Ojitos » Glenn Rhee [Terminada]

28

—Habíamos salido a buscar provisiones con Daryl —sus potentes ojos nos observan, como si esperaran alguna reacción en específico—. De un momento a otro aparecieron tres hombres; le dijeron a Daryl que si intentaba algo me mataría, y entonces me obligaron a subir a un automóvil.

—¿Y le dejaron ir?¿Así nada más?

Beth asiente, reincorporándose y suspira con pesadez.

Los minutos habían transcurrido con rapidez, y ella no se había opuesto a relatarnos todo lo que la llevó a ser capturada por Phillip, sin embargo nada era muy claro; era más que complicado y sumamente difícil de comprender.

—Creo que ya nos conocía o algo así ¿saben? Si no hubiera sido así hubieran traído a Daryl también.

Aprieto los labios, repitiendo sus palabras en mi cabeza. Tiene razón, claro que la tiene.

—Sin embargo ustedes jamás le habían visto a él —Madison comenta, y a través de la oscuridad puedo ver como se mantiene inerte, observando sus manos—, creo que intenta traerlos aquí; al grupo.

Nos observa, y aunque la habitación está casi en completa oscuridad puedo asegurar que de su mirada emana la preocupación.

—¿Shane? —le pregunto en un susurro que incluso yo apenas logro oír.

—¿Qué?

Madison se reincorpora en su lugar y suspira. Me inclino para poder observarla mejor y puedo ver como se lleva una mano al rostro y se frota los ojos antes de hablar.

—Ea posible —dice al fin.

—¿De qué hablan Madison? —cuestiona con impaciencia—, ¿Shane está aquí?

—Es todo muy confuso, pero sí; él está aquí —pausa un segundo y observa su entorno antes de volver a hablar—. Creo que desea su venganza, es decir, quizás un día luego de algún tiempo vio al grupo y decidió que era su hora; es probable que quiera aprovechar los experimentos de Phillip para salirse con las suyas y acabar con aquellos que en algún momento se interpusieron en su camino.

—Pero Beth jamás tuvo problemas con él —le digo y ella evade olímpicamente mi mirada—, ¿o sí?

—Un día le vi con Lori; me amenazó de que no dijera nada y todo eso.

Me llevo una mano al rostro y resoplo, intentando contener la rabia que nace dentro de mí. Aprieto los puños.

—Genial —mascullo levantándome—, hará que el grupo venga aquí a buscar a Beth y luego los matará, a ellos y a nosotros.

—No sabemos eso Glenn.

—¿Y entonces qué Madison? —le pregunto con resignación—, dudo que nos quiera reunir para volver a ser un grupo feliz.

—No hay forma de que el grupo sepa donde estamos —Beth habla, supongo que para alivianar la tensión—, quizás logren venir pero no será pronto, podemos hacer algo antes de que eso ocurra ¿no?

***

Las manos me sudan y no puedo evitar sentirme completamente incómodo cuando Milton recorre la habitación de un lado hacia el otro deteniéndose de vez en cuando para luego observarme y realizar alguna pregunta.

—¿Recuerdas dónde estabas cuándo todo comenzó?

Me remuevo sobre la camilla y suspiro.

—Trabajando.

—¿En qué trabajabas?

—Era repartidor de Pizza.

Milton me observa y yo desvío la mirada, porque sinceramente, a pesar de que gracias a su actitud se hace ver bastante inferior, sé que en su posición; siendo alguien tan cercano a Phillip podría dar una indicación y nos asesinarían antes de que lo notáramos.