Capítulo 1x13: ¡Dios! ¿Cómo podía volverme tan loca?
Cuando se camina por sendas peligrosas, se correr el riesgo de acabar devorado por algún ser. Eso lo sabemos todos, solemos saber cual es el camino sensato y cual no, antes de tomarlo. Pero aún así, siempre elegimos el peligroso y arriesgado.
Pero claro, ¿qué es la vida sin algo de riesgo?
Estaba para romper la noche, dispuesta a bailar hasta que me explotaran los pies y divertirme hasta que me doliese la cara de tanto reírme. Esta noche nada iba a amargarme, a partir de ahora no habría más Marcos en mi cabeza y aunque apareciera en la fiesta, le sonreiría y le trataría como a cualquier otro.
- ¡Guau! – dijo Sam nada más verme y admirando mi corto vestido. - ¿Piensas traerte a alguien a dormir? – su pregunta, aunque juguetona, iba con un toque sombrío.
- Pues claro que sí, - hice una pausa en la que sus ojos se abrieron como platos y dije:- pienso traerte a ti a casa, guapo. Esta noche serás mío.
Se empezó a reír de mi comentario y se acercó tímidamente hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para cogerme de la mano, hacerme girar sobre mi misma y quedar a tan solo unos centímetros de él, con su mano en la parte baja de mi espalda.
- Ya me tienes muñeca, no nos vayamos a ningún sitio. – dijo poniéndome ojitos sexys y provocadores.
Le miré mientras me mordía el labio. Quise seguirle el juego, pero solo con ver esa mirada intentando seducirme, me entró la risa y acabé apoyada en su hombro y riéndome a carcajadas.
- Es algo humillante si haces eso, he empleado mi mejor truco. – dijo ahora muy serio, pero en cuanto le miré, él también empezó a reírse de mí.
Estuvimos todo el viaje en taxi así, con comentarios de doble sentido y con miradas y actos juguetones. Fue divertido, pero en cuanto llegamos, tuvimos que controlarnos ante todos nuestros compañeros de trabajo.
Sussan, Ted, Luck y Lydia ya estaba allí. Luck había venido con su actual novio, un latino que vivía en Queens al que conocía por ser amigo de un amigo, o algo así…le llamaban Júnior y aunque su tono de voz era demasiado alto, siempre tenía algún comentario chistoso para todo.
Lydia me cogió del brazo y encabezó la entrada a la discoteca. Esta era enorme y a pesar de tener varias salas, Lydia fue directa hacia la música comercial. Y a diferencia de España, el volumen de la sala era el suficientemente alto para poder hablar siempre y cuando no te pusieras debajo de un altavoz.
- ¿Sabes si Sam sigue con la modelo de los Hamptons? – me preguntó de repente Lydia.
Yo la miré algo extrañada, su pregunta había provocado una sensación extraña en mi cuerpo y fue esa sensación la que hablo a continuación, no yo, o al menos eso me dije a mi misma rato después.
- Pues se que algo hay. – mentí, no se habían visto desde entonces y eso que yo insistí durante días para que la llamara.
¿Por qué había mentido? ¿por qué tenía esta sensación en el estomago? ¿acaso Lydia no me parecía lo suficientemente buena para él? Me dije a mi misma que eso debía ser, Lydia era simpática, pero también era algo manipuladora e interesada.
- No importa, de todas formas lo voy a intentar, no parecían tener nada serio. – y tras decir eso, fue hacia el grupo donde se encontraba Sam y Júnior.
Me quedé a cuadros, la sensación de mi estomago creció en el momento que vi como las manos de Lydia se apoyaban en el tonificado brazo de Sam y como este la miró con algo de deseo lujurioso.
ESTÁS LEYENDO
En Busca de la Felicidad
RomanceSi tuvieras la opción de dejarlo todo e ir a intentar vivir tu sueño, ¿lo harías? ¿lo dejarías todo para perseguirlo? ¿y si mientras lo intentas tu vida cambia de forma radical? Anne es una chica que, tras un acto arriesgado, encuentra sentido a su...