Stella POV
por más que quise impedir el paso de las horas y quedarme ahí. encerrada en mi habitación esperando la noche, y que esta nunca llegue, su oscura sombra imperaba tanto en el cielo como el reloj.
tras terminar rápido aquel plato de ensalada de lechuga, tomate y pollo, procuré mantener un carácter alegre y natural. con la cabeza alta y los ojos limpios hasta terminar la sobremesa. fuí a mi cuarto y saqué del armario un tazón con tallarines y queso que me había preparado en un momento que tuve a solas cuando mi madre se fué al supermercado, papá trabajaba y mis hermanos andaban en lo suyo.
estaba frío y seco. pero eso no me importó en lo absoluto. lo comí rápido y con ravia, como tomando venganza contra aquella mísera ensalada que supuestamente cené. si nos hacían entrenar, quería estar preparada y no defallecer en el intento. a esto se le sumaba la incomprensión de este insierto futuro que me ha tocado. y el peso de tener que ocultar algo tan importante a mi familia. para mañana, puedo ya no estar acá. puedo estar en la frontera, o descubriendo aquel mundo existente más allá de mi cuerpo, y esta sociedad que no da respiro.
ya son las 2351 horas, y contando.
Kadia me ha mandado mensajes. pero la verdad no tengo ganas de contestarle pese a ser mi gran camarada de estudios, salidas, y ahora, armas. esto me apena. puesto que debe estar en una situación similar a la mía. y seguro, buscando un soporte en mi.
el coche negro aparca 5 minutos antes de la hora prevista. salgo a su encuentro sin hacer ruido sabiendo a mi familia en un profundo sueño. todos trabajan o estudian a tempranas horas. yo, me preparo para la guerra. a todos nos cuesta afrontar nuestros estudios, suplicaríamos algo más sencillo de realizar, queriendo estar en cualquier otra cosa excepto eso. todas estas preocupaciones mundanas no tienen cabida en este momento para mi. no sé cuanto tiempo me queda de vida y eso me duele. no quiero dejar a mi familia sola y sin explicaciones. quiero besar a Greco por última vez, salir con mis amigos en un encuentro eterno, hacer tarea o estudiar nuevamente, otra pelea con mis hermanos, un día más sin tantas penas que me aquejen. sin duda, al iniciar en esta vida de locos no imaginé que esto pasaría. no ahora. no a mis 15. pensé en decirle al chofer que se detenga, que me volvería. pero de inmediato recordé que Kadia transita lo mismo que yo, y no puedo traisionarla de esta manera.
pasamos por un hueco en el gran alambrado que circunda el predio. estaciona en un punto específico y pensé que había que bajar. pero no. todo este bloque de suelo comienza a descender de manera sostenida dejando ver un estacionamiento. baja el auto del elevador y lo aparca en un lugar señalizado.
-gracias- bajé y camino hasta la única puerta del lugar. salgo a la secretaría y voy a registrarme. al proporcionar mis datos, la secretaria de turno me informa que el comandante me espera en su despacho. indica como llegar y parto a su encuentro. seguro debe ser para entregar el uniforme. llego rápido y toco la puerta de metal, excesivamente alta, como todas las que hay acá.
-¡pase!- la potente voz de mando de mi superior no se hace esperar un segundo. toco un pequeño cuadrado de vidrio que hay junto al axeso, y la puerta, similar a la de un ascensor, se abre.
-Stella Sayd- dice enfocándome con esos ojos negros que parecen radiografiarme, examinando hasta el alma. intento separar esas sensaciones, mantener una actitud indiferente y hablar por una vez.
-me ha mandado a llamar. señor- asiente y su expresión se ensombrece de forma brusca.
-si. uno de mis militares informó que usted- enfatiza incrustando sus ojos en los míos - trabaja para Ruth Kalvinsky. una lástima no haberlo sabido antes. ¿cierto?-
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No lo saben
Science Fiction♥ Créditos a @skyistipping por la bella portada ♥ Stella Sayd, a sus 15 años, era un pequeño prodigio. modelo destacada de su país: Geodia. fue elegida para trabajar junto al gobierno de turno en campañas publicitarias y otros eventos. el ascenso en...