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Presionando las riendas del caballo entre mis manos observé de reojo a Maggie, que con una sonrisa observaba el camino frente a nosotros.

—Supongo que ella es importante para ti.

—Ajá.

—Y ustedes se gustan —me giré hacia ella con las cejas en alto y negué.

—¿Qué? No, no, no, ella es... Ella es Madison, no podría gustarme —balbuceo. Maggie asiente con tranquilidad.

—No parece ser así.

—¿Por qué? —le pregunto alzando la vista; a lo lejos puedo ver la cerca de la granja—. Cuando le dispararon había pasado tan solo dos días con ella y desde que despertó solo van cuatro. No estoy seguro si el amor puede nacer en tan poco tiempo.

Pude oír su risa, sin embargo no me giré a observa, solo jale la rienda del caballo y me bajé de él para abrir la cerca, y cuando Maggie entró guié a mi caballo al interior para luego cerrar la cerca una vez más y volver a montarme en él.

—Eres un buen chico Glenn.

Apretando los labios evité preguntar alguna tontería y simplemente la seguí hasta el establo donde reubicamos a los caballos para luego acercarnos al grupo.

—¿Cómo les fue?

Elevando mi mano a la altura de mis ojos asentí observando a Dale.

—Todo bien —le dije antes de continuar mi camino.

Me quité la mochila cuando divisé a Madison sentada junto a Daryl a un lado de las tiendas y acercándome se la entregué.

—No había alcohol así que traje agua oxigenada —ella asintió con una sonrisa, y dejando su cuchillo y el trozo de madera que llevaba en las manos a un lado abrió la mochila—. Glenn —me llamó por mi nombre, evidentemente por la presencia de Daryl, quién continuaba recostado sobre la silla despegable—, gracias.

Me sorprendí bastante, sin embargo no le dije nada, simplemente asentí con tranquilidad y comencé a caminar.

—Lo traes loco —pude oír como Daryl le dijo. Apreté los labios.

—No lo creo ¿has visto como mira a Maggie? —le respondió Madison y apresuré ida.

Sin embargo Madison se equivocaba. Porque Maggie no me interesa en ese sentido.

Soltando un suspiro me quité la gorra y me llevé las manos al cabello. Estaba cohibido. Jamás he sido de esas personas que se preocupan demasiado del pensar de los demás. Sin embargo siento que las cosas se me están yendo de las manos.

Si soy sincero jamás me he detenido a preguntarme que siento concretamente por Madison. Solo sé que siento cierto aprecio y cariño por ella. Sin embargo no sé de qué se trata.

—¿Estás bien chico? —girándome hacia Dale asentí—, no lo pareces —me dice, y solo me limito a encogerme de hombros. Él se ríe, y con un movimiento de quijada señala la dirección en que Madison yace junto a Daryl. Apreté los labios—. Vamos, juguemos cartas.

No sabía si estaba hablando en sentido literal o si aquello era simplemente para despistar a cualquier persona que lo pudiera oír, sin embargo no interrogue nada y simplemente me limité a subir al techo de la autocaravana. Y para mi sorpresa al subir Dale si se hallaba con un mazo de cartas en la mano y las cejas en alto.

—¿Dónde están los demás? —le pregunté, pues si bien solo había regresado hace algunos minutos era bastante extraño no ver a nadie.

—Rick y Shane darían una clase de tiro —explicó entregándome algunas cartas—: Revisa si son doce —asentí.

Ojitos » Glenn Rhee [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora