No lo saben

Si No Existe El Olvido. ¿Existe La Gloria?

Darío POV

¡MALDITO MIÑE, MALDITA RUTH, MALDITO EMANUEL, MALDITA OEA, MALDITO PRAGA, MALDITO YO, MALDITOS TODOS!

Quien estaba en frente mío, sin vida y encaramada a su arma reglamentaria, era la teniente Serena Brown.

la única mujer por quien creí llegar a sentir algo especial. mi mejor amiga, compañera de armas, almuerzos y guardias. hizo la carrera militar conmigo, nos destinaron juntos a San Ignacio, y luego debió prestar servicios en el cuadrante 2. siempre mantuvimos el contacto, la confianza nunca murió, al punto de invitarla en ocaciones a las cenas de las fiestas en casa de mis padres, que pensaban, éramos novios.

había roto con su pareja hace poco. pero un mal recuerdo no fué lo único que quedó de esa relación.

eso era una de las cosas que más me entristecía. estaba de servicio, y embarazada. le había prometido que, tendría mi ayuda para cuidarlo. no tenía idea de cómo haría aquello, viviendo en ciudades distintas y llevando este re'gimen de vida. pero nunca me hubiera perdonado dejarla sola.

flashback

Agosto 2015: semana de vacaciones clase 91

secaba sus lágrimas con el dorzo de mi mano desde hace ya 10 minutos. la etapa de su vida que atraviesa no es la mejor.

-contame, Sere. soy yo. soy Darío, y acá estoy- era evidente que el tema le avergonzaba de sobremanera. no quería contarmelo a mi.

sacó un pequeño paquete de su bolsillo y lo abrió. tenía una prueba de embarazo en su interior, que marcaba positivo- estoy embarazada, Rozz- dijo llamándome por ese apodo que me habían puesto en la escuela militar.

buscando entender el por qué de tantas tristes lágrimas, la felicité. bello es el milagro que sucedía en ella, muchas mujeres querrían esta fortuna.

-te felicito, sere- negó con frenesí ante mi perpleja mirada.

-le conté a Jony. y él- su voz se quiebra- me abandonó- yo conocía al desgraciado. no lo imaginé de él. tan correcto parecía. tan buen tipo. un motivo más para buscarlo y avergonzarlo en público.

-tranquila. él se lo pierde. él no lo va a ver crecer, él va a extrañarte, él no va a saber de los privilegios de tener una mujer como vos a su lado. segura, fuerte y decidida- los ojos le brillaban entre lágrimas- él ya pasó. a otra cosa, mariposa. él tomó de vos lo que quiso y se fué. yo te voy a ayudar a cuidarlo-me interrumpió.

-gracias, Roz. pero no sé si lo quiero- palmeaba con cuidado su bientre, mientras lo miraba fijo. -¿querés abortarlo?- ella asiente. no llevaré jamás una criatura en las entrañas. pero, como militar, uno aprende a valorar la vida en general. tengo que hacer algo para evitar esto.

-no, por favor. ese bebé no tiene la culpa de nada. muchas familias lo quisieran. no lo mates, por favor. te voy a ayudar en lo que necesites hasta que decidas conservarlo o darlo en adopción- vuelve a mirarme, ida. sé que está pensando. y de una buena vez, habla.

-te voy a hacer caso. estoy enojada. enojada con él-

-ya sé- agarré su portátil y abrí una aplicación. esta consta de un rastreador de nivel militar que puede seguir cualquier dispositivo conectado a internet o redes móviles. hoy nos divertiríamos.

-¿cuál es su cuenta de faceboock?-

-jonathan piñeda- me mira- ¿para qué?-

lo busco, y entre los datos sustraigo los IP de los dispositivos en los que este usuario ha sido abierto- ya vas a ver-