Capítulo 2x10: Los borrachos nunca mienten.
Cuando la situación se tuerce hasta tal punto en el que te conviertes en tu peor enemigo, cuando tú sola te pones las trabas para avanzar en tu vida o tú eres la única causante de tu sufrimiento, es tiempo de pararse a reflexionar.
El tiempo pasaba deprisa en la casa, cuando me quise dar cuenta, la mañana había pasado y Jake calentaba la barbacoa para comer.
No le había contado nada a Sam de mi escapada a primera hora de la mañana, ni de mi momento con Marcos en el que tuve que usar de todas mis fuerzas para no besarle, y me sentía fatal por ocultárselo. Era estúpido, pues si no había besado a Marcos era por no engañar a Sam, y ahora me sentía como si lo hubiese hecho, pero sin besarle. ¿Cómo se explica?
- ¡Vaya carita que traes, pequeña! – exclamó Jake cuando le llevé su cerveza.
Él había decidido encargarse de encender el fuego para la barbacoa, mientras que el resto se encargaba de la mesa, la comida, las bebidas, las uñas en el caso de Katty. Y aunque todo el mundo hacía algo, ninguno estaba cerca de nosotros para escuchar la conversación, lo que nos dejaba un rato de intimidad.
- Digamos que la frase de “a quien madruga, Dios le ayuda”, no ha sido muy certera conmigo hoy. – dije suspirando derrotada.
- Sí, a veces al viejo le gusta jugar malas pasadas. – bromeó señalando al cielo. – Así que dime, ¿con qué drama romántico te ha torturado hoy?
- ¿Por qué deduces que es romántico? – dije juntando las cejas con algo de indignación.
- ¡Oh vamos! Eres Anne, si tu problema no está relacionado con tu triangulo amoroso, no serías tu misma. – dijo burlándose de mí.
Pero tristemente era cierto. Él me conoció en los Hamptons, lugar donde me acosté con Marcos y empezaron todos mis problemas. Recuerdo como él también se interesó por mí en un primer momento, pero también recuerdo lo rápido que se retiró al ver la cantidad de competencia que tenía.
Terminé por contarle todo lo que había pasado en el lago, lo bien que me había sentido al tener una conversación normal con Marcos y lo mal que había sido el final de esa velada.
- ¿Entonces… no le has besado? – preguntó atónito.
- Pues claro que no, ¿por quien me tomas? – pregunté de nuevo indignada.
Pero él no contestó, se limitó a hacerse el sorprendido y a decirme que le pasara las hamburguesas, que el fuego estaba listo.
La comida fue estupenda, todo con extra de calorías, eso sí, pero eso la hacía más estupenda si cabe. Sam no dejaba de acariciarme por debajo de la mesa, primero con los pies y una vez terminó de comer, con una de sus manos en mi muslo. Seguía sintiéndose mal por la discusión de ayer y su manera de recompensármelo era darme todo su amor, lo que hacía que mi sentimiento de culpa se incrementara más y más. ¿Cómo podría ser él tan bueno y yo tan mala?
La comida se alargó hasta bien entrada la tarde, con lo que acabamos con demasiadas copas de vino y una vez dejamos el vino, con demasiadas copas de alcoholes diversos. Así que no era de extrañar que ante la pregunta de Jake de:
- ¿A quién le apetece un baño en el lago?
Todos contestamos:
- ¡¡¡¡AL LAGO!!!!
Reconozco que había bebido más de lo que solía beber, pero sin lugar a dudas, no había llegado a los niveles de Jake, Marcos y Nuria, la amiga de Suss, los cuales parecían haber sufrido una tremenda sequía en el pasado y ahora estaban aprovechando para beberse lo que no se habían bebido entonces.
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En Busca de la Felicidad
RomanceSi tuvieras la opción de dejarlo todo e ir a intentar vivir tu sueño, ¿lo harías? ¿lo dejarías todo para perseguirlo? ¿y si mientras lo intentas tu vida cambia de forma radical? Anne es una chica que, tras un acto arriesgado, encuentra sentido a su...