Operación Águila Sin Nido: 18 De Enero

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Stella POV

¿Qué es eso?- Pregunto a la doctora Pachacutec una vez en vuelo.

-El disparo que usted lleva tiene orificio de entrada y salida, y ha atravesado por tegidos periféricos restándole gravedad. Esto que tengo aquí es plasma sanguíneo con suplementos inyectables. Aplicándolo en la herida aceleraremos la regeneración de tegidos notablemente- Dice aplicando el compuesto color rosado dentro del orificio de bala, tomando una venda y envolviendo el área.

-Está en condiciones de volver a combatir. Pero tenga cuidado. Recuerde que su brazo sigue herido. Considérese afortunada- Agradezco a la Doc y me siento nuevamente junto a Alex esperando llegar a mi ciudad natal.

-Los aviones comerciales no pueden despegar debido a la presencia de Mineíces en el predio violando la seguridad de los componentes humanos. Nuestro deber es disuadir al usurpador para que los civiles puedan abordar y partir bajo el menor riesgo posible. Impedir que cualquier enemigo sobrepase las puertas de embarque y las inmediaciones de la pista de aterrizaje es nuestra prioridad. Protejan a la gente, asegúrense de que lleguen sanos y salvos a los aviones y partan lo antes posible- El panorama de la situación y los objetivos de nuestra maniobra llegan en voz de Trevi- La Fuerza Aérea ayudará a los controladores tanto custodiando el cielo como ordenando la partida de los distintos vuelos-

Nos separan en patrullas. Por suerte todos mis compañeros son gente conocida: Alex, Aria y el cabo experimental Arturo Cayumán.

Con los visores infra-rojos puestos entramos por la parte tracera del establecimiento, caminando por entre la pista de aterrizaje y sus ramales. Desde el lateral de los angares aparecen mineíces y el intercambio de fuego no se hace esperar... balas cerca de nuestras cabezas silvan, salpicando algunas junto a nuestras botas. Sabiendo que familias esperan su regreso les disparamos. Dí a las piernas de uno que cayó al suelo y fue terminado por un disparo de Alex. El Cabo avanza implacable sobre el terreno obligando al enemigo replegarse hacia el edificio central. Los gritos de nuestros camaradas y los cuchilleros se mezclan en el aire, cuerpos de caídos agonizan regando el predio con su sangre. En cabecera de pista los aviones con las mangas instaladas esperan a ser abordados. Recibimos de arriba la orden de protegerlos y así lo hacemos, formamos una barricada hasta que más y más invasores aparecen desde nuestras espaldas cerrándose como una tenaza. Matar o morir se hace imposible tirar en todas direcciones. Por suerte camaradas aparecen para auxiliarnos. Intercambiando fuego cae Alex de un disparo en el pié derecho. Pero a contravoluntad nos vemos obligados a dejarlo allí. No hay tiempo de lágrimas ni de preocuparse, por El vamos a terminar esta cosa.

Conseguimos entrar a la repleta galería de las puertas de embarque donde los enemigos se esconden entre los ciudadanos. Vemos lo que nunca creímos. La misma gente inmoviliza soldados cuchilleros, les quita sus armas y lincha en el piso para entregarlos a nuestras manos. Ellos, por su parte, no tienen oportunidad contra la marea humana que se les echa encima.

Algunos combaten, otros organizamos a la población que embarca. La concentración, entereza se me van al verlos pasar las puertas de embarque... Mamá, Papá, y los salames de mis hermanos. La gente pasa y pasa. Pronto los tengo en frente.

Segundo POV

-No se le abrió el paracaídas, se estrelló, ¡ayúdenlo por favor!- A toda prisa explico sobre el helicóptero. Las primeras lágrimas me corren por la cara cuando por mi transmisor oigo la voz del Mayor Shell.

No lo sabenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora