No lo saben

Regresa A Mi

Darío POV

No me abandones así

Hablando sólo de Ti.

Ven y devuélveme al fin la sonrisa que se fue

Una vez más tocar tu piel

Y hondo suspirar.

Recuperemos lo que se ha perdido.

Regresa a Mi

Quiéreme otra vez.

Borra el dolor que al irte me dió cuando te separaste de Mi.

Dime que si

Ya no quiero llorar.

Regresa a mi.

Los combates comienzan mañana, sin tener nosotros idea de cómo y dónde. Desplazaremos tropas a la frontera sur dejando otras aquí por precaución. Realmente extraño aquella falsa tranquilidad con la que vivíamos hace algunos meses. Donde todo era un "Quizás", donde nada era seguro, donde ningún chisme que corría, por más verídico que sea, dejaba de ser tachado como absurdo. Donde pese a las incomodidades de la corrupción ninguna amenaza era real y la cabeza nos la hacíamos nosotros mismos. "Las amenazas siempre son reales. Sólo que no son visibles a nuestros ojos en un primer momento". Mi subconciente trae una frase que el mismo Praga dijo un día a nuestra promoción, y por primera vez entiendo lo que significa. El nos dijo miles de veces que esto pasaría de distintas formas indirectas... Pero lo dijo y tarde fuimos capaces de darnos cuenta. Vuelve, Paz, Vuelve.

En mi cama lloro. A mano tengo fotos que atesoro por sobrevalor. Una de ellas es con toda mi gran familia, otra con amigos del secundario, otra con mis camaradas de la promoción, la cuarta con mi escorpión y la última junto a Serena el día que pusimos los puntos en claro al inepto de su Ex.

Cada placa despierta recuerdos... La primera corresponde a la mayor cantidad. Lamentablemente no todos son buenos y realmente me apeno de Ello. No tener buenos recuerdos de la familia es espantoso, y más cuando te vas lejos sin saver si quiera si volverás a crear nuevos. Sin duda, esto me pesa mucho. Fuí a visitarlos en Año nuevo por lo que no pude en navidad bajo el permiso de mis superiores, y en un principio sucedió lo de siempre. Llegar a casa de Mamá y Papá encontrando a mis hermanos, sobrinos, cuñados picando y hablando animadamente. Me miran y se levantan a saludar pero guardando cierta distancia, como si fuese un desconocido para Ellos. Mis sobrinitos vienen corriendo, se abrazan a mis piernas pidiendo que les cargue y riendo alegremente. Al menos Ellos si me extrañaron. Por último, Los dueños de casa me estrechan en esos abrazos que con 25 años reconfortan cada célula de este maltrecho cuerpo. Me tocó hablar para poner a todos al corriente de en cuáles había estado, y con todo dolor les conté, algo distorcionada, la locura que fué de mi vida en los últimos tiempos. Que el cuartel se había incendiado, que no tuve la culpa como mencionó Praga aunque esto no lo creyeron, que casi muero de un tiro en la espalda, y para asombro de todos, que me voy a la guerra. Luego de esto la cena transcurrió casi con normalidad. solo que faltaron indirectas denigrantes hacia mi oficio, frialdad y distancia. Por una vez desde que me fuí al Colegio Militar fuí tratado como un hermano por mis hermanos, acompañado y acompañando, dialogando de lo más tranquilos, riendo hasta que me dolía la cara, contándoles de mi vida y sus anégdotas a su pedido sin ser callado o ignorado, y escuchando de las suyas que me contaron con tantísimo detalle y sin titubear. Como si nada hubiera pasado. Al final, me despidieron como siempre intenté hacerlo y que lo hicieran. Con un abrazo fraternal. Quiero enmendar las cosas, que momentos así se repitan de manera espontánea cada vez que nos veamos sin que saber puede ser esta la última vez que nos veamos los desencadene.