Capítulo 1x16: Lo que todos pensaban y nadie se atrevía a decir, ¡estoy loca!

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Capítulo 1x16: Lo que todos pensaban y nadie se atrevía a decir, ¡estoy loca!

Algunas oportunidades, quizás las más importantes de tu vida, solo pasan una vez en la vida y si no estás atento o dudas en las decisiones, pasan volando tan rápido como llegaron.

Y para nuestra joven Anne, las oportunidades parecían llegarle con cuenta gotas y no se podía permitir el lujo de dejarlas pasar, no si quiere alcanzar lo que más desea en esta nueva vida, la felicidad.

El resto del fin de semana fue algo extraño y confuso. Sam entraba y salía de la casa constantemente, su actitud conmigo había cambiado, apenas me miraba y cada vez que lo hacía, un deje de culpabilidad se posaba en sus ojos. No entendía nada y eso me frustraba, quería hacerle unas diez mil preguntas, pero su actitud no me transmitía la confianza necesaria para hacerlo.

Y Marcos, aunque estaba más atento de lo normal, guardaba las distancias cuando Sam estaba presente y cuando no lo estaba, se tenía que ir a trabajar y Sam a sus extrañas salidas. Lo que me dejó completamente sola toda la tarde del domingo.

Tras un par de horas de completo aburrimiento en las que me dediqué a recoger la casa y a ver la televisión, pensé en llamar a Jake. Lo descarté casi de inmediato, mi cabeza estaba tan llena de hombres ahora mismo, que si metía a uno más, literalmente explotaría.

Pero sí había mucho de lo que debía pensar, ya había llegado a la conclusión de que Marcos me atraía más de lo que en un principio hubiese deseado, era una estupidez negarlo. Lo importante de esa conclusión era lo que iba a hacer a partir de ahora. No puedo simplemente no hacer nada, él seguirá queriendo acercarse a mí y yo no aguantaré mucho sin caer presa de la tentación de sus brazos.

Pero luego estaba Sam, mi amigo y maravilloso Sam. Él lo había significado todo para mí en estos últimos meses, cuando creí que mi vida había llegado a su tope y solo me quedaba resignarme, él me mostró un nuevo camino, una nueva oportunidad para ser feliz, para alcanzar lo que más deseaba. Y ahora, una de las cosas que más deseaba, quizás la segunda cosa que más deseaba, era él.

Sí, tampoco podía negarlo, Sam era más que un amigo para mí y eso lo convertía todo en un completo y monumental error. No podía sentir estas cosas por Sam, ni sentirme celosa por no saber dónde va o porque cada vez que regresa, lo hace con los cabellos alborotados y una tímida sonrisa en los labios. ¿Y si estaba viendo a alguien? Una sensación oscura empezó a aflorar en mi estomago.

- ¡Ya basta Anne! – me dije delante del espejo del baño.

Me di una larga ducha para matar el tiempo y después me puse a practicar con el piano.

Esa era otra…la prueba del martes con la madre de Jake, cada vez que pensaba en ella, los dedos me temblaban y fallaba la siguiente nota. Tarde como una hora en olvidarme de todo y tocar solamente por tocar. La concentración ayudaba con mis nuevos auriculares gigantescos, que no solo te ayudaban a aislarte del mundo, sino que el piano sonaba a la perfección y directamente en tus oídos.

Al final el tiempo se me pasó volando, una vez cogí el ritmo, me tiré alrededor de tres horas ensayando y para cuando terminé, me sentía más segura de mi misma que en toda mi vida. Lo haría bien.

Pero eso era lo que pensaba el domingo por la noche, el martes en el trabajo fue algo muy distinto. A mitad de mañana, Jake bajó para hablar conmigo, verme y ya de paso, quedar para lo de la prueba en casa de su madre.

- Te invito a comer y después vamos a casa de mis padres, ¿te parece bien? – me dijo tras un largo rato de charla intrascendente.

- Claro, lo que quieras. – dije sin prestarle mucha atención.

En Busca de la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora