aburrido, hasta que escuchó la silla de al lado de ella moverse, indicando que alguien se iba a sentar ahí. (T/N) volteó rápidamente para ver quien se había atrevido a sentar junto a ella, pues sólo lo hacían las maestras normalmente. Pero no era una maestra, ni un niño normal, bueno, sí era un niño...pero con orejas y cola de gato.
Habías escuchado algo así, que habían personas que nacían con características un tanto extrañas, pero era la primera vez que veías a una.
– Hola.– Saludó cuando vio que tenías la mirada puesta en él. Incluso sus ojos parecían los de un gato.
– H-hola.– Devolviste el saludo tartamudeando. No se te hacía muy fácil hablar con alguien a quien acabas de conocer y menos si tenía orejas y cola.
– Me llamo Atsushi, ¿y tú?– Te dijo poniendo una muy linda sonrisa mientras se le sonrojaban las mejillas.
– (T/N)...mucho gusto.– Le respondiste dándole la mano, sintiéndote toda una adulta.
Atsushi te devolvió el saludo y siguieron comiendo sus desayunos. Era un poco extraño pero no se veía malo.
A la hora en la que todos se la pasaban jugando veías desde lejos como Atsushi trataba de acercarse a los otros niños y jugar con ellos, pero estos sólo lo molestaban o ignoraban por sus peculiares orejas y cola. Te daba algo de pena verlo así, y puesto que fue el primer niño que te había saludado y sonreído, querías devolverle el favor. Te paraste del lugar de donde estabas parada y fuiste a donde él se encontraba.
– Hola, Atsushi.– Saludaste, tomándolo por sorpresa. Estaba sentado en un lugar apartado, viendo unas hormigas.
– Hola...– Respondió con un tono de voz depresivo, era de esperarse.
– ¿Estas bien?– Preguntaste aún sabiendo cual era la respuesta, sólo querías que te contará todo.
Esperaste a que te respondiera pero se quedó completamente mudo...hasta que escuchaste unos sollozos que provenían de él. Estaba llorando, pero no te volteaba a ver, probablemente no quería que lo vieras así.
– N-no pude hacer ningún amigo...– Dijo entre pequeños sollozos.
Normalmente te daba igual cuando veías a uno de los niños llorando, pero te partía el corazón verlo así a él. Lo abrazaste sin ninguna otra idea de qué hacer para recomfortarlo y empezaste a acariciar su cabello blanco y suave como la nieve. Empezó a ronroñear como un gato y se dejó acariciar la cabeza por un rato mientras se calmaba.
– No le hagas caso a ellos, Atsushi, yo seré tu amiga, ¿si?– Le dijiste cuando una vez se tranquilizó.
Los ojos del peliblanco se encontraron con los tuyos y, al ver la sinceridad con lo que se lo decías, se sonrojó.
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Bungou Stray Dogs(oneshots)
FanficEl título dice todo(?) :"D Hay de cosas tiernas a lemon🤠 Se andan corrigiendo los primeros capítulos❣️ Los que tengan "✔️" ya están al menos en un 90% corregidos🥴 Ninguno de los dibujos me pertenece, créditos a sus respectivos autores.