Ojitos » Glenn Rhee [Terminada]

16

—No hay forma —se quejó Abraham. Apreté los labios—, seguiremos caminando.

Me llevé una mano al rostro y alejé el cabello que se amontonaba sobre mi frente hacia atrás, para luego soltar un suspiro.

—Les avisaré a los demás —le dije a Rick en un intento de pasar desapercibido, pero, tal como lo pensé me detuvo y sin dejar pasar mucho tiempo me interrogó:

—¿De verdad no sabes dónde está Shane?

Observé hacia mi derecha algo incómodo y negué.

Ya llevaban varias horas de la mañana —y del día anterior— en busca del expolicía. Y obviamente aún no han logrado hallarlo.

—No lo sé —le contesté asintiendo. Rick enarcó sus cejas y me observó con atención, haciéndome sentir aún más culpable de lo que ya me sentía.

—No es normal que no esté; quizás decidió ir a buscar provisiones a otro pueblo o algo —asentí, sin embargo Rick negó—. Glenn, no sabes mentir —me dijo, y aunque quise excusarme Madison me interrumpió:

—Lo siento Rick pero ayer por la tarde le vi irse, no se los dije en ése momento porque no quería preocuparlos pues creí que quizás regresaría, pero no.

Rick suspiró y dando un paso atrás recargó sus manos en sus caderas.

—Hace varias semanas había amenazado con irse pero no creí que lo hiciera —comentó él, y aunque sentí la mirada de Madison sobre mí me mantuve observando a Rick—, no con Carl aquí.

—¿Habían tenido problemas ya antes?

—Bastantes a decir verdad —le respondió—, aún así no me gusta que se haya ido, pero me preocupa Carl; le quiere muchísimo.

—Puedo hablar con él si así lo quieres.

Rick asintió ante las palabras de Madison y ésta sin dejar pasar mucho tiempo comenzó a caminar.

—Lo lamento Ojitos —susurró al pasar por mí lado.

—Les diré a los demás que seguiremos caminando —le dije a Rick antes de escabullirme, y cuando estuve lo suficiente lejos suspire, sintiéndome un poco más tranquilo—. Hershel —llamé al anciano—, tendremos que continuar caminando —le avisé, y aunque me sentí seguro al decírselo él me detuvo cuando intenté irme.

—¿Todo está bien? —asentí—, no lo parece Glenn.

—Estoy bien, en serio —le aseguré—, ¿puedes decirle a los demás?

—Relajate muchacho.

Apreté los labios y me alejé aparentando tranquilidad.

Estaba frustrado. Sin embargo para mi suerte, tan rápido como la noticia se esparció comenzamos a movernos a través de las destruidas calles de Georgia.

A nuestro alrededor abundaba el desastre y aunque quise no enfocarme mucho en el lugar fue inevitable no pensar en el gran parecido que aquél pueblo tenía con el lugar en que viví al llegar a en país.

Me acomodé con resignación el cabello y me centré una vez más en el camino frente a nosotros; y solo en él; en lo que nos espera al llegar a Washington; en el mundo de posibilidades y el cómo sería una vida post-apocalipsis.

Observando nuestro entorno una vez más me detuve en Madison, que caminaba cogida de la mano con Carl, y a pesar de tenerla de espaldas a mí pude notar que mantenía la cabeza gacha, algo que sé bastante bien; hace cuando está distraída.

Apretando los labios suspire y cuando menos me di cuenta tenía a Rosita; la chica de rasgos latinos, junto a mí. La observé de reojo, sin embargo continué caminando aparentando no haberme percatado de su presencia.