Darío POV
Hace ya casi un mes que mi tropa y yo nos encontramos en las fronteras. dicho tiempo. hasta ahora,. resultó infructífero en todo aspecto.
las horas cátedras en el colegio Leopoldo De Soliz no han tenido suplente. y he dejado temas a medio explicar y sin notas justo ahora. a cierre de promedios.
Estoy muy lejos de mis padres. ellos viven a sólo minutos en auto de mi residencia militar, por lo que siempre que podía, pasaba a visitarlos... mejor dejo de decir mentiras. soy muy apegado a ellos y los quiero más que a mi propia vida, y ahora mismo los estoy necesitando mucho. no es suficiente una llamada de 10 minutos como máximo diaria para sustituir charlas de tardes enteras de domingos.
aquel año que me transfirieron a la ciudad de San Ignacio. y aquellos 4 que me pasé en Pucará estudiando la carrera de las armas. fueron para mi algo muy duro.
tuve la fortuna de tener grandes camaradas en aquella institución que guardo con cariño que me ayudaron, y nos apoyamos mutuamente para seguir adelante. en la transferencia fué algo parecido. sólo que, no tenía estudios que me distraigan, ni la posibilidad de volver a Río Seco cada fin de semana para ver a quienes me dieron la vida.
otro factor determinante para mí, fué la separación de mis hermanos. les prometí que, militar o no, los seguiría atesorando como siempre, y que ese estricto modo de vivir no nos separaría, ni arruinaría la buena relación que tuvimos en aquel entonces.
sólo a cinco meses de haber partido, llamaron para mi cumpleaños, un 2 de junio. en primer lugar, felicitándome por mis 19 años. en segunda, para pedir por favor que ya no fuera a verlos, y mantenga el mínimo contacto con ellos por mi situación. no querían correr peligro por culpa mía, ni saber nada de las fuerzas armadas. que lo lamentaban, y les dolía pensar así de uno de los compañeros de travesuras. pero debía primar la seguridad ante todo, y la imagen de la familia por encima de mi.
no me quedaron más opciones que aceptar lo que se venía sin rechistar. los amo demasiado como para no protegerlos.
el agua se cortó en pos de liverar una pequeña ráfaga fría. los 7 minutos que dispuse para ocupar el agua de la ducha se habían terminado y el temporizador automático la cortó.
me ardían los ojos y la nariz, esta goteaba y tenía los labios fruncidos.
¿estaba llorando?
si. así era.
no importa cuan militar me crea, o la forma en que reproche las decisiones de mis hermanos. gobierno y los deslices de mis padres. los extraño de sobremanera y así será hasta volver a verlos. no había volado un solo tiro hacia el lado opuesto del río, y ya estoy llorando. espero que nadie me halla escuchado. mejor aún. espero no haber emitido sonido alguno.
hace un calor del demonio afuera. pero el cuartel era extremadamente frío. ventanas pequeñas. las mínimas y necesarias para el ingreso de algo de luz y aire. techos muy altos. salones gigantes. gruesas paredes y pisos de mármol.
recuperé la compostura, me vestí y salí de las duchas.
*****
desayunábamos en el comedor en una mañana radiante. sólo algunas nubes arruinaban el panorama del azul cielo.
mientras daba un trago a mi café. tomé un diario del montón y le dí una ojeada.
se me revolvieron las tripas al ver a Stella Sayd. mi alumna de tercer año. posar con un uniforme de gala del ejército y un medallón del escudo del partido oficialista pendiéndole del cuello. y esa bestia asquerosa de Ruth Calvinski a su lado.
definitivamente cometí un terrible error al hablarles de la paramilitar. se codea con los máximos traidores de la historia nacional. ¿y qué hace este idiota?. pasarle la información de un movimiento absolutamente patriota que se encargará de frustrar todos los planes del gobierno.
envié por radio en clave esta información. para que cada medio de comunicación que poseyan sea intervenido. el espionaje gubernamental ha sido más difícil desde que dieron muerte a nuestro querido camarada Versaglieri.
*****
tras entrenar a mis soldados, ingerir aquella escasa porción de comida que nos dan por almuerzo. y cubrir los respectivos turnos de guardia, caían ya las 2000 horas. mi escorpión y yo cubrimos el turno de 800 a 1600, lo que nos tenía agotados. desde las 500 estábamos en pie y el almuerzo nos tocó de parados. estaba agotado. traían justo un plato de sopa de fideos como cena. y a las 2030 ya me encontraba en la barraca. no fué más que apoyar la cabeza en la almohada para quedar profundamente dormido.
*****
Kadia POV
La alarma que había puesto a las 10 de la mañana sonó, despertándonos.
fuimos a desayunar. mis padres nos saludaron, y nosotras a ellos. ni preguntaron, ni una mirada que indicara que sospechaban. todo seguía como siempre. como si nada hubiera pasado.
¿me dolía mentirle a mis padres?
dolía mucho. no podía soportar la situación. una sola noche. y me carcomía la conciencia.
Stella POV
Todo me dolía esta mañana. pero espero, lo haya valido.
esta tarde. debo ir a un te con el círculo de modelos de la academia. somos maso menos 20 chicas. con mi otra yo, me caían bien. ahora, espero ver lo que pasa cuando mi ser actual las conozca fuera de la pasarela.
****+
-y después de que nos besamos, la novia me miró con cara de perro mojado y se largó a llorar- dijo una de las chicas. todas rieron menos yo. está bien. era fina. débil y creída. pero eso de robar novios. era demasiado.
-¿qué pasa Lali?, parece que te hubiera poseido un militar- todas se revuelcan a carcajadas en sus sillones.
-¡VISTA AL FRENTE!- se burla la primera que habló
-ai. chicas. no se ríe-
ni lo pensé... salió como si no tuviese control de mis palabras. y seguro me metería en problemas con la mitad del mundo por ello --ojalá te maten de un ondazo como a Marco Nieto Versaglieri- todas las chicas me miraron incrédulas. como si fuera un bicho raro. una amenaza. o... como lo que ahora era... un M I L I T A R
DarÍo POV
-te! ¡mi Teniente. despiértese por favor! ¡nos quemamos!- gritó repentinamente una voz femenina a mi lado acompañada de un sacudón en el hombro.
Desperté con unas terribles ganas de toser y falta de aire. el dolor de cabeza era atroz. la habitación parecía estar llena de humo y aquí. en una litera superior. era peor.
sobresaltado. me intenté levantar para escapar de un lugar tan hostil como eran ahora las barracas y. de seguro. el cuartel completo. pero. entre la somnolencia y la debilidad inducida por la intoxicación por dióxido de carbono. coordiné mal los movimientos callendo de bruces al suelo.
lo último que ví fueron dos pares de borceguís frente a mi. para luego. perder el sentido.
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No lo saben
Ciencia Ficción♥ Créditos a @skyistipping por la bella portada ♥ Stella Sayd, a sus 15 años, era un pequeño prodigio. modelo destacada de su país: Geodia. fue elegida para trabajar junto al gobierno de turno en campañas publicitarias y otros eventos. el ascenso en...