Capítulo 2x18: Sobrevivir en el mundo, no es lo mismo que vivir en él.

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Capítulo 2x18: Sobrevivir en el mundo, no es lo mismo que vivir en él.

Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre habrá un amigo. - Emerson

Una semana viendo casas y combinando este trabajo con jugar a los arquitectos, hacía que me agotara antes de tiempo. Pero aún así, no conseguía dormir las noches de un tirón. En mis sueños siempre salía ella, alejándose cada vez más y más, como si el tiempo que pasaba, afectara a ese acto. Así que cuando despertaba, tan solo tenía una obsesión en mi cabeza, la casa de nuestros sueños.

Sabía que todo esto no era más que una gilipollez, quizás la gilipollez más grande que había hecho nunca, más incluso que la de irme de Nueva York sin ella. Esto podía hacer que la perdiera para siempre, si no la había perdido ya.

Todo lo que encontraba estaba entre dos grupos, por un lado estaban las casas que ni siquiera se acercaban a mis requisitos, y por otro lado las que se alejaban demasiado. Pero ninguna era la perfecta. Sabía que iba a ser muy difícil encontrar la exacta de mi mente, a no ser que la hiciera yo mismo.

¡¡Eso era!! Estaba encabezonado en encontrar una casa ya hecha y que se asemejara a lo que quería y lo que realmente debía hacer, era diseñarla y hacerla. Tenía los recursos necesarios en mi empresa, estaba seguro que me dejarían realizar el proyecto, y los planos estaban ya dibujados en mi cabeza, tan solo debía pasarlos a papel.

Trabaje toda la noche en los planos, en los materiales que iba a necesitar y en un presupuesto aproximado de lo que iba a costar, tendría que pedir un préstamo a algún banco, pero tampoco creía que fuese a ser una tarea imposible, no con mi reciente puesto y salario.

- Buenos días Marcos, ¿cómo va todo? – me saludó mi jefe con el primer café de la mañana.

Vale, estaba obsesionado con el tema, más que con lo que se suponía que debía estar obsesionado, que era mi proyecto por el que me pagaban tanto dinero. Pero la necesitaba, tenía la sensación de que llevaba semanas sin respirar, exactamente desde el momento en el que ella salió de la habitación del hotel.

Se lo conté todo a mi jefe, él ya sabía que había renunciado a algo para venir, pero no sabía a que y ahora estaba confesando mi obsesión.

- Todos los arquitectos nos obsesionamos con una casa a lo largo de nuestra carrera, no es tan raro. – dijo para darme ánimos. – Te propongo una cosa, ya que no quiero que desvíes tu atención del beneficio de la empresa. Entregarás los planos a un arquitecto de nuestro equipo y aunque supervisarás la construcción, dejarás que el equipo que asignemos a ese proyecto se encargue de todo.

- Aún necesito mirar el tema de la financiación. – dije sin poderme creer que me hubiese propuesto construir mi casa de la playa.

Pero había mas temas que debía mirar. ¿Y si Anne había sido admitida en aquella escuela? Nunca la dejaría para venirse conmigo ni yo se lo permitiría. Pero, ¿por qué no una relación a distancia? ¿por qué no propuse tal cosa hace semanas?

- Hablaré con algunos directores de bancos y les pediré que te hagan su mejor oferta. Luego tú podrás coger la que más te convenga, sin ninguna clase de compromiso. – dijo de repente.

Esto era demasiada generosidad de una empresa en la que apenas llevaba unos meses trabajando. Y con tanta generosidad, no podía evitar desconfiar.

- ¿Por qué? – pregunté como un desagradecido.

- Esperaba un gracias, pero supongo que debes saber el porqué de mi oferta desinteresada. – dijo con algo de indignación. – Y supongo que la respuesta no es tan desinteresada como crees. Te quiero en mi equipo, Marcos. Sé lo mucho que prometes y cuando seas un gran arquitecto, quiero que te sientas tan cómodo que no te veas tentado a irte a la competencia. En realidad, se le llama hacer una inversión de futuro y tú eres esa inversión.

En Busca de la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora