Explota En La Cara

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Stella POV

Tras salir de las oficinas, me dirigí a la confitería para comer algo, y sacarme de encima los nervios y malestares que había pasado.

Luego de pasar el café con medialunas y jugo, como siempre, pedí ser llevada a casa nuevamente para que mis familiares no se preocupen. Mis padres enloquecerían si me ausento hasta mañana, por lo que esta noche no entrenaría. estimo que mejor en un primer momento sería estar aquí, quedarme y entrenar, para no tener que confrontar a mis familiares. pero recordé nuevamente aquella frase que resuena por todo mi interior, sacudiéndolo.

"Ser humano no es quien hace lo que quiere. sino el que es capaz de hacerse cargo de lo que hace"

Y ahora me toca a mi.

me toca hacerme cargo de aquellos sentires que oculté de la vista de todos, de las acciones ocultas que les consiguieron, de cada una de las noches en que salí a escondidas, de los entrenamientos que tan terminantemente prohibidos tengo, de las potenciales muertes que generaría mi mano armada, del peligro que me presto a correr, la vida que podría perder, el afán de defender a Geodia a millonarios costos, del escándalo que les llevé a presenciar hace solo unas horas, el trasfondo de aquella humillación, sus motivos, la situación económica que les haré pasar perdiendo mi pención y subcidio del gobierno, y sobre todo, hacerme cargo de aquel juramento que un día hice, poniendo el bienestar general de la nación y sus vidas por sobre la mía, defendiendo mis nuevos ideales y corriendo tras esta bandera hasta los confines del mundo.

Llego hasta la esquina de mi calle, y pido al chofer me baje aquí puesto que podría matarlos de un infarto al bajar de un vehículo con estas características. Camino por la cuadra, tomo mis llaves e ingreso por la puerta principal encontrando a mis padres discutiendo en la cocina, y las tres miradas furiosas de mis hermanos quemarme.

-¿cómo se te ocurre escaparte en una situación como esa?- la exasperada voz de Papá intenta tambalear mi calma. pero no puede hacerlo, puesto que el entrenamiento recibido me ha enseñado, entre otras cosas, a no perder los estribos a la hora de enfrentar cualquier tipo de situación adversa o no. levanto la cabeza, y le encaro.

-No es nada contra ustedes, ni en busca de perjudicarnos a largo plazo, todo lo contrario. Yo...-

-¿vos qué. Stella?- habló esta vez mi madre- sabés bien lo que hicistte. Tiraste abajo un proyecto de años de gestación, apoyo incondicional y que ya estaba dando frutos. ¿cómo se te ocurre hacer una cosa así?. Nosotros siempre quisimos lo mejor. Por eso siempre te llevamos a las clases, ayudamos a mejorar, y estubimos para todo lo que necesitaste. Si algo no te gustaba del hambiente, la ropa o el trabajo en si, era cuestión de hablarlo con nosotros y buscábamos una solución, ahorrándonos la verguenza que nos hiciste pasar- tan enojada como papá.

SI. MAMÁ TIENE RAZÓN. PERO LO QUE NO SABE, ES QUE HE COMENZADO POR CUENTA PROPIA UN PROYECTO MUCHO MÁS ÚTIL Y HAMBICIOSO, QUE, EN LUGAR DE TENER POR CENTRO MI IMÁGEN, PRIORIZA SU SEGURIDAD.

-Ma. Yo agradezco todo lo que hicieron por mi, el apoyo, las ayudas, y la compañía. Pero el modelaje fué lo único que conocí en toda mi vida, y creo que por eso me atrajo tanto. porque no sabía de otros menesteres. ahora, por mi cuenta, he expandido mis horizontes, y encontrado el lugar al que realmente pertenezco o, por ahora, eso parece- hasta yo me sorprendo de la calma que acarreo, y parece socegar un poco los humos de la familia.

-¿y cuál es ese lugar? ¿la lucha libre?- mi hermano cuestiona, a lo que apenas y reacciono. pienso debería enojarme con él en pos de soltar aquel comentario. pero no lo veo necesario.

-ustedes no lo van a entender, abalar, o permitir. pero habiendo ya cuplido la mayoría de edad, poco podrán hacer sus reclamos contra mi decisión final. y es que si, familia. al cumplir la mayoría de edad me quiero meter al Ejército Nacional Geodés, y por ello me estoy entrenando de esta manera. para no dificultar tanto los ingresos- no entiendo de dónde saqué el coraje para soltar semejantes verdades, que todos los aquí presentes se quedaron mudos y mirando con despecho a Papá y Mamá, que se miran entre ellos, y luego a mi.

No lo sabenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora