No lo saben

Juntos

Darío POV

-¡Deni... mi Guardamarina!- Digo levantándome y tendiéndole la mano.

-Teniente- Responde con una pasmosa calma que realmente asusta- ¿No puede dormir?-

-No. Los sueños me hacen pasar ratos amargos. En esta oportunidad, Serena Brown me pedía que viviera por Ella. Sé que ya no está. Pero esa imagen tan viva suya me hizo acarrear nostalgia, y ganas de otro desenlace para sus lides-

-Yo soñé que Marco me regalaba personalmente su fusil: Bravo. Arma que siempre cuidó como si fuera una extremidad de su propio cuerpo. Pero no cualquiera, sino esa que para la gente de armas es oportunidad de supervivencia y protección. Lo recibí cuando falleció, y aún siento que no me corresponde portarle, que cometo un robo. Pero a la vez tengo la corazonada extraña, que me dicta que Marco de alguna forma me protege a través de Bravo- Recuerdo el pedazo de tirador que supo ser Versaglieri. No me extraña para nada que guarde tal apego a su AK-47 reglamentario.

-Yo sé que nos cuidan... a su manera, pero nos cuidan- La abrazo y comenzamos a llorar. Parece tan frágil en estos días...

Segundo POV

Subo al Hércules C-130 cargado con explosivos. A la orden partimos rumbo al sur.

Somos 3 escuadrillas de 7 aviones cada una. Tenemos la misma misión, pero distintos destinos.

Delante de nosotros viaja el dron inividor de radar haciéndonos invisibles. Los blindajes fuero mejorados para tener también esta función. Debajo de mi se encuentra la fábrica de armas de fuego mineiz. Suelto unn explosivo borrándola del mapa. Otros bombarderos se encargan de otras plantas industriales, almacenes de suministros y edificios administrativos.

El proyecto Cuesta Neblina llega a su punto cumbre cuando los responsables comienzan a gasear el área. Ya sea rociándola o detonando bombas con tal contenido.

Nos alejamos del desastre siendo perseguidos por la Fuerza Aérea local. No consigo esquivar un misil que destroza uno de mis motores a pocos kilómetros de la frontera. Me esfuerzo por guíar este avión dentro del territorio geodés.

Los enemigos caen bajo el influjo del arma Troya. Yo, a las sacudidas y con todas las alertas activadas, realizo un aterrizaje de emergencia en el cuadrante 7.

Salgo agitado de los retorcidos restos del avión carguero, con una pierna quebrada en distintas secciones. Pido ayuda y, siguiendo el consejo que Santi me dio una incontable cantidad de veces, corté el pantalón de combate, me quité el borceguí y simplemente controlé la respiración para mantener la calma.

Darío POV

NOS CRUZAMOS A LA CIUDAD DE Aleima nuevamente. Tenemos recursos escondidos bajo tierra. Tomarla o fue problema. Es cuestión de mantenernos invisibles a sus ojos. Mañana mismo iniciará la toma de la capital. Iré con un contingente hacia el centro administrativo mientras otros sitian Pucará.

Stella POV

Saboteamos desde fuera los servicios de la ciudad. Enviamos langostas, mosquitos y ratas.

Asesinamos los caballos que acarrean un gran lote de suministro. Hacemos lo mismo con los soldados, y destruimos las proviciones. Estoy cansada de ver cadáveres.

Una patrulla enemiga sale de Pucará y nos asalta casi desprevenidos. Salimos a como da lugar siendo nuestras protecciones tocadas por balas, piedras y garrotes.

Disparo pero casi sin mirar a dónde. Las armas de microondas y fusiles convencionales van dejando su huella en los cuerpos. Vemos con Natalio y Lisandro que tienen un gran carro con armamento de donde se aprovisionan.